Ayer me planteé ¿cómo puede ser bien recibido el Evangelio por gente que no ve la credibilidad de la Iglesia o de los religiosos amargados? Cómo se introduciría la amistad (convencida) a primeras en el encuentro con el otro... Pensé en hacer una escultura que fuera una cuña colorada (de las que se ponen en las mudanzas para sujetar las puertas abiertas de par en par) sobre una base de azulejo rosa.
A VECES ME PONGO PEGADO FRENTE A LA PUERTA DEL ARMARIO (CON PEGATINA COMO DE POLVO) Y ME DIGO
-JESÚS TÚ ESTÁS AQUÍ (A MODO DE ESPEJO) Y LO SIENTO MUY PRÓXIMO A MÍ (ES LA PARTE INTERIOR DE LA PUERTA DEL ARMARIO)(me acompaña como una sombra, no solo en las especias de pan y vino, sería capaz de hacer todo)
¿la puerta del ataúd?
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