CRISTIANISMO Y RELIGIÓN IX

Estamos en crisis, un Papa que en la próxima conmemoración de la Última Cena dijese: los cálices y portapaces de oro y plata de nuestros sagrarios y templos dádselos a los pobres basta un cuenco de madera.

Yel alma no nos la dio gratis y la gracia tenemos que ganarla a pulso de bien. No importa que nazcan generaciones de humanos si siguen condenándose y el Diablo se lleva su alma a la Gehena.

¿Quien es el hombre para que Dios le diera una compañera? Eva me quiere vender su producto tóxico, Salomé quiere la cabeza de este jefe, Dalila quiere el puesto de trabajo, cuánto más femenino me hago más pierdo mi virilidad. María me da un hijo. La lucha de los sexos.

A Jesús le quitamos un clavo cuando somos buenos, le ponemos otro cuando le abofeteamos, cuando escupimos en su talla ejemplar, en esta hechura mundial, en el mundo hay pequeños cristos que mueren todos los días, que sacrifican su vida por el bienestar de la humanidad a cambio de nada, si de la nada se crea el Cielo.

Si tan llenos de Espíritu Santo estáis, por qué no traéis hijos al mundo...Porque tendríais que pasar por el matiz de una mayordoma. María no fue desflorada. La estigmación de la sexualidad por la cultura cristiana tuvo uno de sus momentos capitales en la introducción del dogma de la "inmaculada concepción", efectuada por Pío IX en 1854: la madre de Dios no podría haber concebido a su niño mediante un "acto impuro".

Si te educan en un fuerte instinto caritativo en los colegios cristianos y tienes un tierno y circunciso "sagrado corazón" que se conmueve antes los que sufren y tienen dolores: tú eres liberal./ Si te educan en la asignatura estatal de ciudadanía y de la marcha sociata: tú eres un marxista progre y ciego./ Si te educan en el orden inamovible en casa: tú eres corto o te falta un hervor.

Un santo vive para el mundo divino, un santo vive en soledad ajeno de este mundo, un santo no debe dejarse ver por las mujeres, Voltaire y Rousseau disputaron sobre la providencia del Terremoto de Lisboa en el Día de Todos los Santos y Difuntos de 1755, los intelectuales morirían en el mismo año 1778, vivir por morir qué más da como el Werther de 1774.

Luego impedían que los jóvenes acudieran a los actos culturales que se ofrecían en los colegios públicos por ello mismo en la feculturación (mal llamada inculturación). A mí me llegaron a insinuar en el ambiente de la catequesis parroquial que el diablo entraba en el cuerpo de los jóvenes cuando entraban en contacto con las mujeres, y luego un cura joven fue expulsado por decir que había dos Iglesias: la que está con los que más tienen y la que está con los que más sufren.