April 13, 2012

LAS MUJERES ANDALUZAS Y ÁRABES



EL VIAJE DE LAS MUJERES DE YAFAR IBN ALÍ


El jueves, el tercer día de la salida de Ibn Abí Amir, partieron de Córdoba en pos suyo un cierto número de mulas robustas y tranquilas, de las destinadas a llevar jamugas, cargadas con literas y palanquines de escogida factura y adornadas con preciosos cobertores y telas, con el fin de ocultar a las mujeres de Yafar en su viaje a la capital.


ISA AL-RAZI de Córdoba




ESTADO DE SERVIDUMBRE


Nuestro estado social no deja ver lo que de sí pueden dar las mujeres. Parecen destinadas exclusivamente a dar a luz y amamantar a los hijos, y ese estado de servidumbre ha destruido en ellas la facultad de las grandes cosas. He aquí por qué no se ve entre nosotros mujer alguna dotada de virtudes morales: su vida transcurre como la de las plantas, al cuidado de sus propios maridos. De aquí proviene la miseria que devora nuestras ciudades porque el número de mujeres es doble que el de hombres y no pueden procurarse lo necesario para vivir por medio del trabajo.


Disertaciones y opúsculos, AVERROES




CASTIDAD


Aunque estaba pronta a entregarse, me abstuve de ella y no obedecí la tentación que me ofrecía Satán.


Apareció sin velo en la noche, y las tinieblas nocturnas iluminadas por su rostro, también levantaron aquella vez sus velos.


Mas puse al precepto divino que condena la lujuria como chambelán que guardase las puertas de mi pasión, para que mi instinto no se rebelase contra la castidad.


Y así pasé la noche con ella como el pequeño camello sediento, a quien el bozal impide mamar.


Tal un vergel, donde, para uno como yo, no hay otro provecho que el ver y oler.


Que no soy yo, como las bestias abandonadas que toman los jardines como pasto.




Libro de los Huertos, BEN FARACH de Jaén




LA VISITA DE LA AMADA


Viniste a mí un poco antes de que los cristianos tocasen las campanas, cuando la media luna surgía en el cielo.


Como la ceja de un anciano cubierta casi del todo por las canas, o como la delicada curva de la planta del pie.


Y, aunque era de noche, con tu venida brilló en el horizonte el arco del Señor, vestido de todos los colores, como la cola de los pavos reales.


BEN HAZM de Córdoba (994-1063)








DESPUÉS DE LA ORGÍA


Cuando, llena de su embriaguez, se durmió, y se durmieron los ojos de la ronda.


Me acerqué a ella tímidamente, como el amigo que busca el contacto furtivo con disimulo.


Me arrastré hacia ella insensiblemente como el sueño: me elevé hacia ella dulcemente, como el aliento.


Besé el blanco brillante de su cuello; apuré el rojo de su boca.


Y pasé con ella mi noche deliciosamente, hasta que sonrieron las tinieblas, mostrando los blancos dientes de la aurora.


BEN XUHAID de Córdoba (992-1034)








INSISTENCIA FEMENINA


Farach ben Salma me refirió el siguiente suceso:


Estaba yo presente en la curia de Aslam, una mujer había venido reclamando contra su marido la cuota legal que éste le debía; el juez Aslam dijo a Abu Abd allah Muhammad ben Qasim:


- Señálale la cuota que deba corresponderla.


Él (jurisconsulto) la fijó; pero la mujer no quiso aceptar esa cuota; le pareció poca la cantidad señalada y dijo:


- No hay aquí nadie que le diga a Dios...


Aslam, al oír la charla impertinente de esa mujer, pidió que trajeran los azotes e inmediatamente ordenó que le propinaran una azotaina, dándole los azotes en la cabeza. La mujer tapóse la cabeza con las mangas de su traje, hasta que la azotaina acabó.


Al terminar, ésta dirigióse al juez diciendo:


- Al obrar así, señor juez, has hecho perfectamente, así hacen los jueces que son jueces por la gracia de aquel Dios que no hay otro que él...; Pero... no puedo aceptar la cuota que se me ha señalado.


Kitab Qudat Qurtuba, AL-JUSANI

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