EL ESTADO III

La Policía Española tiene fichadas a 700 bandas con unos 16.300 delincuentes. Esto para hace dos años, ¿y las que no tiene fichadas?

El Estado tenemos que levantarlo entre todos con un "surfeo stajanovista" todos los días, levantándonos pronto, buscando trabajo, es mucho de suerte lo que hace que un negocio permanezca y otro no, ofreciendo nuestra imagen personal en buena forma y educación, haciendo hucha para las vacaciones y los imprevistos, sin rebajarnos ni dejarnos comprar...ni parasitando ni haciendo la jugarreta. O puerilmente la tábula del Estado entre todos la hundiremos.

El estado tiene un único adn: el abismo es un agujero profundo sin salida. La crisis ha hecho una abolladura en el gobierno de manera que los socialistas nos parecen abominables. El presidente ya no puede hacer más abrebocas de abracadabra. El abecé de las proteínas se ha acabado. ¡Abur!

Las leyes son producidas por los Estados para mantenerse, para administrar los poderes, las leyes se corresponden con las circunstancias, pero si sobrepasan el límite del bien político y del bien moral se produce la corrupción y la decadencia, si se organiza bien el Estado tendremos la libertad convertida en derecho según Montesquieu en El Espíritu de las Leyes.

Se acabó el imperialismo ya sólo queda el nacionalismo. El nacionalismo no es anticuado, ni hipócrita ni débil, es deportista, ahí están las ruedas, las raquetas y la pelota para rodar el aguante del Estado hacia adelante. Pero ya no habrá razas de la verdad, ¿nos movemos, tenemos movimiento intranacional? El nacionalismo aspira a ser universal e internacional.

Una cosa es la amistad. Y otra es la política diferente que llevan esas dos personas. Y la historia y el poder personal de cada uno es la guardiana de las "verdades de hecho" de una familia. Y el Estado que te da órdenes de morir con las botas puestas en aras de alcanzar una jubilación. En la autopoiesis de la vida personal debe quedar que fue ejemplar y digna de ser recordada.

A la gente le da igual lo que le pase al mundo y no cree que haya política para cambiarlo. Nos bastaba con laborar y consumir pero ahora de esto ya no tenemos. Del aislamiento por este camino de cada familia hemos llegado a la soledad más absoluta de cada uno de sus miembros por su lado.

La primera inclinación natural de toda la humanidad es la "sed de poder", es un perpetuo e incansable deseo de conseguir "poder tras poder", deseo que sólo cesa con la muerte. Por lo que tiene que habérselas con cada otro hombre, y esa competencia por la adquisición de riquezas, honores y dignidades lleva al antagonismo, a la enemistad y a la guerra (Leviatán, Thomas Hobbes).

Porque todos somos iguales de fuerzas, de cuerpo y de memoria y de prudencia, el Estado ha de curar o minimizar esta primigenia condición de envidia, posesión y de guerra. La "ley natural o de razón" prohíbe lo que es destructivo para la vida del ciudadano o impida salvarla o defenderla. Por eso acordamos la presencia de un Estado o Leviatán, ese dios mortal, bajo el Dios Inmortal...(Leviatán, Thomas Hobbes).