May 14, 2010

IMPRESIONES DE ALEMANIA DEL ESTE (DDR) ANTES DE LA CAÍDA DEL MURO DE BERLÍN


IMPRESIONES DE ALEMANIA DEL ESTE (DDR)
ANTES DE LA CAÍDA DEL MURO DE BERLÍN

LEIPZIG

5-7-89

Estoy escribiendo, queridos amigos, desde los jardines de la universidad.
Por 10 pesetas te haces seis viajes en tranvía, después del cambio en el mercado negro, que ya lo hemos hecho con los cubanos en las habitaciones.
En Leipzig hay también mucha contaminación, porque hay un cinturón industrial alrededor de la ciudad, y al Sur.
Hoy me he dado el primer paseo por la ciudad de Leipzig que Merritz fundó, un príncipe saxón.
Hace un poco menos de calor, pero como en Madrid, pero que vamos que corre el viento.
En la Universidad hay un monumento a "Fausto" de Goethe, donde los borrachos estudiantiles son reconcentrados a no hacerlo, a instancias de la "politzei"-policía.


IMPRESIONES DE FRANCKFÜRT
(Diferencias entre un español y un alemán)

En la estación de trenes, esperando el tren nocturno que atraviesa la "zona fría" = La diferencia entre un español y un alemán es que mientras el alemán está en su estanque y puede dar marcha atrás, el cisne español tiene que volverse para girar.
"Y dados a girar los dos" el pato alemán lo haría antes, con más energía, hambre, amén de mayor grandeza y amplitud, ímpetu y desenvoltura. TRABAJO
(lo mismo hacen con personas que con máquinas)
Por otra parte, entre muchachos y muchachas, el alemán nunca tiene por qué dar marcha atrás.
También hay otra impresión. La cuestión de ir adelante triturando a quien se cruce, a quien sea con el acelerador o las luces largas.
Meten un clavo a presión, y luego dicen que el clavo era defectuoso, que no servía, cuando lo que ha ocurrido es que han utilizado la fuerza bruta, doblándolo.


El sábado fuimos de excursión a DRESDEN, los bombardeos ingleses al final de la II Guerra Mundial (ya no era necesario) acabaron con toda la arquitectura de la capital saxona, bombardeos masivos que acabaron con muchas vidas innecesariamente.
Estoy aprendiendo demasiado alemán con profesores y compañeros, vamos y nos movemos en taxies (coches particulares que paran al azar y te llevan por una moneda insignificante) tranvía y trenes a los alrededores (Halle).

Lo mejor de aquí son las librerías y bibliotecas y en la radio no paran de hablar de Gorbachov. Aquí en un año me dicen que la gente ha cambiado de mentalidad, y que desean que los viejos nomenklaturos y Honecker, ¡que se mueran!
La música en la radio es moderna y viene de Occidente (Mickael Jackson).
En el cuarto de al lado hay un norteamericano que madruga muchísimo y "tiene la Gramática Alemana por Biblia".
He comprado dos relojes uno de madera para Anselmo con cuatro retablos de la ciudad (2.500 pesetas) y otro para mí de cuerda y cadena de bolsillo (185 pesetas).
Menudo cachondeo tenemos con los ascensores, son como cajas abiertas que suben y bajan, y coges en marcha en la Universidad.
También cantamos y aprendemos canciones de Otoño (O´Tannenbau).

Después de visitar el campo nazi de concentración de Weimar (Buchenwald), dejé todos mis libros de alemán en la puerta de dicho campo de holocausto, y ya no he vuelto a estudiar el alemán, cuando queda una semana para acabar mi curso aquí. En la Universidad los maestros me han pedido explicaciones, pero yo "erre que erre" dije que no, y me han enviado al Hospital de la Facultad y me han dado unas gotas por si duermo mal. En todos los países del Este practicaban la Psiquiatría para los que no eran adictos al régimen.


6-7-89

Tengo sellos del 200 Aniversario de la Revolución Francesa.
DUERMO BIEN, tengo siesta y estudio mucho alemán.
Y de amor, me han regalado una "PIEDRA DEL BÁLTICO".


7-7-89 SAN FERMÍN

Estoy haciendo mis deberes con los mejores amigos aquí: Javier (de Bilbao, mi compañero de habitación) y Marisol (de Burgos) y que el próximo año se va al norte de Italia un año por el proyecto Erasmus europeo.


(Ha habido una pelea en un cuarto de la universidad, debido al cambio negro de dólares y marcos de la Bundes).
Estamos estudiando mucho, demasiado.
Hay un campo aquí más grande que el Retiro, con una iglesia bizantina con cúpulas acebolladas-moscovitas donde voy todos los domingos por la mañana de paseo, permanezco dos horas escuchando cánticos y el ritual ortodoxo, y rezo con la mirada. En ese campo hubo una batalla que ganó Napoleón en la cual según una placa murieron en un día de guerra:

- 22.000 Rusos
- 19.000 Alemanes
- 16.000 Austríacos y 500 suecos
(sin contar las bajas francesas)
¡¡¡Qué horror!!!

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