EL ISLAM V

Asturias es el origen de nuestra Monarquía Española.

Todo empezó en un pequeño rincón del norte de España, en torno a Cangas de Onís, en Asturias. Ese espacio, convertido en reino, se amplió inmediatamente a Cantabria y enseguida a Galicia, y sin más elemento de cohesión que la cruz, desde la batalla de Covadonga en el 722, hasta su transformación en reino de León en la segunda década del siglo X.

Pese a quien le pese, la Reconquista es uno de los procesos más fascinantes de la Historia Universal, y luego el descubrimiento de América en el mismo año de su finalización. Ningún territorio ocupado por el Islam, tras su prodigiosa expansión en los siglos VII y VIII, fue capaz de expulsar a los invasores, salvo la Península Ibérica desde el 711 al 1492.

Almanzor estuvo en Santiago de Compostela y de paso dejó sus dos campanas junto a su alcazaba y su mezquita en la ciudad de Los Vascos en Toledo. No hay fantasmas, ni en las murallas ni en las ruinas, solo hay gente viva y nada más.

Martín Halaja fue el pastor que le dijo su nombre al noble catalán Dalmau de Creixell y le condujo por un camino no vigilado en el puerto de Despeñaperros por donde fueron las tropas cristianas para vencer en las Navas de Tolosa en 1212. ¡Vemos frente a Miramamolín cómo los catalanes dan suerte en la cruzada!

En batalla, los caballeros despreciaban las armas de combate a distancia, especialmente arcos y ballestas. Matar de lejos carecía de honor y de la nobleza del enfrentamiento cuerpo a cuerpo. Quienes mejor encarnaban esta rechazable forma de luchar eran los turcos, excelentes arqueros a caballo, que tanto daño causaron a la caballería feudal. Ahora son los misiles imperiales sobre la población civil y los terroristas bomba en vagones del metro del pueblo.