La estructura del universo sale de un átomo estable que funciona como la estrella de David. Pero en la estructura aparece un límite que es una catástrofe, pero que es benéfica. Hagamos lo que hagamos, son fracturas, la estructura está rota. La utopía en la URSS está realizada, y el capitalismo también es una utopía realizada; pero ya no hay ideas para avanzar, para cambiar, según Gadamer. ¿Es racional la estructura del sistema capitalista?
Reducir los costes con la robótica, reducir el número de asalariados y querer que todos consuman.
La estación de Chamartín tiene más de mercado que de ferroviaria. El tren es una estación que se traslada, o sea, un mercado que se traslada.
Ésta es la racionalidad del sistema; por un lado, la mascarada del sistema, el paso de lo habitual (jornada de desasosiego) a lo ritual (despilfarros en lujos innecesarios). Por otro, la realidad social desintegrada, carente de moralidad. El valor sin dinero no se puede expresar, el valor es congénito a la clase que lo tiene, los desposeídos no tienen esta virtud de valientes en el sistema económico.
Y si entre el conocimiento de los principios de la razón y su aplicación se nos interponen los deseos o pasiones diarias, aquéllos no los aplicamos. Se produce la "huida en cascada"; cuando te encuentras ante un salvavidas o la catarata y el tiempo de decisión es corto, tu movimiento es siempre hacia la cascada. ¡Y dicen que los franceses son tacaños por no consumir! Tan ilustrados como los que no votan si no hay la oportunidad de un proyecto de razón.
(Cartas a EL INDEPENDIENTE, junio 1991)
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