EL ESTATUT I

Estaba formado por ocho oidores, o jueces de lo civil, dos prelados y por los cancilleres de Gracia y Justicia. De carácter itinerante sus asentamientos más importantes fueron Medina del Campo, Olmedo, Alcalá de henares y Madrid hasta que en 1489 fijó su sede en Valladolid.

La chancillería era el Tribunal Superior con competencia en la administración de justicia, creado en Castilla en la Edad Media y organizado en sus inicios por Enrique II con el nombre de Real Audiencia.

Con lo del TC lo tenemos muy difícil como con los chinos, porque leen de arriba a abajo empezando por la derecha, y escriben de abajo a arriba, de derecha a izquierda y de izquierda a derecha y tienen más de 60.000 palabras en forma de pictogramas. Encima te discriminan con cuatro tonos: el único, el ascendente, el modulado y el descendente que parece que les va a pasar como a la "jerga chinook".

En Catalunya podem trobar reminiscencia d´Espanya. Los catalanes hablan el catalán, pero también hablan el castellano porque son españoles, y no están más divididos en lenguas que Suiza decía Julián Marías en Consideración de Cataluña en 1966.

Al final será el trovador Cerverí de Girona quien con sus baladas y pastorelas y su poesía moral y su sátira política nos hablará del Maldit bendit del Estatut Constitucional.

El español a quien le importa Cataluña quiere su perfección, quiere su plenitud, quiere que sea fiel a su destino, y que lo tenga henchido y lleno de futuro. Y, además, está dispuesto a todo menos a una cosa: a renunciar a ella, a despedirse con indiferencia de lo que siente como su propia carne, fundida en un milenio de altas empresas y crueles fracasos, de amistad y desvío, de ternura e injusticia, de admiración y rivalidad, de amor y dolor (Julián Marías).

Donde una cadena de errores y engaños privan a la justicia del ciudadano tomarla por su entendimiento democrático aun cuando sea en una Democracia Falsa y con la Constitución de 1978 de pararrayos. Que anulen todos los artículos que no se cumplen o que son imposibles de cumplir por razón histórica y por progreso social. Que no sea un tebeo leguleyo sino un espejo real de la patria.

Podríamos preconizar por un sistema similar al norteamericano, una República Federal Ibérica, que comprendiera a Portugal, pero siempre con el consentimiento de una única nacionalidad: la ibérica conejera a lo Nadal. Y que las Dos Castillas pasen a llamarse España. ¡Y veréis cómo se defenderían! Con un territorio común y una riqueza multilinguística y universal.

España es una nación, no una pluralidad de naciones, o debemos retroceder en el tiempo o a un tiempo anterior a las Españas de Alfonso X, ¿fue una divisoria histórica perdida?

¿El murciélago "padrastro" Carrillo quiere anular la Constitución y el Constitucional? Si se tiene una Carta Magna en la que se recogen los derechos y deberes por los que nos tenemos que regir todos y repito todos los españoles, para qué más literatura política, por qué no se resumen en "constituciones hijas" como el Estatut.