El final de mi enfermedad ilusoria y de alucine será el sopor y la autodegradación pero ya habrán pasado más de 70 años, así que toca el A Aguantadme No Me Olvides de los negadores Nägeli de las leyes del azar de tulipanes mendelianos.
Yo no he escrito como Einstein la teoría cuántica ni Cómo veo el mundo, ni nací como Bach en Eisenach ni me casé en Eire ni mis hijos son de allí, ni programé el Proletkult Teatro de la Cultura Proletaria No Burguesa ni he leído el Llibre de les Dones-Mujeres y el Gobierno-Regiment de la cosa pública del gironense Francesc Eiximenis del 1355 pero dónde está el pueblo y el pueblo no opina luego hay una masa propinadora antes de descender a él mísero, que no es que la den derechos sino que los arranca a mordidas de donde sea y que no se reúne en Ejea de los Caballeros a lo más en el sofá de la tele y la intendencia de los cocinillas como conchinchilla del embutido de cerdo.
No hay política centralista ni antidemocrática en España como para que un Escarré abandone la abadía de Montserrat, lo que sí hay es gangrena tomatera y erisipela-mal rojo del cerdo en Cataluña que va como para escarlatina francesa con escalofríos, fiebre, dolor de garganta y angina, y amén de descamación de la piel de toro ibérica.
¡Ay Salvador Espriu la lucha entre hermanos en la Guerra Civil y su enterramiento, la frustración y esquizofrenia de Cataluña como nación y como pueblo diferente al español, la lucha humana por la justicia primera y la libertad segunda y el ser como dioses!¡Oh Espriu porque siembras mientes en los catalanes!¡Fíjate en el romántico José de Espronceda y sus patrióticos temarios! Se puede hablar de lo mismo en letras pero de diferente manera para no caer en la úlcera bucal, la alopecia y la espuma nacionalista de Sinera. Tus poemas, ¡esputo, esputos, y el esqueje independentista de Catalapuña!
Cataluña será católica y territorio español o será un escatol que dé mal olor y Rajoy en la Moncloa con su lupa del esclerómetro que como aguja de mariposas va a puntear rayas y reglas a los modelos autonómicos a más ver.
Esta Nochebuena escucharé La Forêt perdue de Esplá y veré la esplenización con brocamiento de Puigdemont con una mayor conducción-canalización en los Asuntos del Parlamento de la Carrera de san Jerónimo y ay un león grisáceo de las bolas ha sacado el espolón o la guillotina de los autores de los violentos sucesos contra la paz social constitucional con los diputados como esponjas amarillas diseccionando en la tarde los avatares del día.
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