El genio comienza las grandes obras pero sólo el trabajo las acaba.
El secreto de los corazones sublimes está en la palabra perseverando.
Lo que mucho vale, mucho cuesta. El metal más precioso es el que más tarda en fundirse.
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Hay dos tipos de felicidad: la más alta es la que rodea a la divinidad y el ser puro, no conoce alternancias, y la otra, que varía con la adquisición y pérdida de placer. Nicolás de Cusa:”Todo está en todo”. Pero no todo está en todo. Porque el hecho de vivir es más que suficiente para estar contento. ¿Qué hago ahora con mi vida?¡Vivirla! Porque es tuya, es lo más maravilloso y todo lo que tienes. En ocasiones cuenta más el carácter de la persona que sus conocimientos. Su carácter es para cada hombre su demonio. Hay que dominarlo. No ser como niños. Si se tiene trabajo y dinero, se tiene amor y libertad. Y el carácter cualitativo de las ideas, sobre las que fundamentamos la realidad. El verdadero problema filosófico es el suicidio y el crimen. Tener fe trajo una gran novedad en el terreno de la verdad. La virtud y la atemperación es el nivel superior de “posesión”.
La cultura viene de la palabra cultivo. La cultura es la estética de la inteligencia. Quiero creer que yo nací con la semilla del bien. Por fin a los cuarenta y siete años comencé a rezar y salió este libreto. La oración es la respiración de la esperanza y para algunos es el deporte del alma. “El fruto de la oración es el amor. El fruto del amor es el servicio. El fruto del servicio es la paz” decía santa Teresa de Calcuta. “Aprended de mí que soy manso y humilde” sugería Jesús. Espero no perder este hábito. Te hace amar y tener buenas intenciones. Borrachera de oración en gracia. Por lo menos la llevo en mi mente y en mi pensar. La oración es el mejor camino de la salvación. Un alma sin oración es como un huerto sin agua o como un fuego sin resollar. Miro el sentido de la vida. Donde está tu tesoro ahí estará tu corazón. Tu mujer. Escuchar la voz de la amada. Encontrar una buena mujer es encontrar un tesoro. Tener un hijo es que te toque la lotería.
A veces me siento como un rebeco asturiano. En la cumbre se contempla la paz. Me fuerzan las bestias a subirme tan arriba como una cabra montesa.
En cualquier momento puedes morirte. El misterio de Ser o de No Ser Nada que te anulen y que te pongan en segundo y tercer lugar.. El misterio de nuestras vidas. Estás y podrías no haber estado nunca. Estarás un tiempo. A pesar de los enfados no es un azar. Un lapso en el tiempo de la Evolución.
Me siento como un Pegaso o como el centauro Quirón que educó a Hércules y a un príncipe de sangre real. O mejor, como un caballo pura sangre andaluz, ni inglés ni veloz, sino de alta escuela. Troto con decisión y seguridad con gracia y estimación.
Cada uno es hijo de Cronos a veces. Lo que trabajamos y lo que hacemos. Háblame de ello. Gozar de cada cosa en su plenitud es propio de un gusto excelente. Como advertencia te diré que te pondrán vallas y te zancadillearán, pero que lo importante no es lo que nos hace el destino, sino lo que nosotros hacemos de él. Soporta y resiste la canícula del verano y los rigores del invierno. “Ese esfuerzo te será útil algún día”.
A nadie hay que desearle condiciones de vida ingratas, pero éstas son para el que casualmente cae en ellas, la piedra de toque que permite probar el carácter y la máxima firmeza de que es capaz.
Hay que caminar por los espacios abiertos del tiempo hasta la ocasión oportuna. Las almas grandes siempre están dispuestas a hacer una virtud de una desgracia. Dirán de ese caballo, que tiene un despejo, un no sé qué, un atractivo, que le castigó el Señor pero que no lo entregó a la muerte, que es moreno, de terciopelo y de ojos de azabache.
Conoce el tirano el peor defecto que tiene. Sobre sí, para ser dueño de uno mismo. Atrás quedan nuestros pecados del pasado. El pasado volverá como un abismo. Conviene no arrastrar los errores de la juventud hasta la vejez. La silla de montar es ahora las empresas en las que trabajamos y nos santificamos.
Saber lucirse en la feria. Cada cualidad tiene un momento adecuado para lucirla. Si tú mejoras, mejora tu entorno. Con cortesía y dulzura y educación superas a la riqueza. Hacedlo saber a los demás. Opta por ser una segunda mejor persona. Un segundo mejor yo. Hay que aprovecharlo. La ocasión se da dos o tres veces por semana. Y utilizamos la ausencia para ganar respeto o estima.
Relativizar y tomar distancia. Alejarse y pasar. Hacer oídos sordos a las Sirenas. El Ave Fénix sabe ausentarse. No aventurar el cuerpo si no es por honra. El que aprecie su cuerpo que obre para que le aprecien. La gente quiere gloria aunque trabaje por dinero. “No es el hombre preciado por preciarse mucho sino que es muy preciado por tales obras”. Haz y deja a los demás hablar. Échate fama y descansa.
“Los griegos eran finos de espíritu porque eran ágiles de piernas”. Como andarín te diré, que algunos evolucionan pero otros insisten en su estupidez. Y no se madura hasta mi edad. Tan poco hecho, tanto por hacer. Recogerás tan grande como coseches. Al bien hacer jamás le faltará premio. Aunque hay otros que se atribuirán tus méritos y ascenderán a costa de tu caída.
Mi talante es como el de un equino espía con ojos de espectro, que parece que va al campo a comer hierba y sin embargo con sus ojos grandes se va metiendo en el establo ajeno. O que va olisqueando como todo buen gato madrileño, lunero y paradójico, todos los rincones de la calle. Quizás heredé el mirarlo todo mil veces.
Anoto en mi cuaderno de notas por qué soy diferente a los hombres o a las mujeres progresistas de la calle y deseo la excelencia. “Por sus obras y maneras el “hombre en sí” saca provecho de todo, y el que no, todo lo desbarata, enreda y lía” enseña el Conde Lucanor.
Mejor no ser de estos últimos. “Y si no tienes riqueza, mejor tener don de palabra, y si no, tener por pantalla a una mujer, y si no, mejor el sepulcro” escribe el refrán sefardita.
La única verdadera prueba de amor que puede darse al otro, es la de sufrir en su lugar. El que ama de verdad no es el que enciende el fuego sino el que lo conserva. Ante todo siempre la buena amistad no por locura ni por capricho. Deberíamos dar sonrisas, besos y abrazos a cambio de nada, diariamente darlo de forma gratuita. El amor es una forma de vida. La perfección del amor es desvivirse por amor. Y en algunos casos, llegar hasta dar la vida por amor.
La forma de relacionarnos con nuestros pequeños, el trato, para canalizar nuestro amor, es la esperanza de la futura dignidad de la Humanidad. La educación es una maravillosa forma de amar. Quitémosles miedos y nos les gritemos y peguemos tan a menudo. Aumentemos su curiosidad. Acompañémosles con cariño antes del miedo de la noche.
Educamos para enseñar a amar. El amor que aportarán nuestros hijos al mundo es el futuro. Amar es permitir que tu hijo asuma gradualmente la responsabilidad de cuidarse de sí mismo. Y poco a poco, paso a paso, hasta que termine por arreglárselas con su vida, él solo con su familia.
Si nos sentimos incómodos, ese es, justamente, el límite. Es importante hablar prudentemente. A nuestros hijos tenemos que enseñarles a ser oportunos. Hay ocasiones en que no debes dejar pasar la oportunidad de permanecer callado. Y no ser agorero anunciando el mal. Si no puedes hablar bien de una persona, mejor es callarse. Habla sólo bien de ella. Tratemos de mejorar el silencio sin meter mucho ruido.
La alegría es ante todo fomento de la salud. Hay que ser alegres para no quedarnos solos. Tenemos que expresar nuestra alegría a los demás. Espontánea y auténticamente, aunque no se sirva uno mucho del arte de la diplomacia. La alegría absurda e ilusionada puede incluso ser la más cercana de la Naturaleza y de los niños.
Alegremos a los demás el rato que pasemos con ellos. Así descubres tus talentos y los trabajas para ponerlos al servicio de los demás. Cada día trata de alegrar a alguien. Sin necesidad de estar recluido en un monasterio sino al aire libre de aquella adolescencia dublinesa con un beso cada noche a una chica en el puente de O´Connell Street. La alegría es la ausencia de penas en nuestras vidas.
Aprendamos y cambiemos y tengamos diversión. La habilidad de cometer errores, caer y volverse a levantar. Un poco de locura, pero definitivamente honestos.
La familia a veces nos estraga a los padres. Listos para abrazar la vida y disfrutarla antes de hacernos unos viejos maniáticos, quisquillosos, melindrosos y luego morirnos a los ochenta y dos y medio.
Sin miedo por el futuro. Todo es bueno si acaba bien. Todo les sale bien a las personas de carácter dulce y alegre. “Con amabilidad, dulzura y suavidad conseguirás cosas que de otra forma ni siquiera por la fuerza” decía san Juan de la Cruz. Es como más seguro te sientes de ti mismo. Si tenéis el hábito de tomar las cosas con alegría, rara vez os encontraréis en circunstancias difíciles.
La alegría es la juventud eterna del espíritu. La alegría es la presencia de Dios en nuestras vidas. Es el Ángel que Él ha enviado a la Tierra. Así logramos la felicidad de nuestras almas. Pero no, si tienes un enemigo al lado que te odia constantemente, que busca contradecirte, y rastrilla tu fama hablando mal de ti o tapándote la boca.
Alegría y sentido del humor son las dos alas de las grandes empresas. Que no la derroches tan fácilmente con los demás. Es muy creativa, hay que inventarla. Esos individuos egoístas, agresivos y de infausta seriedad que andan sueltos por ahí. Porque siempre habrá enemigos del bienestar social, que te envidiarán que alegres la vida a la gente y les quites sus penas.
Veo máscaras de cera por la calle Serrano. Todo el que no está alegre es un enfermo. Yo creo que todos los burgueses son unos enfermos mentales.
El cerebro es el órgano que mejor nos ordena el caos. Debemos descansar de tanta televisión y tanta radio. Si le dejas tranquilo al cerebro te busca la solución más satisfactoria. Incluso en sueños. O caminando a solas y pensando sobre ti. Y bailando. Ante todo como un sujeto y no como un objeto u otro sujeto que hace las funciones de sujeto.
Que lo que más te caracterice sea la paciencia. Soporta a la gente en tiempos de estrés que Dios te lo agradecerá. Y haz favores cuando puedas. Ten un corazón paciente que no te quepa en el pecho. Y en cuanto a ti, “no digas nada que vaya contra tu propia autoestima”.
El fenómeno de la televisión demuestra que la gente está dispuesta a ver cualquier cosa con tal de no verse a sí misma. Y así andamos a veces por la mañana trastornados por tal o cual programa de la noche. La calle está vacía de almas.
Contra la crítica no podemos hacer nada. Hay que actuar pese a ella y así irá cediendo terreno poco a poco. Con los que defienden puntos de vista opuestos intentamos en vano mantener la unión, y volvemos a romper tarde o temprano. Los demás no dejan sus principios, nosotros tampoco los nuestros y debemos insistir, perdurar y defendernos, permitir reafirmar los nuestros. Que cada cual prosiga por el camino emprendido y no se deje impresionar por la autoridad, ni la apariencia ni la retórica del poderoso que riega al lado.
Cuando los hombres se vuelven realmente malos no tienen otro aliciente que alegrarse del mal ajeno. Alternar lo agrio con lo dulce es una prueba de buen gusto. Los niños y los necios sólo quieren dulzura. Es una gran desgracia perderse por demasiado bueno en la insensibilidad de lo amargo. Tienes que volcarte en el dolor de los ciudadanos del mundo. Al Estado le compensas con tu trabajo y ésta es tu obligación por lo que te da. Pisa con fuerza y adelante en el camino cuando vayas por la autovía.
No tengas el corazón duro, y lleno de odio y de rencor. Odiar a alguien es otorgarle demasiada importancia. Es un veneno que te estás tragando tu solito sin aplicar al enemigo. “Todo este mal vino a los búhos porque confiaron en el cuervo que naturalmente era su enemigo”. “Al que enemigo tuyo suele ser nunca quieras en él mucho creer”.
Fiarse del pérfido es incitarle a dañar. Entre todos los saberes posibles existe al menos uno imprescindible, el de que ciertas cosas nos convienen y otras no. No nos convienen ciertos alimentos ni nos convienen ciertas personas ni visitas, ni ciertos comportamientos ni ciertas actitudes. El pensamiento negativo está íntimamente relacionado con todo lo negativo que entra y que la gente puede ser más selectiva con lo que introduce en su mente. Las relaciones positivas crean un sentimiento de cercanía y se convierten en una fuente de fuerza. La probabilidad de estar motivado aumenta en gran medida con las relaciones positivas.
El canibalismo ha regresado. “El hombre es un lobo para el hombre”, nos legó Plauto. Tenemos rostros y posturas de abandonados por Dios. Y no nos mortificamos en el trabajo.
No seas un tonto útil ni te dejes manipular por nadie. Es importante que sigan habiendo familias y que nazcan hijos. Y que se eduquen donde haya padres y hogar. No debemos vivir según los bajos instintos. Como paganos, para convertirnos cada vez más en unos seres que expulsan basura.
En España hay mucha envidia. “La envidia es el motor de España”, decía Unamuno. La envidia es un sentimiento pasivo que cuando se hace activo se convierte en odio. Sobre todo te envidian tu buena suerte y se regocijan de tus desgracias. Este sentimiento surge del excesivo amor propio y de la manía de compararnos con el que viene de frente.
De los corrillos del “pablar” te diré “que los obstáculos son para que los necios se encuentren con ellos”. Pero que al toro se le coge por los cuernos. Yo me he limitado mucho mis expresiones para no parecer un loco, para no padecer de verborragia, he limitado mi libertad suprema para que no se demuestre que tengo un tipo muy grosero, sin tacto, y políticamente incorrecto.
Hay dos tipos de personas en la tierra: aquellos que se elevan u aquellos que se inclinan. Cuando los intelectuales pierden su ironía y se meten a cortesanos.
Algunos se creen puros y señalan los pecados de los demás. Son críticos y tienen a todo el mundo constantemente a prueba. Y los condenan. Yo diría que son destructivos.
El mundo se divide en amos y esclavos: verdugos, cómplices y calumniadores. Procura no acabar en víctima de este sistema social. La libertad no es gratis y hay que luchar por ella todos los días.
El capitalismo es la explotación que permite la libertad. Todos trabajan por el eurito más o el eurito menos. Así hacemos cálculo de nuestras relaciones. Una situación que acarrea a diario nuevas contrariedades no es la justa. Sin embargo los centros comerciales están llenos de cerdos y sapos ruines. La mayoría de la gente se arrastra por los escaparates achaparrada y obesa, escaleras arriba, paseando con bolsas y niños por estas nuevas y modernas plazas de pueblo. La gente se ha vulgarizado y barbarizado mucho. Aunque acumule algo de capital he hecho un voto de nobleza para con mi familia. Y me impongo una disciplina y domino mi cuerpo, no sea que después de predicar a los demás, quede yo descalificado.
La suma pobreza espiritual es también la pobreza actual, En los Salmos se puede leer:”Todos andan extraviados, y obstinados por igual, y no hay uno que obre bien, ni uno solo”. Y en la Biblia: “Comían, bebían y tenían hijos y vino el Diluvio”. El ocio asociado al consumo hace de las compras la nueva diversión. Nicolás de Oresme, en el campo de las astronomía, se adelantó doscientos años a Copérnico al afirmar que la Tierra poseía un movimiento de rotación. Hasta que llegó la crisis.
Acepta a tus hijos como unos individuos únicos y dignos de ser amados. Evita proyectarte en ellos y no pierdas nunca la fe en ellos. Que triunfen para ellos y no para satisfacer a los padres. Que ellos intuitivamente escojan su futuro. Creyendo en ellos, se crea y no serán mediocres.
No seas dictador y déjales decidir y atentamente. Así se sienten bien. Pero vete por delante de ellos despejándoles el camino.
Verán nuestros valores como padres, luego ellos serán libres y elegirán. El mundo, los amigos, el trabajo y la novia les cambiarán los valores. Pero habrán mandado los clásicos en casa. De eso no somos culpables de lo que hagan luego. Pero que decidan ellos su futuro. El destino les acompaña.
Los únicos milagros que existen son los del trabajo. Adora el trabajo porque es santo ante Dios. Adórate a ti mismo y a tu imagen porque la belleza es la fuente de amor.
Las cosas no son difíciles de hacer, lo que es difícil es ponernos en situación de hacerlas. Madrugar y tener paciencia, tener prudencia y seguir trabajando para la familia.
Los que renuncian son más numerosos que los que fracasan. Si actuamos como si no fuera posible lo hacemos imposible. Pero como decía Aristóteles la vida son hábitos. La vida no está hecha de deseos, sino de los actos de cada uno, uno tras otros, somos lo que hacemos cada día perfeccionándonos. No es el tiempo el que nos falta, somos nosotros los que le faltamos a él. ¡Y suerte y laboriosidad!
Tienes que saber distinguir al amigo de palabras del amigo de hechos. Los árboles que no dan fruto, sino sólo hojas, no suelen tener corazón o no lo tienen estable. Conviene conocerlos. De unos se obtiene provecho, pero otros solo dan sombra. Y no te intereses por quien no podrías ni convivir. Los amigos nos han de ser herramientas útiles.
Cuando perdemos la inteligencia y nuestra conciencia está confusa, y ya no sabemos distinguir el bien del mal, es cuando más necesitamos de nuestros amigos. Aconsejándonos nos ayudarán. Escuchad el consejo de quien mucho os ama. El amigo siempre aconseja y es el mejor ojo avizor de nuestros defectos. Y encima nos perdona si corregimos la línea de tiro. Se aprende mucho conversando con ellos. En la unidad podemos trazar mejores mapas de realidad.
Acostúmbrate a ponerte en el lugar del otro. Si queremos comunicarnos de persona a persona debemos expresarnos de manera concreta haciéndonos responsables de lo que comunicamos. Responde correctamente a sus reacciones emocionales. La empatía es más que la simpatía.
Y si el amigo te traiciona o hace abuso de confianza, no hurgues demasiado en la herida. Déjalo pasar. No hagas juicios personales. El pasado está perdonado. Si analizas demasiado una palabra acabas destruyéndola. Mírala en su contexto. Y no caigas en la falta de desconfiar hasta de los más allegados por mucho sinsabor que te haya dejado la vida.
Todas las cosas ocultan algún misterio. Todas las cosas son velos que ocultan a Dios. Dios no quiere que sepamos de sus secretos. Este es el estilo narrativo de tus hijos.
¡Y no tengáis miedo de los hijos que puedan venir, ellos son el don más precioso del matrimonio! Si queréis hacer de vuestro matrimonio un testimonio de verdadero amor, y construir una nación próspera, no os neguéis a traer muchos invitados al banquete de la vida.
Quien ama de verdad sólo quiere dar y darse en lo más noble y digno. ¿Por qué la pregunta pertinente al ser humano no es “para qué” vivir sino “para quién”? Que al final de nuestros días seremos juzgados de amor. Del amor que hayamos sabido dar a los demás.
Amar es vivir con aquellos que se ama. Amar a alguien es decirle: “tú no morirás jamás, porque, aunque hayas muerto, vivirás en mí”.
June 22, 2010
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