EL CATALÁN I

Ausiàs March al tener que dar cuenta de las angustias, proyectos y malestar de un "yo" irrepetible, y de sus contradicciones frente a la realidad, adopta la lengua con la que se relaciona con las cosas, define sus deseos o mide las caídas: el catalán autopsicoterapéutico (Be.m maravell com l´ayre no s´altera/ e com lo foch per fexuch pes no cau, en Loco amor de 1459).

Por qué no buscamos y ocupamos espacios que nos hagan estar en el estado de los buenos sentimientos, por qué no, así evitaríamos las cargas policiales, los tiros, el trapicheo y las expulsiones, la discriminación de lenguas, el exportar armas con qué fin, la lujuria de los Bancos, la duda entre lealtad y discordia...qué nos intranquiliza. La Cábala Linguística de Catalunya es sencilla.

Catalunya es el País del Este de Iberia. Es como si en el campo castellano tuviésemos la tontería de llamarnos Países Castellanos. ¿Beneficiaría al comercio o a las tiendas o a la esencia de la gente? Les llengües normalitzades són quis tenen estat propi. Si desaparece el sentido de la familia desaparecerá el catalán. Y ya van por el 37 % de hablantes.

No tienen en qué perder el tiempo. ¿Qué inventamos para Catalunya? Yo creo que estaría bien que todo el que fuera allí aprendiera el catalán como todo el que fuera a trabajar a Galitzia el gallego y a Rumanía el rumano. Aunque creo que el castellano es más divertido para un grupo de jóvenes y el catalán es más cariñoso para las crianzas como el portugués. Pongamos guarderías y residencias en catalán por todo el Estado Español para la condescendencia, dulzura y templanza de esta lengua amatoria.

Hay una cierta saudade dormicelenta en Josep Pla de despedida al catalanismo "Naixem, vivim, morim. Clareja, soleja, fosqueja...Sempre igual" nostalgia de la que Antonio Machado es tristemente antecesor en Campos de Castilla.

El catalán no ha tenido un Siglo de Oro como lo tuvo el castellano en plena decadencia política y económica. Parece que el catalán no apunta al humanismo por más que Carles Riba hablara "que uns homes lliurement, apassionadament, s´afirmin com són perquè són com són".

Schiller decía que el paraíso está dentro de los poetas con sus promesas. Josep Carner en 1908 escribía que Catalunya necesita más de poetas que de leyes para acrecentar su dignidad: "Ens pertoca d´atènyer el nivell exigent de les grans literatures i les altes ciències...Cadascú de nosaltres ha de créixer, i bé pot: la gran virtut de la llengua li ho permet".