May 10, 2010

EL CANTO DEL ESPOSO

“Por servir a otros dioses, Dios hace desaparecer de entre las familias el grito de alborozo y el grito de alegría, el canto del esposo y el canto de la esposa...”
Jeremías 25, 10-11







































LA INMACULADA DE MURILLO


Ella está fuerte, desnuda y limpia
y los niños también.

Ella ve lo duro y penoso que es el mundo,
que no es eterno sino que mata,
y en los niños hay una esperanza,
un sueño, una idea de amor y de bien.

Ella está enamorada
y los niños llenos de amor,
radiantes de felicidad.

Ella espera un niño,
y los querubines saben lo sufrido
y molesto que es nacer.
Ella tiene que darle de mamar a todos,
y ellos tienen hambre.

Ella mira al cielo y pregunta a Dios:
"¿Por qué me lo quitas?"
Y los niños miran lo divertido que es la vida.

Y ella, la madre,
siente más de cerca que nadie
el drama de la vida y de la muerte.






















LA VIRGEN DE LA PAZ DE ALCOBENDAS


"Por vuestra grande bondad
Señora, os aparecisteis
y como el iris lucisteis
sobre aquesta vecindad;
y pues desde aquella edad
fuiste de la Paz llamada,
dadnos la paz verdadera
Virgen de la Paz sagrada".

"Cuando quisiteis dignaros
de habitar en esta villa,
una humilde pastorcilla
tuvo la dicha de hallaros;
y pues que nadie encontraros
podrá con alma turbada,
dadnos la paz verdadera,
Virgen de la Paz sagrada".

"De la higuera trono hiciste
para que el hombre allí escoja,
no como Adán sólo hoja,
sino el fruto que nos diste;
y pues cuando le pariste
La paz no fue publicada,
dadnos la paz verdadera,
Virgen de la Paz sagrada".






















THE IRISH ROVER


Ayer estaba estropeado el teléfono del Irish Rover. Me devolvieron cincuenta pesetas que se me había tragado. Pero al insistir en volver a llamar, los camareros desaparecieron de aquella esquina del pub y perdí finalmente una moneda de veinticinco pesetas. Por cierto, la función de música celta empezaba a las diez y media de la noche pero había pasado una hora, y mi amigo Luis di Matteo se fue sin frisar a ninguna. He bebido un poco. Hoy, al madrugar, veo moverse unas hojas verdes de una planta en el centro del patio que está dentro de una gran maceta de cemento. Parece el trébol de St. Patrick. Hace pues mucho viento en la avenida del Brasil. Es un día fresco, de esos en que los que los dioses proveerán. Por tanto, me pondré la chaqueta verde clarita y un pin de Murphy en la solapa que compré ayer en el Irish Rover y me conjunta muy bien. "Me dará suerte en el ligue" me digo, y así lo espero. Esto es de creer en Dios. Y de tomar cerveza inglesa sin alcohol. Quizá Dios quiera que conozca mucha gente equivocada antes de que conozca a la persona adecuada, para que cuando al fin la conozcas, sepas estar agradecido.

Enseña el ombligo la tonta,
la teta la que puede,
el culo caballar la que lo tiene.
Y no me dejan pasar.


























AL DÍA


Había ido al Banco a llevar unos talones, y una chica que estaba delante de mí en la cola con unas perolas muy grandes, le dijo al cajero:
- Me las pone al día.
Eché una sonrisita para atrás, y gesticulé graciosamente, tapándome con una mano, y ella que se dio cuenta, pues al descubrirme que me estaba riendo, me dijo:
- No me refiero a estas, me refiero a las libretas.
- No, perdona, es que me ha gustado mucho tu expresión.
Al terminar la gestión, ella me esperaba en un rincón del banco, a un paso de la puerta de salida, y me dijo:
- Vivo aquí al lado, ¿te apetece un “tentempié“?
- No puedo negarme, es lo que más me gusta en esta vida -la contesté.
En el ascensor la dije que eran preciosas, y subiendo por el talle, se las acaricié. Ella se pegó a mi pecho, y nos comimos a lametones, sus pómulos rosados, los mofletillos rubios y los labios carnosos de sus posaderas.
































EL BRILLANTE


Puse el churro más grueso y largo en el plato, a modo de falo mirándola, entre sus manos.
Y ella que no había encontrado otro sitio, me dijo:
- ¿Te gustaría bajarme la falda de cuero y meterme tus manos entre mis senos?
- Espera que coja una servilleta.
Y con los dedos grasientos, intercedí a su deseo, metí mis manos en la hoquedad, y de tal placer, se me cayó el café con leche en el portón del pantalón.
Y ella me susurró sonriendo:
- ¿Es que no sabes...,es que no sabes beber en un sorbo la vida?




































PRIMER SAN VALENTÍN


En San Valentín hice una propuesta de oración: "La Naturaleza está matizada, y pronto estará la tuya, verás en la misma veta, y encontrarás tu matiz, y tu matizadora". Y a principios de octubre conocí a Maite como si las intuiciones y los sueños nos fueran avisando.
Así durante quince años estuve leyendo, escribiendo, y tomando nota:
- Estoy en paro. No he formado familia.
Controlaba que el alcohol que bebiera no fuera mucho, me gustaban las películas de vaqueros, en verano iba a Portugal para ahorrar, hacía muchas fotos, examinaba, pues, qué era lo que me hacía estar satisfecho de mí, quería que las cosas que yo consideraba reales tuvieran parecida índole y similitud conmigo, y que yo me amoldase exactamente a ello para defenderme de mi enfermedad y verme normal como los demás. Al menor asomo lo cortaba de cuajo.
Dejo el Azar en manos de la Naturaleza: "múltiples cruces de fuerzas causales", y también en manos de Dios. Hay cosas que suceden y no se explican por la razón, sino tan solo por la fe.
Estaba hablando en la consulta con mi psicólogo:
- He descubierto una chica que tiene un nivel intelectual un punto por encima del mío, perdón, dos puntos por encima del mío. Desde los tres años tenía un libro en su regazo gracias a su abuelo Blas de Aracena –que trabajaba en una editorial y era ciclista republicano como el mío-, y yo empecé a leer a los dieciocho gracias a la biblioteca de mi padre...Ella es Maite de Alcobendas y su hijo Andrés de cinco años. Todo empezó al reírme yo de un ábside mozárabe en Cuellar...Y dio para mucho: ¡Las mujeres tienen una gran seguridad en sí mismas!¡Fíjate, son madres!¡Hay que ver la cantidad de estupideces que las mujeres oyen de boca de los niños!¡Y los hombres son como niños!
Y una premonición:

"DECLARARME DEPORTIVAMENTE,
NO SE TRATA DE GANAR SINO DE PARTICIPAR,
YO ME DECLARO,
Y DOY TODA LA LIBERTAD PARA QUE ELLA ME RESPONDA COMO QUIERA".
Ni se lo digo, ni no se lo digo
Si me dice sí, se lo digo.
Si me dice no, no se lo digo.
Y sigo bloqueado.

¿Y qué es lo que me hace más feliz ahora? Porque sé que las cosas van bien. Todo encaja con ella. Elegimos una mujer en el paso de toda una vida.
Maite se enamoró del amor y de la posibilidad de ser ella misma. Y ser madre no le ha mermado el sobrenombre de el Cuerpo.
Y un destino común. Maite tiene una capacidad de amor sorprendente:
- Os amaré y así os haré más fuertes.






LA GARROCHA

La miraban mal porque se le iban a salir los senos. Ella bailaba recia sin ningún tipo de comedimiento ante el macho de la barra. Ella, siendo una mujer rítmica e ignorando el peligro de la lujuria, se contoneaba concediendo al amancillamiento de los machos. Se reía con una fuerte potencia de febrilidad masculina. La luz de neón desdibujaba en el antro un aire de "nunca digas que no".
Un personaje de tez cetrina, mirada sombría, aire de renegrido, cernícalo de coto privado de caza extremeño, bulléndole la retina acuosa de las gafas oscuras, babeándole las axilas, siendo relaciones públicas de un grupo de separados y anfitrión de almas infravaloradas a comisión, ese Manuel observaba las pistas donde patosas treintañeras pastaban bailando ofreciendo sus cuerpos a las miradas de bigotes, calvos con corbatas, tordos comerciales y cetros ajenos. Y su adlátere, el enchaquetado Bruno, hacía estragos entre las sacerdotisas del amor.
- Mira -me dijo de improviso Bruno, ese nefasto abogado que cobra y dilata las disoluciones, señalándome a dos llamativas y artificiales rubias que se contoneaban en el centro del corral metálico, y añadió:
- ¿Por qué no me ayudas con esas dos panteras?
- - Porque son de usar y tirar.
- ¡Precisamente eso es lo que yo ando buscando!
- A mí eso no me interesa.
- Entonces eres el compañero perfecto que también andaba buscando.
- A mí me gustan las mamás que son una monada. Por ejemplo, Maite.
Maite me miraba desde el otro ángulo de la discoteca, se reía y me hacía la mímica del buitre, fauna que por allí merodeaba mucho en ese instante. Me invita a acercarme a su mesa:
- Tú tienes una cierta gracia, tú tienes un buen fondo, un corazón que no te cabe en el pecho, Jorge.
- Gracias, Maite.
- Mi hijo va a ser muy guapo, ya lo es, mira qué foto.
- ¡Qué pena que los niños crezcan!
Manuel me sigue los pasos:
- ¡Vaya, vaya!¿Te quieres enrollar a Maite?
- Todo lo que ves aquí ha sido parido por Pequeñas e Inmensas Madres.
Maite se levanta y se va a bailar, y nos deja solos a los dos.
- Dila, lo siento nena, hoy no hay más liquidillo para ti.
- ¡Que te ha oído!
Se acerca un grupo de ligones con pelotillas en la barriga, cuatreros y con gafas de posesos. Van comentando a voces con un cubata en la mano a estrenar.
- Demasiado tranquila, a mí me gustan más vivas y divertidas.
- El sexo de una mujer me recuerda el Pabellón Español de un galeón, hundiéndose, retorciéndose... y crujiendo entre maderos y olas...pero para salir a flote...siempre de nuevo a flote.
- Las piernas de las mujeres son señuelos que la Naturaleza puso a nuestro paso para la Procreación...
- Eva lo hizo por aburrimiento...y Adán por curiosidad.
- Tendrían que poner aquí la máquina de la verdad...,cada vez que veo a la negra y el tio ese, me río... ¡esto sí que tiene morbo!
- A mí Jorge, no me parece más que un infiltrado simpático.

Laurentino me jura y perjura que no está enamorado de Maite, y que no le va. Que no es su tipo. Está intentando negar lo evidente. Rodrigo está encima de una gordeta bailando con los puños doblados para dentro y rozándola constantemente. Maite aparece con su camiseta a rayas de marinera del acorazado Pontemkín enseñando la entrepierna. La miro todo lleno de lujuria, y se me arrima un poco más, porque me voy, y nos vamos pronto a casa, y la acompaño. Laurentino, Eugenio, Bruno, y otros calaveras, separados o divorciados porque yo sigo soltero, están llorando porque ven que me voy con la mejor del grupo. Ya es muy tarde y Maite está un poco beoda.

- Hoy hubiera podido tener a cualquier hombre.
- Sí, pero solo por una noche.
- Mi amor está despierto por ti, seas por siempre bendito en mi corazón.
- ¡Tú lo echas, yo lo capto, y luego te lo digo, estás muy hermosa, Maite!¡Me gustas muñeca!
Y luego subimos a mi casa.
- ¡Ven, que te empitone, morlaca!
- ¡Negro, bragado y zahíno!
- ¡Ja, ja!
- ¡”A porta galolla”!
- ¡Ja, ja!
- ¡Bien puestos los cojones, macho mío!

Y Manuel se quedó en la discoteca contando:
- Subimos a su casa. Ella cogió mi miembro, y se lo metió en la vagina, y empezó el movimiento. A ratos pude hacer la bestia sexual que ella me demandaba. Los vecinos no paraban de oírnos y reírnos. Y yo no paraba de brincar con ella.

- ¡Eh, Torito!¡Ven aquí, amor mío!
- ¡¡¿Cómo?!!!,¡¿cuánto has bebido??
- Eres un culo, un culo muy bonito...
- ¿Me quieres amor mío?













EN BRAZOS DE LA NINFA


Hace niebla y la humedad por la noche en el paseo de Recoletos ha desvelado un solo secreto: ella luce el pelo rizado a lo charlestón de la época “art decó”. En mi mente repiquetea: "Jorge, te quiero tanto, estoy tan enamorada de ti". A bocajarro.
Al pasar junto a las columnas de la antigua fuente de la Mariblanca, la abracé, y ella me cogió de la cintura.¡Por Dios, cuánto tiempo sin esa agradable sensación, me sobrevino un pálpito, lloraba interiormente de emoción!
Andrés estaba llorando. "Para mí Andrés es un frágil arbolito que hay que cuidar, un príncipe, un patito real, la razón de que yo esté aquí, de que le busque un padre, de que te busque a ti, para que me dijera que tú acaso eras un ángel que había llegado a casa". Maite es una rosa muy becqueriana con espinitas y florete verbal.
Dos días después nos besábamos por primera vez envueltos en la neblina junto a la estatua del Oso y el Madroño, a las doce, en la Vigilia de la Inmaculada, en la típica Puerta del Sol. El amor tiene algo de mágico y en un mundo mitológico y madrileño las palabras se hacen reales. Lo sobrenatural está dentro de lo natural. "Yo no puedo vivir sin ti". Subíamos por Cibeles y la Puerta de Alcalá, de aquí para allá, en el Bellas Artes nos prometíamos que algún día iríamos aquí de Carnaval a disfrutar de los disfraces y a reírnos con la gente.


























EL FIEL DE LA BALANZA


Todos los comienzos son difíciles. Maite descubrió en el inicio de nuestra relación que yo tenía la nariz torcida y un gracioso hoyuelo debajo del labio.
- Me gustan todas las formas escultóricas de las mujeres con sus barrigas salidas de forma...
Maite me dice, que cuando tengo los ojos cerrados tumbado sobre la cama, es cuando más guapo estoy.
- Tú eres mi mujer, la que yo más quiero.
Ella dice que bailar es soñar con los pies, por eso me hace sentir más vivo con la música y su perfume especial.
- Te llevaré luego a la cunita, y pondremos una semillita aquí, y miraremos a la Estrella de la Vía Láctea cuando te hagan una Nueva Ecografía. Nos casaremos y tendremos otro niño.
- Mejor niña, que tiene más destino.
- Yo te suplico a ti falo, que te me reflejes entre las piernas de ella.
Esta noche Maite me ha hecho la lapita, me ha buscado, se ha acurrucado porque me quiere, porque tiene frío, y no sólo eso, sino porque nos queremos mucho, porque de cintura para abajo estoy muy bien. Y ella para arriba es todo tetas. La felicidad es rozarle los pies a tu pareja y estar de buen rollito con la familia. Eso es el Cielo aquí en la Tierra.




























FIAT VOLUNTAS TUA


¡La amada con su barriguita a mi lado!¡La llamas de verdad a lo que sea!¡No es del todo cierto!¡Se abren los ojos a la Maravilla cuando se tiene a un niño en casa!¡Y los niños traen más ángeles a casa!¡Los niños matan con sus ojos lo malo que ven en los mayores!¡Los niños ven cosas que los hombres no ven!
- Me gustaría tener en un brazo a mi hombre y en otro a mi hijo.
Y yo la contesté inmediatamente:
- Sí, yo quiero, ese soy yo.
Cuando Maite estaba en el Instituto de la Mujer en un curso para separadas y maltratadas, una compañera le escribió en un papel: "Me gusta tu actitud positiva ante las cosas negativas y cómo eres capaz de tener esas cacho uñas sin romper".
Al nacer, todas las madres han firmado un contrato con la honradez. El acto de nacer no fue un gesto desinteresado de los padres. La maternidad obliga a las mujeres a hacerse más morales, aún si cabe. Pero un mal hombre destruye la justicia natural.
Todo empezó con un: "¿Nos perdemos?". Y nos perdimos en aquella discoteca. Mi alma ya estaba entera y el alcalde José Caballero nos casó en Alcobendas. Y la Virgen de la Paz que nos protege desde su Ermita.

Las manos con las que cuidas nuestras vidas,
y nos alimentas.
La mujer nos da el sexo,
el amor y los hijos.
Dios está en el sexo: de él venimos.
Tu destino se fragua en la cama.





















EL IMPULSO DE FAETÓN


- Mira Andrés, si pides algo, como eres niño, todos te lo darán. Además, con dulzura, y con suavidad y con amabilidad, como dice San Juan de la Cruz, conseguirás cosas, que de otra forma ni siquiera por la fuerza.
- Mamá, no sé por qué me acerco tanto.
- Pues sepárate. Borra eso.
- No, no...
- Si no veo más limpieza lo borro todo. Que tienes el cuaderno sucio y empiezo a tirar de hoja...
- No, noo...
- Andrés, obedeece...


- Siéntate bien, cariño.
- ¿No puedo estar así un poco?
- Lo digo para que estés cómodo.
- Así estoy bien.
- ¿No lo entiendes?
- Pues no.
- Ponte un cojín.
- Sí, aquí, en el culo.
- ¿Esos brujos son malos?
- ¡Muy malos!¡Pero esto no, y no!
- ¡No quiero que te enfades mami!
Andrés ha escrito su primer poema en clase: "Cuando está cautiva/ parece más creativa/ pues está más viva/ mucho más activa./ Siempre ha estado imaginativa/ pero nunca posesiva". A mí me parece que se lo ha dedicado a su madre.


Andrés abre la carpeta y empieza a sacar papeles, y va recortando las cartulinas azules y amarillas, y va mostrándonoslas. Pegamos, pintamos, escribimos, hacemos lo que nos dicen las palabras, observamos lo que nos dictan y todos nosotros atendemos a la tele con un libro en las manos. Nuestras cabezas se cimbrean al son de las tormentas de verano. Los noticiarios aludieron a que las polillas heredarán la Tierra.
En ese momento suena el teléfono. Andrés va rápido a cogerlo como tiene acostumbrado hacerlo.

- Sí, hola Papá.
- Yo bien.
- Sí, dónde estás, bueno nada...
- Van a venir los abuelos, vale.
- Bien.
- Venga.
- Papá. A las seis y media...

- Andrés, dile a tu padre que no se dedique a divertirse hablando mal de nosotros, que mamá es buena, y si no la quiere, es porque algún mal le habrá hecho.

Durante el descanso publicitario de la Toma de Akaba me dio tiempo a lavarme los dientes, bajar la basura y ponerme el pijama. Nos retiramos al dormitorio. Le doy masajes y le recito haikus al mismo tiempo. Todavía está firme su pecho, el ejercicio de su libertad, el desafío, el desenfado e incluso el descaro por ser mujer. El no tenerle nunca más miedo a un hombre.
El niño ya duerme profundamente. Antes de acostarse me pidió que le alcanzará uno de los vasos de plástico para beber agua con forma de zigurats de colores del armario de la cocina. Entonces me la llevé a la cama, la cogí de los pechos e hicimos el amor.





































EL TITANIC

He colocado la compra que acaban de traer. Las naranjas que no son FBI –a las que Andrés llama "yankees"–, son más pequeñas y están más ácidas. Hemos guardado en lo alto del armario blanco los turrones, los polvorones y los mazapanes para las visitas.
Maite siempre está haciendo algo cuando yo he terminado. Ha recogido los platos del desayuno y los ha metido en el lavavajillas. Ahora va a lavar ropa a mano. Y me ha pedido que haga bien la cama.
A Andrés le gustan mucho los barcos, tienes dos de piratas de playmobil y se repasa constantemente el video de El Titanic y tiene el CD con su música. Monopoliza como un ególatra toda la atención en casa. Menos mal que fines de semana alternos se lo lleva su padre Jose Carlos. Por ahí va la cosa del mal rollo de un Ego Leo. Hay que cerrar el paso a las metabobadas para no acabar todos metaentontecidos.
Escribo en mi cuaderno:

>>Andrés tenía ocho años, cuando quería poner el video, y yo no le dejaba,
>>porque quería escuchar las noticias, se transformaba antes de cenar en el
>>enano loco del Titanic: el movimiento se iniciaba con los dos dedos del
>>obispo de Burgo de Osma, se ponía el batín de mando al salir de la ducha,
>>ponía el codo en la mesa blanca como el peor borracho del puerto, ponía
>>zancadillas y daba timbalazos en la testa al resto de los marineros, bajaba
>>las escalinatas empujando como si hubiera un incendio en la sala de
>>máquinas, y llevaba el canario Cipi a la cocina como si fuera un faro
>>oteando si alguien se había escapado a tumba abierta, al acostarse
>>encendía una esfera cerúlea para contemplar cómo los peces no salían
>>de las profundidades...

Andrés sueña despierto con los libros y ha hecho una relación: si tuviera que ir a un planeta lejano se llevaría bombonas para respirar, transporte para ir allí, comida para comer, armas para defenderse y un traje especial para andar con él.
Maite está mal de la tripa. Sólo va a tomar un yogurt natural.
- Voy a cogerme una cucharilla para mi yogurt...
- Cógele otra a mamá para las fresas.
Andrés coge la suya y se olvida de la de su madre. Y llegamos a los postres.
- Cógele una cucharilla a tu madre que te has olvidado.
- Pero yo ya he terminado.
- ¿Y qué?, te levantas y la coges.

Andrés se acuesta. Tiene pánico nocturno y miedo a dormir solo. Ha dormido muchas veces con la abuela y con mamá. Hasta que a los cinco años llegué yo y le eché del templo sagrado que tanto gusta a los niños.
- ¡Jorge, cierra la puerta!
- ¿Por qué tengo que cerrarla?
- Porque tú me dijiste que cuando yo cumpliera seis años, las puertas quedarían abiertas. Y todavía no los tengo.
Entonces voy, y la cierro. Y me callo para complacerle, pero le digo:
- ¡¡NO EXISTEN LOS FANTASMAS!! Como esté tu cuarto, así estará tu mente. Recoge antes de acostarte tus numerosos juguetes para que puedas dormir bien.
- No seas duro con él.
- A este niño le explicaré, lo que a mí no me explicaron. Yo también soy hijo de padres separados, y sé por lo que está pasando. Y encima hay gente que nos detesta.
Andrés y Maite se han estado contando chistes antes de acostarse.
- Este libro es buenísimo, pero hay que tener cuidado porque algunos chistes no son para él.
Y se oye una vocecita desde el pasillo: "¿Cuál?"
Es Andrés que desde su cuarto nos ha estado escuchando.






































YA HA PASADO UN AÑO

Miraba por la ventana al niño maltratado jugar en el patio a media tarde. Se ahogaban muchos gritos en aquel triciclo que se subían por las paredes sucias de la chimenea de la cocina. Mi ropa tendida calaba sobre sus oscuras cabezas de almas pintadas de nuevo y la de la vecina de arriba sobre las nuestras, también intentando arropar aquellos llantos de aquel hogar.
El frío me debilita y se me bajan las defensas y los neurotransmisores me fallan y me deprimo en esta época del año. El madrugón es muy fuerte al amanecer en el oscuro noviembre. Esta es mi pena y penitencia del pasado. Las pesadillas de infarto.¡Si Dios me diera noches buenas!¿A quién le debo todo este dolor cuando rememoro el pasado?
Siento el frío que me envuelve cuando camino por la calle cuesta arriba. Mi corazón helado y desprotegido no acierta a andar con las piernas frías. No llevo ropa envuelta, el viento me lleva, las baldosas están frías, la calle parece estar hecha de riachuelos de hielo. Las paredes están impávidas ante mis pasos huecos, me retumban a vigilia en el espacio bajo el que no hay nada. Polvo enhiesto soy andando, saco de cuerpo rápido que va mañana a trabajar, tan sólo el pecho es de acero y tengo altibajos en el corazón.































ME PIERDO

Al limpiar el cuarto de baño, que se limpia dos veces a la semana, un cucarachón ha saltado a la bañera desde el estropajo que estaba en la ventana. Afortunadamente Andrés ya había salido de la bañera.
- ¿Qué tal te encuentras?
- Me estoy recuperando.
- No estás limpiando el polvo, lo acaricias y lo cambias de lugar.
Maite me quita la pelusa del joyero que llevo en el ombligo y las enormes polillas que han entrado en la terraza por las tormentas de verano descubren que nuestras cabezas se menean en el sofá al tronar de las lecturas. En esta familia somos todos unos cabezones devorando libros.

Tardes intensas de arisca sanctorum. Su madre me ha dicho que esta tarde su hija me pondrá los puntos sobre las íes y que esta noche terminará trazándome las tés. Suena a reconciliación. Las cosa humanas van más despacio de lo que creemos pero cuando llega el cambio brusco, entonces ya no tiene solución. Es la Atmósfera la que hace al ser partícipe de sí mismo. Existe un ineludible rerum natura que es fácil de demostrar en el matrimonio. El mayor sentido de la vida es dormir abrazado a tu esposa y rozarle los pies todas las noches.
- ¿Por qué tengo yo que parar los golpes primero y ocuparme de todo?
- El círculo de la familia estraga a veces.
- A veces tienes un cristal.
- Es que me duele el mundo.
Me da un beso y el hechizo desaparece.
- ¿Por qué te encuentras tan mal?
- No me encuentro, estoy decaído y con malestar.
- Llevas una armadura de metal.
- No ves que estoy enfermo, y no me entiendes, tú quieres salir a bailar, y yo, yo ya no puedo más con las tareas de la casa. Me agobias y no me comprendes.
- Si no me riegas, la flor se marchita.
- Vociferas, y te enfurruñas, y yo me siento muy solo. Quiero estar a solas sentado en el sofá con una manta, leyendo, tan sólo quiero eso...Y el televisor, estoy harto de tanto anuncio y de tanta “comodidad opresora”, de tanta tele. Es como si un hierro incandescente atravesara mi cerebro.
- Espera un poco más que te haga padre.
- Quien juega a perderse acaba perdiéndose.











MI PROPIA DESNUDEZ

En el Polideportivo Maite nadaba con dos brazos largos y una brazada corta, o cinco menos y una cortita, y ahora dos grandes y otras dos menos grandes y una final, antes de ir a introducirse en las duchas.
- ¿Por qué miras a la vecina?
- No, quería gastarte una broma, hice silencio, y me ha salido el gesto.
- Ya me dices muy poco.
- ¡Maite, tú has sido el gran amor de mi vida!
- ¿Tiene límite mi sufrimiento?
- No sufras más, a mi lado está tu felicidad.
- No puedo soportarlo más, me haces ver demasiado mi propia desnudez.
- Nos estamos pasando a decirnos cosas.
- No cariño, cambiaré.
- Estoy cansada, de incomprensión, de intolerancia. Haces sufrir a los que viven contigo. Un año es lo que va a durar lo nuestro.
- No.
- Si me amas, ¿por qué me produces pena alejándote de la vida de los tuyos? El niño se te acerca para darte un abrazo, y te retiras. Me acerco para darte un beso, y me esquivas. Salvo milagros, éste es el único hijo que vas a tener.
- La ciudad entera se me mete en la cabeza. Tengo mucho trabajo, no llega la paz y pierdo el humor y el erotismo.
- Desconfías de todo el mudo.
- Sí, pienso que la naturaleza humana es negativa.
- Entonces deberías de vivir solo, aislado en una isla.
- Maite, yo te quiero, de verdad.
- Escucha, y obedéceme a lo que te digo. Nosotros no nos deseamos ningún mal.
Y se me salta una lágrima.




















Día de la Primavera, 21 de marzo de 2002


Querido Andrés:

El pasado domingo estuve en la Plaza de España, y a mi lado estaba sentado un niño como tú, bueno, de la altura de cuando te conocí por primera vez en el 2000, porque ahora seguro que estarás grandecito. Este niño se aburría y quería jugar: tenía una mirada preciosa, en todo era como tú: el caso es que languidecía porque se aburría e hizo una pelota con un papelucho y se dedicó a darle patadas, y a machacarla con el barro del charco: se movía de aquí para allá, y luego se abraza a su madre, su vocecita entonaba muchas veces: "mamá, mamá".

Cuando oí su nombre, Jonathan, lo ví corretear por otra zona del parque que tenía acotado por su madre, que no, que de ahí no pasara, que no se alejara más. En ese momento yo le hubiera dado una pelota, y hubiera sido muy feliz, dándosela, que es lo que me hubiera gustado hacer contigo.

Pronto regresaré a casa, queda poco para que terminen las obras y otra vez estaremos juntos los tres.

Tu Gran Amigo


El Ángel de la Guarda
























LOS DIBUJOS ANIMADOS

Cada mañana me despierto y me aventuro al mundo con la confianza de sentirme seguro en la mente y el corazón de la otra persona. Sabemos que nuestros destinos están unidos. Sabemos que podemos contar el uno con el otro, sin importar dónde estemos. Y sabemos que volveremos a acurrucarnos una vez más en la seguridad de nuestros arrumacos. Comienzo cada día dando gracias desde el fondo de mi corazón por la oportunidad de amar y ser amado.
- A veces pienso que yo no sería el mismo sin vosotros.
- Claro que no, nadie es lo mismo sin su familia. Y con nosotros tienes estabilidad.
- Un hombre enamorado, es alguien que hace más que lo que puede. Si te perdiera a ti, ¡qué más me diera morir la muerte entera! Quiero asumir la tutela que le corresponde a Andrés.
- La biología no construye sino la conexión con el niño, y esto construye familias, y nosotras las mujeres lo sabemos.

Es sábado. Estamos en la cocina desayunando bizcocho que la abuela July nos ha preparado con mermelada de arándanos.
- ¿Compramos el video de los Cinco Hombres.Com?
- No sé si puede verlo Andrés.
- La parte del cubano es muy fuerte.
- Está lloviendo, ¿adónde podemos ir mañana?
- A patinar.
- Me voy a la peluquería, os voy a dejar haciendo las camas.
- ¿Mamá, puedo comerme estas mediasnoches también?
- Ya has tenido bastante. Bueno me voy a arreglar. Portaros bien. Tú puedes ver un poco la tele, después de lavarte las manos.
- ¿Puedo poner la tele?
- Sí, Andrés, puedes.
- Menos mal que ayer recogiste la ropa de las cuerdas. Parece que va a llover.
Andrés está viendo los dibujos animados. Aparece un anuncio de un Oso Yogui rascándose la espalda en un McDonalds.
- Hoy vas a ir ahí, a uno de esos, al cumpleaños de Elena.
- Ya lo sé.
- ¿Quieres que te saque un libro de la Biblioteca Pablo Iglesias, Maite?
- Sí, el de La mestiza de Pizarro.
Andrés se ríe a carcajadas por lo que echan en la tele.
- ¡Novita se ha pasado!
- Andrés, obedécele a Jorge-que-es-tu-papi-aquí. Cuando diga de ir a la biblioteca, después-de-hacer-las-camas, dejas-de-ver-la-tele, te vistes y te vas con él.
- Antes tengo que afeitarme y ducharme.
- Pero la zona infantil está cerrada.
- Te llevas un Mortadelo y te quedas sentado en la zona de adultos, mientras él rebusca unos cuantos libros.
Maite por fin sale del cuarto de baño.

- ¡Bueno, me voy que llego tarde!
- ¡Ah, tengo mocos!¡Ahora me voy a duchar yo!¡Mira qué niño más tonto, le han regalado un video juego!
- Pero si es el más listo de la clase.¡Es Novita!
- Mira Andrés, tampoco quiero que hablemos de fútbol en casa...Ayer pegaste un grito cuando salió el Atlético de Madrid y el fútbol decía mi maestro que es fascismo, una masa, un color, una bandera.¡No quiero guerras en casa!
- Bueno.
- Cuidado con ese pantalón, guárdalo que se te puede arrugar.
Maite nos da un beso a cada uno y se va a la peluquería. Se da mucha prisa ahora.
- Me llevo el paraguas.
- Llévate el grande para que no se te moje el pelo cuando salgas.¿Novita es una chica?
- Es un chico.
- Pero parece un chico muy femenino, ¿no?
- No.
































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1 No debo despertar a mama
2 No debo despertar a mama
3 No debo despertar a mama
4 No debo despertar a mama
5 No debo despertar a mama
6 No debo despertar a mama
7 No debo despertar a mama
8 No debo despertar a mama
9 No debo despertar a mama
10 No debo despertar a mama
11 No debo despertar a mama
12 No debo despertar a mama
13 No debo despertar a mama
14 No debo despertar a mama
15 No debo despertar a mama
16 No debo despertar a mama
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21 No volvere a romper nada
22 No volvere a romper nada
23 No volvere a romper nada
24 No volvere a romper nada
25 No volvere a romper nada
26 No volvere a romper nada
27 No volvere a romper nada
28 No volvere a romper nada
29 No volvere a romper nada
30 No volvere a romper nada
31 No volvere a romper nada
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LA FAMILIASTRA

Esta Semana Santa estamos limpiando el cuarto de Andrés que se ha ido con su padre.
- ¿Te gusta cómo le he ordenado los libros?
- Sí, está muy bien.
- Mira, La Santamaría.¿A ti no te han conservado nada de cuando eras pequeño?
- No, nada.
- Hay temáticas que prácticamente te repiten siempre. El Titanic sale en todos los blocs. Y las batallas...
- ¿Las bolsas las limpio con algo?
- Con un trapo húmedo.
- ¿Dónde he dejado yo el trapo rosa?
- Ahí, debajo de tu asiento.
- Mira qué bien hace la caligrafía. Las notas que tenía en el colegio Seis de Diciembre:”Destaca en todo”.
- ¡Cómo no va a destacar si el nivel era bajísimo!
Me agacho y me duelen las pantorrillas.
- ¿Cuánto tiempo llevas preparando la comida?
- Desde las nueve en que me he levantado.
- Esto es Palo Verde, ¿qué es?¡Ah, la ropa de judo!¡Aquí hay ropa que está muy limpia...!
- Es ropa de Bebé. Tenía esperanzas. Siempre he pensado que tendría varios hijos.
- Vamos por Dios, no sé dónde está el trapo del polvo.
- Ya aparecerá. El primer examen de inglés en su nuevo colegio Los Sauces.¡Qué mal lo pasó, por las tardes les hablaban en inglés y venía a casa llorando porque no entendía nada!¡Y ahora saca sobresalientes porque también va al Bristish!
- A lo mejor lo tenemos que dejar para el Puente de Mayo. No sé si acabaremos...
- Aquí te encuentras con la infancia. Cada vez que quiero revivirla no tengo más que venir a este rincón.
- Esto se tira. No tiene sentido este lenguaje. ¡Bueno acabáramos...!
- Mira con cuatro años los dibujos que hacía.
- ¡Eso, guárdaselo todo!¿Qué hago ahora?¿Quito la ropa?
- ¡Haz el baño!
- ¿Qué dices?
- El que pregunta y escucha, su mal oye.
Proseguimos limpiando la habitación.
- ¡Mira, cuando empezó a escribir! El primer cuaderno. Se lo voy a guardar. Es muy bonito.
- ¿El primero? Eso marca. Yo empecé por las Letras.¿Lo vas a guardar todo? Pareces una mamá holandesa...
- Las españolas también lo hacemos.

En el salón: la luz tenue en el cuadro de Monet con ese sol de ensueño. Los girasoles amarillos, las calabazas naranjas y la lámpara de garabato. Abro el armario nuevo de cerezo del cuarto del niño.
- ¡Ya tiene camisas casi de adulto!¡Su traje de la Comunión...!
- ¡Ten cuidado, que se arruga con solo mirarlo!
- ¿Qué hora es?
- La una.
- A la una y media tengo que quitar el guiso.¡Mira mis dibujos!¡También guardé mis cosas!¡Andrés no es el único que tiene dibujitos!¡Mira cómo escribía yo a su edad!
- Los chicos hacíamos más letras. Mis trabajos se perdieron en alguna de las mudanzas.
- Qué pena. Esto lo hizo Andrés con dos añitos en la guardería. Y también le ponían notas.¡Mira cómo pintaba, se salía de la hoja...!
- Éstas son tus radiografías, ¿no?
- Las guardo por si alguna vez me tienen que hacer una exploración. Es lo de mi espalda, son las dos hernias discales que tengo.
- A lo mejor es una desviación del hueso sacro.
- Le he puesto el Acueducto de Segovia más cerca de la mesa de estudio, le gusta tanto lo romano. Las preferencias se maman. De los cien libros de la colección Érase una vez el Hombre Andrés ha elegido los de la Edad Media, que es mi época.
- ¡Cuidado, no te des en la cabeza!
- ¡Sí, esa es mi especialidad!
- Todavía tengo que hacer las camas.
- ¡Mira qué bien ha dibujado el oído interno!
- ¡Genial!
- Ya le he reducido bastante el peso sobre su cama.
- ¡Qué susto, he tropezado con una caja!
- ¿Qué hora es?
- La una y veinte.¿Dónde está el trapillo amarillo?¿Te apetece un Martini?
- No, me duelen mucho los riñones y la espalda. Tengo muchos dolores, los tios afortunadamente no sabéis lo que duele la regla...
- A lo mejor tiene frío Cipi con la ventana abierta del salón, se está resfriando...
- Todavía tengo que cortar la lengua de vaca.
- ¡Qué mujer tengo!
- Aquí está el crucifijo de la comunión. Tu camisa y tus zapatos. Tienes que ir a recoger el traje. Te lo tienes que probar, por eso tengo aquí lo del niño y lo tuyo.
- Iba a ir el miércoles al salir del trabajo, pero me acortaron la jornada laboral y me vine directamente a casa.
- Lo voy a ordenar de otra manera para que ocupe menos. Los jerseys y las toallas en un montón y los pañuelos en otro.
- Yo de pequeño tenía poco, me acostumbraba a la pobreza. Y solo consumíamos cuando ya era miseria.
- Con mayor razón le tienes que dar lo mejor al que va a ser tu hijo del alma. Quizás tu único hijo...
- ¡Ya solo me queda limpiar este antiguo armario de roble, y ya está!¿Cómo decías...”tú no limpias, tú...”?
- ¡Tú esparces el polvo!
- ¡Uf, qué es este luto negro!
- Es el de aquel Entierro de la Sardina con mi amiga Carmen. Los hombres iban con capa y chistera y las mujeres íbamos de viudas.¿Vas a hacer ya la cama del enano? Un segundo: toma estas sábanas limpias.
- Hay aquí en este cajón un pantalón corto azul sin estrenar y con etiqueta.
- Me lo compré para ir a jugar al tenis.
- ¡Cuidado, que no paso!¡Vaya, tu traje de novia!
- ¿A que era bonito?
- ¿Y esto qué es?
- Son trozos de novia. Unos pañuelos de encaje para llevar las arras: el mío, el de mi madre y uno de mi abuela, los lazos del coche, los alfileres y el ramo de azahar...
- ¿Y nosotros lo vamos a usar?
- Nosotros no nos casamos con arras. A nosotros nos casa por lo civil el alcalde José Caballero. Se lo guardo para la mujer de Andrés por si lo quiere.
- Maite, se me ha caído esto del traje de novia que no sé lo que es. No sé de dónde ha salido.
- La corona y el velo.
- ¿Me haces el amor así esta noche...?
- ¡Esto iba así!¡Qué historia!¿te hubiera gustado casarte conmigo vestida de novia blanca?
- Supongo que sí.
- También lo usó la mujer de mi hermano...
- ¡Qué humillación!¿Te acababas de separar y...?
- ¡Yo no quería!¡Toda la familia me lo pidió como un favor! Era el único regalo que querían y me vi obligada. El traje valía entonces trescientas mil pesetas.
- ¿Y cuando te devolvieron el traje no te pusiste a llorar?
- ¡Qué iba a hacer!
- ¿Y esto qué es, también es ropa de tu traje de novia?
- No, ropa interior, picardías y cosas así.
- ¿Esto lo quiere Andrés?
- Se lo diste tú, mira lo que hizo para el Día de la Madre cuando era pequeño. Con un dibujo de corazón:
“TE AMO MAMA
MUA, MUA PERO YO
TENGO A MI MADRE
QUE ES LA FLOR
DE MI CORAZÓN“>>
- ¡Qué bonito!
- Mira esto es sobre nuestra actual familia. Hay una foto de nosotros tres con los abuelos en Canencia. Llévate esto a la oficina. Lo que ha hecho tu niño. No te sientas “padre de segundas”. ¿O no te sientes ni siquiera padre?
- ¡Claro que sí!¡Me lo llevaré al trabajo!
- Bueno, voy a hacer la comida. Esta semana vas a llevar la lengua de vaca.
- La comida de la elocuencia.
- Mete bien la colcha debajo de la cama del peque.
- Me da rabia que no te conozcan, tienes tanto mérito, eres tan realista.
- Me basta con que tú me lo valores. Yo he sido muy acomplejada.
- Como yo.

Me gustan las mozas modernas
con estilo y raíces de pueblo,
con aspecto sanote y no vulgares.
Con el cinturón caído,
que les dure el rímel,
y que les brillen los labios pintados.











































VOLUNTARIOSA FORTUNA

Fuimos a Cadalso de los Vidrios a ver a la jovencita Laurita, que trabajaba con su familia en una panadería, y había estado trabajando por las tardes de secretaria con Maite durante los cinco meses de nuestra separación. Ahí salieron las diferencias entre nosotros dos. ¿Por qué Maite me admitió de nuevo en su seno, y otros no tuvieron la misma oportunidad?¿Cuáles eran las diferencias que nos marcaron? El palacio de Álvaro de Luna quizás nos resolviera el acertijo mientras tomábamos lúpulo fermentado y tapas por el pueblo.
Maite es de voluntad tenaz y yo tengo golpes de suerte. De pequeña, ella se ofreció en la escuela donde estudiaba –siempre por beca de lo lista que era– a prestar el libro que tenía en su cuarto, El Cartero del Rey de Rabindranath Tagore, para representar la obra de teatro. Pero no le dieron un papel en la obra, así que le arrebató el libro al profe y se quedaron sin su representación. Como María Pita –me gusta compararla–, enfurruñada y empuñándolo, con su coleta rubia hasta la cintura –que al cortársela todavía queda en un cajón de la cómoda de la abuela–, decidió lo que sería su destino. A mí, en cambio, de joven a primeras, ni tenía libros en casa, ni me dieron ningún papel en la obra teatral de la parroquia, con lo que exámine de dolor y complejos de inferioridad y pensamientos semioscuros, estaba vacilando si ir o no, el día en que se estrenaba. Yo fui, sí, y el que me sustituía cogió una gripe, y nada se pudo hacer. Y allí, en Navidades, entre cena y cena, y caras largas porque el actor principal no se recuperaba, entre tantos pesares veía ir y venir otra vez, a la justicia divina probada.
De momento la casa está limpia y abrillantada. Pero como dice Quevedo, que la diosa Fortuna es pérfida, y cuando ya estás a punto de llegar arriba, en el último peldaño te tira abajo, así la voluntad de la que aprendo cada día de Maite, evitará los abandonos de Aquella.





















COMO UN ERIZO

Hace una semana estaba leyendo un libro de Carlos V que mencionaba el tema de la fricción: "Pequeñas cosas se van deteriorando y al final conducen al colapso, ante tanto peso el fiel de la balanza se inclina y el plato acaba estrellándose contra el suelo de la casa".
Desde esta lectura están sucediéndonos pequeños percances que incomodan nuestro hogar. Hace dos años la casa estaba nueva y a estrenar. Ahora la lavadora ya no termina su ciclo y hay que hacerlo manualmente, y la tostadora ya no soporta el muelle, quitamos un celo de un cartucho de la impresora y amenaza con estropearla, los tornillos del galán por fin se han aflojado y la ropa se cae abajo y para más inri el cristal del coche se ha averiado. Tengo mucho miedo que todo se precipite al ocaso.
La abuela nos ha contagiado de su manía persecutoria. Mi cepillo de dientes es de color azul. Pero ahora pienso que alguien me lo está utilizado.
- Andrés, ¿de qué color es tu cepillo de dientes?
- Verde.
- Maite. ¿De qué color es tu cepillo de dientes?
- Rosa.
Nada. Todo normal. Es mi manía de desconfiar hasta de los más allegados. ¡Y de la familia!





























LA ARMADURA DE PAPEL

Andrés se lo ha tomado muy en serio y me ha pedido que le confeccione una armadura de papel. Y yo me he espantado varias veces, porque al día siguiente cuando venía su padre, se la quería llevar así, de paseo por la calle. Su padre le ha sembrado la semilla del mal al cuestionarle quién es el bueno de los dos, si él o su mamá. Andrés viene los domingos con la cabeza como un bombo.
Andrés está últimamente muy desobediente.
- ¿Quieres que te prediga tu futuro Andrés?
- Sí, dime.
- Dentro de unos minutos vas a tirar la maceta pequeña azul que está junto a tu brazo, y te vas a ir a dormir a tu habitación.
Entonces Andrés adelanta el platito de la plantita al centro de la mesa.
Afuera llueve fuerte y oblicuamente. Hace mucho viento.
- ¿Por qué te has quitado los zapatos?
- Porque para andar por casa con los zapatos, no sé para qué...
- Voy a planchar, ¡podía haberse puesto a llover antes de que me pintara!¡Andrés vente a poner las zapatillas que estás descalzo!
- Ahora voy a ponérmelas.
- ¡Cámbiate de ropa, no te puedes tirar por el suelo sin el pijama!
- Vale mamá. Lo sé.
Andrés luego ha cogido el lápiz liso y se lo ha metido en la jaula a Cipi: la canaria ha enloquecido, saltando y golpeándose contra las rejas. Se está desplumando.
Antes de planchar a vapor Maite riega las plantas con el cacharrito del agua.
- ¿Has visto qué bonita tenemos esta planta bailarina? Mira lo grande que se ha hecho y ha echado una hijita.
- Sí.
- ¿Te molesto si pongo la tele? Es que así me entretengo mientras plancho.
- No. Por supuesto.
- ¡Ya estáis servidas!¡Mira qué pelucón lleva Burt Lancaster!
- ¿Y eso?
Maite cambia de cadena.
- ¡Ah, ésta es la de Kirk Douglas, ya de viejo! No planches cariño, nosotros no estamos haciendo nada, tómate un día de asueto.
Andrés reaparece con la armadura de romano. Anteayer la lució en la fiesta del colegio Los Sauces.
- ¿Me la puedes poner?
- No te tires al suelo, si te quieres tirar, quítate la ropa.
- Un momento...sácamela de aquí...No quítamela...Ahora, luego me la puedes poner...
- ¡La que está liando el Viejo!
- Ahora, pónmela mamá...
- Toma, llévatela para allá...
- De todas formas, podemos salir dentro de un rato, si para.¡Está graciosa la película!
- ¿Qué?
- ¡No te estás enterando!
- ¿Tú crees que todos los viejos verdes hacen el ridículo?
- ¡Como éste, no!
- ¿Por las cosas que hace...?¿Que solo hay que ser jóvenes y bellos para amar? Pues no, los viejos, feos y gordos también pueden hacer el amor.
- ¡Joe macho, han ido el abuelo, el padre y el nieto al prostíbulo!
- ¡Andrés, saca el libro que llevas en la camisa!
- Es un Mortadelo.
- Que no te vea con él en el cuarto de baño, no estés largo rato dentro.
- No entréis, ¿vale?
Andrés a escondidas se ha metido otro libro en el batín de grumete.
- ¡Mamá, cae nieve!
- ¡O granizo!¡Hay tormenta!¡Hay algunos anuncios que son de colección!
- Andrés toda su vida ha tomado Cola Cao porque era lo que yo tomaba de embarazada.
- ¡Andrés no estés mucho en el baño!¡Límpiate, tira de la cadena, lávate las manos y sal rápido!
Maite me mira a los ojos como si fuera su mejor espejo.
- ¿Todavía tengo una piel joven?
- Sí, cariño.
- Si deja de llover podemos salir a dar un paseo.
Me duele verla doblar las camisas. Andrés ha perdido la parte de arriba del chándal de color lechuga y Maite le está marcando el nuevo que sacó rebuscando en el cuarto de los objetos perdidos del colegio.
- Ya está, ¡legalizada!
- ¿Y dónde están la esposa, la madre y todo eso...?
- El abuelo Kirk Douglas es viudo, el padre está separado y su hijo tiene quince años...
- Mamá, ha bajado un poco la fuerza de la lluvia, ¿podemos ir a por el video de Shin-Chan?
- ¿Qué?
- Mami, ¿puedo poner una peli?
- Yo ya estoy viendo una. Escribe, pinta o juega en tu cuarto.
- ¿Sigue lloviendo?
- No, ha parado.
- ¿Quieres que salgamos?
- Vale.
- No rayes el suelo.
Andrés está dando vueltas a la cuerda de un yo-yo como si fuera un molino. Va a romper la vitrina que guarda las tazas de porcelana portuguesa.
- ¿Y el Viejo a qué se dedica?
- A bailar, no podía hacer otra cosa.
- Ahora llovizna. A ver, voy a ver.
- ¡Mira qué pelos!
- ¿Qué la han hecho?
- Pues ha hecho el amor en plan bestia, se le ha despertado la furia que llevaba dentro.
Cipi está repiqueteando en la jaula, me está mirando detenidamente, tuerce el cuello, se pone de perfil, para verme mejor, con sus ojos de lutito negro.
Me levanto a colgar las camisas recién planchadas en las perchas del armario.
- No es justo, cariño, que te dediques a planchar.
- Te he marcado el chándal, Andrés.¡Dame la gorra que está en tu cuarto!
En la tele Kirk Douglas se agacha con unas flores ante una tumba.
- ¿Ha muerto?
- No, es en recuerdo de su mujer.
- ¿Y que ha sacado unas joyas, de dónde...?
- De dentro de una baraja.
Maite sacude a Andrés porque se ha apoyado en la ropa recién planchada que ha dejado sobre el sofá.
- ¡No salgas de tu cuarto!
- ¿Kirk Douglas no murió ya?
- No lo sé.
- Al final sale hasta el sol.
- Ahora podemos salir.
- Vamos a dar un paseo.
- Bueno cariño, recoge todos los papeles porque podemos irnos.¿Andrés te has puesto el jersey?¡Vamos a ver si no nos mojamos!¿Qué le has hecho al muñeco, por qué lo has desnudado?
- Mamá, qué pasa si te cortan la mano...¿te mueres?...¿o te ponen un brazo nuevo?>>
- Todo tiene solución en urgencias de maternidad del Hospital La Paz.





























EL PREDICTO

Maite me estaba esperando con el coche en el Cercanías. De golpe le vino un olor de cuando estaba en La Paz con Andrés recién nacido. Esa tarde se compró el predicto y salieron las dos rayas rojas. Nuestro hijo estaba en camino.












































EL HIJO ES DESEADO

Maite está convencida desde ayer de que ya está embarazada. Barajamos nombres. Hoy debe de ser ya media pepita de manzana o de oro. Antes tuvo varios embarazos psicológicos. Ha tenido mareos, vómitos e hinchamiento de gases la pasada semana al tiempo que tenía que venir la regla. Según ella voy a tener que tener más paciencia porque le va a entrar la manía del orden por el instinto de anidamiento, así que en casa me dedico a recoger ropa, papeles y a ordenar libros y a guardar algunos platos.¡Voy a mimarla! El comino fue concebido después de una semana en Puerto de la Cruz, en el día de la Divina Misericordia, en mi cumpleaños y cuando falleció el Papa Juan Pablo II. Empezaré a leer revistas médicas sobre el asunto y vendrán oleadas de noches en vigilia. No sé cómo madrugaré sin más esfuerzo. Pero no estoy inseguro sobre esta tierra madre.




































EL ANÁLISIS DE ORINA

Lo tenemos aquí muy presente. En el análisis de orina nos da un positivo con dos rayas rojas como la sangre. Maite es donante de la Cruz Roja. Es la prueba de embarazo. Como Andrés, esa cabeza de alfiler que ahora está en su barriguita, esa semillita del bien, no la dejará tumbarse bocabajo, la hinchará las piernas, le dará calambres y le pondrá el cuerpo deforme. Va a perder mucho calcio pues con Andrés ya tuvieron que hacerla varias endodoncias .
La matrona dice que Maite ha engordado muy rápidamente y que no tome pan, ni helados, ni chocolate. En cuanto a mis genes desastrosos, que no me preocupe, pues ya he sufrido mucho por ello, y en la cotidianidad misma todo es azar. ¡Nuestra conjunción!¡Y que exista vida en la Tierra es un milagro tras otro y otro!¡Y que sea lo que Dios quiera!
Después de tanta leprosería y visión mística no quiero que mi hijo pase por todo lo que he pasado yo. Pero el amor de Maite, ¡es tan inmenso el amor de Maite, sí, el amor es el que hace que las cosas crezcan y se expandan, y se hagan fuertes, el amor es el que decide que vengan los hijos al mundo y no la crítica nihilista de mi padre...Y avanzan si no hay estrés.
Toda la vida voy a estar preocupado por este comino hasta que me muera. ¡Y por sus nietos y biznietos desde el Cielo donde me mandarán regalos!





























SEXTA SEMANA Y PRIMER TRIMESTRE

Hoy le he visto en la ecografía. Ya le late el corazón. Y está bien colocado en la V. Me está creciendo mucho la autoestima. Y tengo cara de mejor persona. Aunque los errores aumentan porque ya relativizo en el día a día un poco más. Tengo yo también un embarazo psicológico. Ya no soy tan detallista y perfeccionista en el trabajo. En casa estamos atravesando por otra fase mística como que nos iremos a Palencia antes del resultado de la amiocentesis, y Andrés está loco de alegría por tener un hermanito. Le habla en bajito al comino en la tripa de mamá y le da besitos. Y éste al final le contestará con patadas. Andrés y yo le hemos comprado a Maite una rosa y un clavel rojos como símbolo del amor de la familia y de la unión, y de la maternidad. Pensamos que las mujeres que no son madres son una especie de daimones
Siempre tienen que haber flores y plantas en casa. Y mucha luz anaranjada al atardecer en el salón. El primero y el último trimestre son los peores.


































LA AMIOCENTESIS

Aquí está la de Dublín, la del proyecto. La llegada al aeropuerto de regreso es impresionante. No los reconoces de lo delgados que están. Aquí pone que lo aconsejable es dos o tres llamadas por semana.
- La brócoli ya está, ¿quieres cenar?
- Todavía es un poco pronto.
- Te quiero mucho.
La doy un beso en la mejilla derecha.
- ¿Cómo estás?
- Leyendo en internet sobre la amiocentesis.
- ¿Preocupada?
- Ya lo sabía.
- ¿Y cómo lo ves?
- Son tres semanas que van a ser muy duras.
- Se llamará Javier o...
Con el nombre de niño estamos todos de acuerdo pero con el de niña no hemos llegado ninguno a un acuerdo. Hay que ver qué bueno es que una médica te dé esperanzas y te dé ilusión y te aporte optimismo. Así debería ser para toda la gente. Todos alegraríamos el mundo con nuestras vidas y evitaríamos el sufrimiento.
Que vacía es la vida de dos personas sin los niños. Los niños traen más ángeles a casa. No debería aflojarse el anillo de los casados.



























ME SALUDA CON LA MANO

Fuimos por segunda vez a ver a la tocóloga al otro mediodía a la consulta junto al Ayuntamiento donde nos dieron gratuitamente el Libro de Familia cuando nos casamos.
- ¿Puedo verlo?
- ¡Primero yo y luego podrá verlo usted, señora!¡A ver que pase el padre!
- ¿Qué es eso, ese punto?
- ¡No!¡ES TODO ESTO!
Y me lo señala con el ecógrafo. Entonces, por si no lo veía bien, el feto me saluda con la mano izquierda. Y entonces lo vi. Y me pareció como un saludo muy propio de Andrés, que es zurdo, y al contarle esto a Andrés, me contestó:
- ¡Claro, como no va a ser así, si somos de la misma madre!





































EL CARTERO AZUL CON RAYAS ROJAS

De pequeño pinté un cuadro en el Colegio San Agustín y mi madre me dijo que me lo iba a enmarcar. Pero nunca pudo porque se murió. Yo siempre me guardé la pintura en una funda de plástico. Maite tenía en casa un cuadro también pintado de cuando era niña y de cuando tenía la misma edad que yo cuando pinté mi cuadro. Su abuela lo enmarcó; pero el marco era horroroso, parecía pintado con purpurina o acetona. Lo comprobamos al compararlos cuando enmarcamos, ahora el mío, que queda tan estupendo para ponerlo en el pasillo junto al de ella. Así que decidimos ponerle un nuevo marco de color naranja al de Maite para ponerlo junto al mío, separados tan sólo por el vano del cuarto de baño.
¡Y cuál fue nuestra sorpresa que ahora teníamos tres cuadros, pues debajo del de Maite, había otro de un cartero pintoresco, con una carta que extraía de una saca naranja que ponía ¡Feliz Navidad! Su abuela Juana había enmarcado lo dos a la vez. ¡Y los cálculos, son, que nuestro comino, que se llamará Javier, va a nacer por estas fechas!



































LAS CUATRO ESTACIONES

Un mes antes de que naciera Javier, por una recomendación llevé a Maite a la Quinta de los Molinos y a merendar luego chocolate con churros en Ciudad Lineal. Visitamos la Iglesia de la Concepción y luego nos metimos en una galería de arte de un centro comercial. Allí vimos cuatro cuadros japoneses de las cuatro estaciones del año y nos dijimos: “Ya está, son baratos y preciosos, y terminamos de adornar nuestra casa”, pues nos quedaba el cuarto de matrimonio por decorar.
Al llegar a casa, nos dimos cuenta de que yo era de primavera, Andrés de verano y Maite de otoño, ¿nacería Javier en invierno?¡Y así fue, nació el Día de la Lotería Nacional, y en verdad que nos tocó el gordo!

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