CHINA

El pastor y guerrero masai tiene que impedir que el mercader de esclavos negros del sultán de Zanzíbar esquilme a los suyos de la misma manera que tendrá que evitar que los islámicos somalíes se adentren en Nairobi y que como los antiguos colonizadores se hagan con el lago Victoria y hasta que los chinos quieren meter sus manazas en sus recursos económicos.

Cuál es la cultura china del siglo XXI, no es la cristiana ni la democrática griega, solo la de la monedita a monedita. Lo que es verdadero para un español no lo es para un chino aunque le queda cierta duda. Menos mal que ese clinamen de duda hará que su imperialismo tenga las puertas abiertas a influencias externas.

Qué importancia le dais a lo vuestro gais y lesbis del Ateneo Madrileño, pero nosotros los chinos no estamos para perder el tiempo en el sexo, nosotros llevamos el Big-Bang del Yin y del Yang, y seremos los astronautas castos e inteligentes que nos recorramos el Universo hasta que nos acojamos a sagrado en el planeta de los dioses y todo para traerlo a la Ciudad Prohibida de la Gran China.

Kublai Kan era nieto de Gengis Kan y fue el emperador mongol que conquistó China en el 1279, y que favoreció el cristianismo y el budismo en cambio no fue tolerante con la difusión del islam, hizo ríos y canales y caminos imperiales e impulsó las relaciones de Oriente y Occidente con contactos con personajes como Marco Polo y con los misioneros cristianos, y es el resultado del pensamiento del dragón de La estructura de las revoluciones científicas de Thomas S. Kuhn que resalta la situación.

El Himalaya separa el Nepal de las fuentes sagradas de los afluentes de cabecera del Ganges Hindú pero cuál es La insoportable levedad del ser de Milan Kundera que se ha de extender como una capa por la Asia de la riqueza obviando la rigidez del samurai del Japón y la pólvora ardiente del Pakistán y la Península Arábiga y qué pintamos los Occidentales en esta parte sino para ofrecer el ágape cristiano y sino no me cuenten más de un siglo absurdo XXI.

El opresor aplasta las mentes de los particulares que empiezan a caminar en sus derechos y libertades y que a tientas confían en quienes les ofrecen trabajo y una razón de vivir en Corea del Norte y en China.

No sé quién era Shiva pero su consorte era una mujer negra que llevaba un collar de calaveras, los dientes ensangrentados y con cuatro brazos en los que sostenía una espada, una cabeza, el miedo y la dicha y se llamaba Kali y era la diosa de la destrucción y la muerte y por eso prefiero que los de China sigan a Buda y al Sexo y al Capital y a la Astronáutica.