March 13, 2014

PEQUEÑA PRESENCIAL DE LA POESÍA ALEMANA

MARTIN LUTHER (1483-1546)
EL SALMO XLVI
DEUS NOSTER REFUGIUM ET VIRTUS
Un baluarte seguro es nuestro Dios,
defensa y arma redentora.
Él de toda necesidad libera nos
que nos haya tocado ahora.
El viejo enemigo de maldad
ahora en serio atacará,
gran poder y mucha astucia
es su cruel armadura,
no tiene en la tierra igual.

Con nuestro poder nada se puede,
pronto estaremos perdidos,
lucha por nosotros el hombre adrede,
que Dios mismo ha elegido.
¿Preguntas quién es él?
¡Jesucristo se llama,
el señor Zebaoth
y no hay otro Dios,
el campo guarda!

Y si el mundo está lleno de demonios
y fuera a devorarnos,
no tememos tanto,
debemos lograrlo.
El príncipe de este mundo,
por aunque sea muy ácido,
no nos hace nada,
sobre él se ha ya juzgado,
puede caerle una palabra.

La palabra la deben dejar quieta
y no recibir gracia de ella,
Él está con nosotros sin falta
con su espíritu y gracia.
Toman el cuerpo, bien,
honor, niño y mujer,
por sucedido dejadlo,
no tienen ganancia,
el reino ha de quedársenos.


HANS SACHS (1494-1576)
LA FUENTE DE LA JUVENTUD
Me dije en sueños: Vale Dios
también eres viejo, sesenta y dos:
te vas para abajo en cuerpo y cara
¿cómo piensas si tú no te sentaras
pronto en la fuente de la juventud
que la vieja piel también sudaras tú?
Si de todos mis vestidos me despojo,
en el sueño todo esto tengo a ojo;

a la fuente de la juventud fuime a bañar;
para quitarme las penas de la edad.
Al entrar en ella me desperté
y reíme de mi rejuvenecer;
pensé: llevaré en mis viejos días
la vieja piel que antes tenía,
no hay yerba que en la tierra crezca
que a mí, Hans Sachs, me rejuvenezca.


SIMON DACH (1605-1659)
CANCIONCILLA DE MAYO
FESTINETUR HYMEN DUM VERNAS FLORE JUVENTAE
¡Ven Florinda déjanos correr,
sé atenta al bien del tiempo!
Se sabe que el se detener
raro trajo gran provecho.
Pero sabio continuado,
a parejas ha encantado.

En años de primavera,
deja a la ocasión al paso
por los cabellos cogerla.
Mira este tiempo de mayo
en que cielo, tierra y mar
se unen en lazo nupcial.

Cuando Natura rejuvenece,
de amor enferma y herida,
todo a cogerse se obliga,
dice al hombre libremente:
que tenga el mundo pequeño
según el grande en su empeño.

Callados están campo y surco
y el ligero señor del aire,
si todos quieren mezclarse,
a su igual llama cada uno.
¿No se oye en el bosque
como árbol a árbol responde?

En los tilos, en los abedules
y en los robles se manifiesta
cómo rama a rama se une.
Todo claramente muestra
por el susurro avezado
que está como nos enamorado.
Placer entristece que se aplaza.

Esta ambición este ardor,
esta juventud que nos abraza
no tiene siempre esplendor.
Tal viento y ave es fugaz,
vuela, viene y se va.


GEORG PHILIPP HARSDÖRFFER (1607-1658)
LA SALIDA DEL SOL
Vuela la sombría alada noche alrededor
ante los pálidos rayos de azafrán al cesar,
comienzan cimas de montañas a pintar
con rosa, púrpura y dorado esplendor.
El sol se levanta,
a la dicha canta,
a los pastores despierta
y a los que duermen a pierna abierta.
Hace brillar fronteras y todo es alegría,
corona primavera y todo es nueva guía.

Los campos y bosques temprano mostrados,
cantan y suenan los trinos de los pajarillos
y otra vez las campanillas de los corderillos,
salta y retoza en el prado animoso el ganado:
El sol todo acrece,
El calor fortalece,
despierta, depara,
refuerza, repara.
Suele con calor completo levantar la vida
a las hierbas, en el frío nocturno encogidas.

Así se retira la noche pecadora-tenebrosa,
porque Cristo, el salvador de los paganos, hermoso
vino a servir a los corazones con rayos luminosos,
el que de nuevo ha traído cualquier perdida cosa.
Sol de justicia,
llena con delicia
de los hombres el comienzo
que el pecador pensamiento
totalmente iluminándonos no nos delimite
y cada uno en el amor de Dios se ejercite.


HANS JAKOB CHRISTOFFEL VON GRIMMELSHAUSEN (1621/1622-1676)
[VEN, CONSUELO DE LA NOCHE, OH RUISEÑOR]
Ven, consuelo de la noche, oh ruiseñor
haz tu voz con notas de alegría
de lo más agradable sonar;
Ven, ven y alaba a tu creador
porque otros pajarillos duermen todavía
y no quieren cantar!
Haz tu vocecita resonar
alto, entonces con todo celo
puedes alabar
a Dios allí arriba en el cielo.

Aunque el sol dejó la altura
y tenemos que estar a oscuras,
podemos sin embargo cantar
la bondad de Dios y su poder,
ninguna noche podrá detener
que su alabanza se pueda realizar.
Por eso tu vocecita haz resonar
alto, entonces con todo celo
puedes alabar
a Dios allí arriba en el cielo.

Eco, la resonante algarabía
quiere estar en estas notas de alegría
y se dejará oír con empeño
al total cansancio nos entrega,
en el que caemos cuando llega,
nos seduce a caer en el sueño.
Por eso tu vocecita haz resonar
alto, entonces con todo celo
puedes alabar
a Dios allá arriba en el cielo.

Las estrellas como en el cielo están
para alabar a Dios se ven y van
y le demuestran su parabién;
también la lechuza que no sabe cantar
muestra con su graznido sin cesar
que a Dios celebra también.
Por eso tu vocecita haz resonar
alto, entonces con todo celo
puedes alabar
a Dios allá arriba en el cielo.

Así que venga, querido pajarito,
no queremos ser los más flojitos
y quedarnos durmiendo
sino que hasta que la aurora
alegre estos bosques, ahora
alabanza de Dios vamos haciendo.
Haz tu vocecita resonar
alto, entonces con todo celo
puedes alabar
a Dios allá arriba en el cielo.


FRIEDERICH GOTTLIEB KLOPSTOCK (1724-1803)
A FANNY
Cuando yo me muera, cuando mi esqueleto en polvo
se haya hundido, cuando tú, ojo mío, ya
hace tiempo sobre el destino de mi vida,
irrumpiendo en la muerte, hayas llorado.

y en silencio orando allí donde el futuro está
ya no mires hacia arriba, cuando mi fama de canto,
el fruto de mis lágrimas de joven
y del amor a ti, ¡Mesías!

ya también haya pasado o por pocos
en aquel mundo de allá se haya salvado:
Cuando tú entonces también, Fanny mía,
ha tiempo estés muerta y de tu ojo

la sonrisa alegre y callada y su animada mirada
también esté apagada, cuando tú, por el pueblo no
observada, de toda tu vida
nobles actos ya hayas hecho,

de la fama póstuma más valedera que una canción inmortal,
ah, cuando tú entonces también a otro más feliz
que yo hayas amado, deja el orgullo para mí,
¡a uno más feliz, pero no más noble!

¡Entonces llegará un día en el que resucitaré!
¡Entonces llegará un día en el que resucitarás!
Entonces ningún destino separa ya las almas,
que tú una para otra, naturaleza, determinaste.

Entonces sopesa, el platillo en la mano alzada,
Dios dicha y virtud una frente a otra igualmente.
¡Lo que en el curso de las cosas ahora desentona,
suena en armonías eternas!

¡Cuando entonces ahí estés juvenilmente despertada,
entonces corro hacia ti! No tardo hasta que por fin
un serafín me prenda por la derecha
y a mí, inmortal, a ti me lleve.

¡Entonces debe tu hermano, por mí en lo íntimo abrazado,
hacia ti también correr!¡Entonces quiero lleno de lágrimas,
lleno de alegres lágrimas de aquella vida,
estar junto a to, nombrarte por tu nombre,

y abrazarte!¡Entonces, oh inmortalidad,
perteneces a nosotros totalmente!¡Venid,
las que no entona el canto, venid, indecibles
dulces alegrías! Tan indecibles como ahora mi dolor.

¡Corre entretanto, oh vida!¡Viene sin duda
la hora que nos llamará hacia los cipreses!
¡Vosotros al amor lleno de melancolía
estáis entregados!¡Y nublados y oscuros!


HANS ARP (1887-1966)
SECUNDERO
Que yo como yo
en uno y dos
Que yo como yo
tres y cuatro es
Que yo como yo
cuánto señaló
Que yo como yo
tic y tac él
Que yo como yo
cinco y seis es
Que yo como yo
siete ocho es
Que yo como yo
cuando se paró
Que yo como yo
nueve y diez es
Que yo como yo
once y doce es.


ERNST MEISTER (1911-1979)
DIGO LLEGADA
Sí, la luz
vertical
sobre el abismo.

¿Quién juega
su sabiduría,
quién sabe
la plenitud de su locura?

Yo digo
llegada,
aquí en el cañizo
verdadero de la luz.


INGEBORG BACHMANN (1926-1973)
PAÍS DE NIEBLA
En invierno está mi amada
entre los animales del bosque.
Que debo volver antes del amanecer
lo sabe la zorra y ríe.
¡Como tiemblan las nubes! Y a mí
en el cuello de nieve me cae
una capa de hielo quebradizo.

En el invierno es mi amada
un árbol entre los árboles e invita
a las chovas  dejadas de la suerte
a su bella enramada. SAbe
que el viento, cuando oscurece,
su rígido traje de noche,
por la escarcha cubierto,
levanta y a mí me echa a casa.

En invierno está mi amada
bajo los peces y está muda.
Esclavo de las aguas que la línea
de sus aletas desde dentro mueve,
estoy en la orilla y veo
hasta que me empujan los hielos,
cómo se sumerge y se revuelve.

Y de nuevo por el reclamo del pájaro
tocado, que sus alas
sobre mí tensa, me precipito
en pleno campo: ella despluma
los pollos y me arroja un blanco
tobillo. Lo pongo sobre el cuello
y me voy por el flojel amargo.

Infiel es mi amada
Lo sé ella va en vilo a veces
en altos zapatos hacia la ciudad,
besa en los bares con el canuto
los vasos en lo hondo de la boca
y vienen sus palabras para todos.
Pero ese lenguaje no lo entiendo.

País de niebla he visto.
Corazón de niebla he visto.


GÜNTER KUNERT (1929)
NAUSICA
Me encontró. Despidió
a las amigas.
Bajo un sol flagelante, bajo los tarajes
en la playa,
bajo gemidos, balbuceos de palabras alocadas,
se desató toda la isla de los Feacios
en placer, en presencia corpórea,
hasta que al final tras el fin
sólo la huella de su cuerpo quedó
en la arena: suma preciosidad
de las que alguna vez yo haya dejado y ya sabéis:
rara vez deja tras de sí algo
Odiseo,
excepto su semen, lleno de duda
sobre cualquier retorno
de cualquier instante.




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