El término Gestalt proviene del alemán, fue introducido por primera vez por Christian von Ehrenfels y puede traducirse, aquí, como "forma", "figura", "configuración" o "estructura"1

La mente configura, a través de ciertos principios descubiertos por esta misma corriente, los elementos que llegan a ella a través de los canales sensoriales (percepción) o de la memoria (pensamientointeligencia y resolución de problemas). En la experiencia que tiene el individuo en su interacción con el medio ambiente, esta configuración tiene un carácter primario sobre los elementos que la conforman, y la suma de estos últimos no podría generar por sí sola la comprensión del funcionamiento mental. Este planteamiento se ilustra con el axioma que dice:

El todo es más que la suma de sus partes.

Con él se ha identificado con mayor frecuencia a esta escuela psicológica. El axioma pretende explicar que la organización básica de cuanto percibimos está en relación con una figura en la que nos concentramos, que a su vez es parte de un fondo más amplio, donde hay otras formas. En otras palabras, todo lo percibido es mucho más que información llegada a los sentidos.

En la década de 1930 se generalizaron las críticas a las afirmaciones de la Gestalt y, entre tales críticas, destaca la realizada por la llamada psicología de la Ganzheit, encabezada por Felix Krueger.

La escuela de la Gestalt[editar]

Dos universidades fueron las que obtuvieron los primeros resultados experimentales. Por una parte, estaba la escuela de Graz; por otra, la de Berlín. La escuela de Graz propuso la teoría de la producción, que consideraba la cualidad Gestalt, es decir, la forma o todo, como el producto de un acto perceptivo. Por otra parte, la escuela de Berlín demostró que la Gestalt viene dada de forma inmediata; no es producto de la percepción, sino que, por el contrario, la percepción es producto de la Gestalt. La veracidad de esta afirmación quedó demostrada con el movimiento aparente, con la presentación de dos fenómenos en distintos tiempos.

Los tres psicólogos iniciadores de esta corriente, Max WertheimerWolfgang Köhler y Kurt Koffka, desarrollaron las primeras investigaciones de la Gestalt a principios de la década de 1910. El punto de vista dominante de la época era el Estructuralismo, que estaba fuertemente relacionado con el Empirismo y estaba basada en tres teorías muy relacionadas entre sí: (1) el "elemental"2​, basado en que todo conocimiento, incluyendo las ideas abstractas, está construido por componentes simples y elementales; (2) "sensorial", basado en los constituyentes más sencillos -átomos de pensamiento- que son elementos básicos de los sentidos; y (3) "asociación" basado en que las ideas más complejas nacen de la asociación de ideas más simples2​. Estas tres teorías juntas aumentaron la sensación de que la mente construía todas las percepciones, incluidas los pensamientos abstractos, directamente desde las sensaciones más básicas que están relacionadas solamente por la asociación del espacio y el tiempo. Las teorías Gestualistas afirmaban el punto de vista "atomicista" que defendía que el objetivo de la psicología debía ser el romper la consciencia en pequeños elementos. En contraste, la psicología del Gestalt creía que romper los fenómenos psicológicos en partes pequeñas no les llevaría al entendimiento de la psicología. Ellos creían, sin embargo, que el método más fructífero de afrontar los fenómenos psicológicos era organizar y estructurar el todo. Argumentaron que ese "todo" tenía prioridad sobre las "partes" que estaban definidas por una estructura global, en vez de ser al revés. Se podría decir que es un punto de vista macroscópico en vez de microscópico. Las teorías de Gestalt de la percepción están basadas en la inclinación natural del ser humano para entender los objetos y las estructuras en su conjunto, más que por la suma de sus partes.

Los trabajos de Wertherimer sobre el movimiento aparente dieron lugar a la teoría del fenómeno phi, una ilusión óptica de nuestro cerebro que hace percibir movimiento continuo en donde hay una sucesión de imágenes).[cita requerida]

Leyes o principios de la Gestalt[editar]

Ley de la pregnancia o de la buena forma[editar]

Ley del cierre
Ley de semejanza
Ley de la proximidad

Uno de los principios fundamentales de la percepción para los gestaltistas es la llamada ley de la Prägnanz (traducido generalmente del alemán como pregnancia o, mejor aún, como principio de la buena forma), que afirma la tendencia de la experiencia perceptiva a adoptar las formas más simples posibles. Las partes de una figura que tiene "buena forma" o que indican una dirección o destino común forman con claridad unidades autónomas en el conjunto. Esta ley permite la fácil lectura de figuras que se interfieren formando aparentes confusiones, pero en donde prevalecen sus propiedades de "buena forma" o destino común, se ven como desglosadas del conjunto.

Principio de la semejanza[editar]

La mente agrupa los elementos similares en una entidad. La semejanza depende de la forma, del tamaño, del color y de otros aspectos visuales de los elementos. Además semeja las agrupaciones existentes en nuestra realidad a partir de la experiencia o praxis vivencial de nuestra memoria icónica.

Principio de la proximidad[editar]

Habla del agrupamiento parcial o secuencial de elementos que lleva a cabo la mente, con base en la distancia. Los objetos adjuntos tienden a ser vistos como una unidad. Los estímulos que están próximos tienden a percibirse como parte de la misma unidad.

Principio de simetría[editar]

Las imágenes simétricas son percibidas como iguales, como un solo elemento, en la distancia. Este principio tiene tal trascendencia que va más allá del campo de la percepción de las formas y constituye uno de los principios o fenómenos fundamentales de la naturaleza. La biología, la matemática, la química y la física, incluso la misma estética, se organizan siguiendo las leyes especulares, simples o múltiples, de la simetría.

Principio de continuidad[editar]

Los detalles que mantienen un patrón o dirección tienden a agruparse juntos, como parte de un modelo. Es decir, percibimos elementos continuos aunque estén interrumpidos entre sí. Tiene elementos de cierre porque las partículas independientes tratan de formar figuras, partiendo de la ley de cierre. De igual modo, toma propiedades de la ley de buena figura o destino común, al generar la elección de las formas más simples y rotundas. También toma elementos de la ley de experiencia, pues se decide por aquellas formas que tienen figuras reconocibles o son más familiares para la persona que percibe (llamado perceptor). Este principio tiene como caracteres propios la manera de presentarnos las formas. Estas se nos muestran de manera incompleta, inconclusas, como abreviaturas o como esquemas de fácil interpretación.

Principio de dirección común[editar]

Implica que los elementos que parecen construir un patrón o un flujo en la misma dirección se perciben como una figura. Por ejemplo, las bandadas de pájaros que vuelan como un todo, es decir, como si se tratara de un organismo único.

Principio de simplicidad[editar]

Afirma que el individuo organiza sus campos perceptuales con rasgos simples, regulares y tiende a formas buenas.

Principio de la relación figura-fondo[editar]

Establece que el ser humano percibe un objeto a la vez, saliendo este del fondo perceptivo al que vuelve una vez ha sido atendido. La percepción, al ser unidireccional, no nos permite interpretar un objeto como figura y fondo al mismo tiempo, sino que cada figura emerge, quedando todo lo demás como telón de fondo. Según sea la experiencia previa, condicionantes e intereses del observador, aparecerá en su campo perceptivo la figura que más necesaria sea. Este principio es el de mayor fuerza y trascendencia de los hasta ahora expuestos, es el referente original, el sustrato que alimenta a los demás principios, pues en todos ellos se imprime este principio organizativo de la percepción. Existen multitud de ilustraciones que lo demuestran empíricamente y lo hacen observable por cualquiera: todo fenómeno subjetivo ya sea sensorial-fisiológico, cognitivo o emocional, aparece como una figura definida, superpuesta o recortada sobre un fondo neutro.

Principio de igualdad o equivalencia[editar]

Dice que, cuando concurren varios elementos de diferentes clases, hay una tendencia a constituir grupos con los que son iguales. Esta experiencia la presentamos aislada, para evitar la influencia de otras leyes y por ello están equidistantes todos los elementos integrantes. Si las desigualdades se basan en el color, el efecto es más sorprendente que en la forma. Ahondando en las desigualdades, si se potencian las formas iguales, con un color común, se establecen condicionantes potenciadores, para el fenómeno agrupador de la percepción. En el caso de que el color no sea común en ambas figuras, acceden ampliamente a ser vistas como experiencia visionaria.

Principio del cerramiento o del cierre[editar]

Las líneas que circundan una superficie se captan, en igualdad de circunstancias, más fácilmente como unidad o como figura, en comparación con aquellas otras que se unen entre sí. Las circunferencias, cuadriláteros o triángulos producen el efecto de cerramiento. Esta nueva ley parece ser operativa porque señala el hecho de que las líneas rectas paralelas forman grupos más definidos y estables que los puntos, que delimitan un espacio con más dificultad.

Principio de la experiencia[editar]

Asegura que, desde el punto de vista biológico, el propio sistema nervioso se ha ido formando por el condicionamiento del mundo exterior.

Ernst Mach definió las propiedades de las formas especiales y auditivas como totalidades principales perceptuales. Estas formas poseen cualidades que las distinguen de sus elementos; las sensaciones se organizan en la conciencia y crean cualidades formales que pueden ser novedosas.

  • Pensamiento holístico: el todo es siempre más que la suma de sus partes.
  • Fundamentos fenomenológicos: los fenómenos son objeto de estudio de interés para la psicología. El análisis psicológico debe proceder de los fenómenos a su esencia.
  • Metodología: la psicología de la Gestalt realiza experimentos parecidos a los sucesos de la vida (realidad) empleando pocos sujetos.
  • Isomorfosis: los procesos psicológicos se relacionan de modo directo con procesos biológicos, en especial cerebrales.

Estas percepciones, afirmaba Edgar Rubin, surgen como un todo y en forma gradual. Tales figuras demuestran que nuestras percepciones son activadas, vívidas y organizadas; no somos simples receptores pasivos de estímulos sensoriales.

Los psicólogos de la Gestalt afirmaron que los principios de la organización perceptual no solo explican nuestras percepciones visuales, sino también nuestras percepciones auditivas y táctiles y procesos mentales superiores tales como la memoria.

Antecedentes filosóficos y psicológicos[editar]

Composición con los principios de la Gestalt, diseño gráfico (Programa Educativo Gestalt, 2011).

La psicología de la Gestalt queda inscrita dentro la tradición filosófica alemana del siglo XIX, y entre sus influencias principales están las siguientes:

  • Immanuel Kant: La filosofía kantiana se refleja principalmente en el pensamiento trascendental que tenía Kant, que asigna a la imaginación como condición subjetiva y 'a priori' de la penetración, pues el fenómeno es ya una síntesis, una construcción mental, cuya materia procede de los estímulos (sensibilia), pero cuya forma impone el hacer (verbo tun, en alemán) desde la imaginación, espacio y tiempo, pues no solo lo que hay, sino también según somos, según el yo imaginante y pensante. Todo pensar supone al sujeto que piensa (René Descartes) y, por consiguiente, la representación no es un simple reflejo. La noción de que la imaginación hace posible el conocimiento sensible o su trascendental actividad en nuestra "visión" del mundo fueron previstas ya por el asociacionismo de David Hume, y mucho antes que él por Juan Huarte de San Juan, en su Examen de ingenios (1575).
  • Edmund Husserl: La fenomenología es reconocida como la raíz teórica fundamental de esta escuela psicológica, debido a su comprensión de la experiencia consciente como una experiencia fenoménica. Tanto en los conceptos fundamentales de la teoría de la Gestalt como en sus métodos experimentales existe la necesidad de comprender la experiencia consciente como vía fundamental para la descripción de los procesos mentales.

Gestalt y diseño[editar]

Véase también[editar]

Referencias[editar]

  1.  Brigas Hidalgo, A. (2012). Psicología. Una ciencia con sentido humano. México: Esfinge. 168 pp.
  2. ↑ Saltar a:a b Kolers, Paul A. (1972). Aspects of Motion Perception: International Series of Monographs in Experimental Psychology. New York: Pergamon. p. 3. ISBN 978-1-4831-7113-5.

Enlaces externos[editar]