February 14, 2012

COMPRO NEGROS EN EFECTIVO: CHARLES DICKENS

Los anuncios que siguen constituyen una pequeña muestra de los aparecidos en los periódicos públicos. El más antiguo salió a la luz hace sólo cuatro años, y otros de idéntica naturaleza continúan siendo publicados cada día, a montones:

“Huida Carolina, negra. Llevaba collar de hierro con una púa doblada”

“Huida Betsy, mujer negra. Llevaba una barra de hierro en la pierna derecha”.

“Huido el negro Manuel, con muchas marcas de grilletes”.

“Huida la negra Fanny. Llevaba un aro de hierro alrededor del cuello”.

“Huido muchacho negro, de unos doce años de edad. Alrededor del cuello llevaba una correa de perro con la inscripción “De Lampert””.

“Huido el negro Hown. Lleva un aro de hierro en el pie izquierdo. También huida Grise, su esposa, lleva una anilla y una cadena en la pierna izquierda”.

“Huido un muchacho negro llamado James, que llevaba grilletes cuando se fugó”.

“Encarcelado un hombre que se hace llamar John. Lleva un zueco de hierro en el pie derecho que debe de pesar unos dos kilos”.

“Detenida en comisaría la criada negra, Myra. Lleva marcas de varios latigazos, y grilletes en los pies”.

“Huida una mujer y dos niños negros. Unos días antes de que ella se fuera, la marqué con un hierro candente en el lado izquierdo de la cara. Intenté dibujar la letra M”.

“Huido un hombre negro llamado Henry; le falta el ojo izquierdo, tiene cicatrices de puñal en y debajo del brazo, y muchos latigazos”.

“Recompensa de cien dólares por Pompey, un negro de cuarenta años de edad. Va marcado en la mandíbula izquierda”.

“Encarcelado hombre negro. No tiene dedos en el pie izquierdo”.

“Huida una mujer negra llamada Rachel. Le faltan todos los dedos del pie, salvo el gordo”.

“Huido Sam. Hace un tiempo recibió un disparo en la mano, y lleva varios disparos en el brazo y el costado izquierdos”.

“Huido mi esclavo negro, Dennos. Dicho negro ha recibido un disparo en el brazo izquierdo, entre el hombro y el codo, por lo que tiene paralizada la mano izquierda”.

“Huido mi esclavo negro, llamado Simon. Le han disparado y ha resultado herido de gravedad, en la espalda y en el brazo derecho”.

“Huido un negro llamado Arthur. Lleva una larga cicatriz que le atraviesa el pecho y cada brazo, producida por un cuchillo; le gusta mucho hablar de la bondad de Dios”.

“Veinticinco dólares de recompensa por mi esclavo Isaac. Tiene la cicatriz de un golpe en la frente, y la de un balazo de pistola en la espalda”.

“Huida una muchacha negra llamada Mary. Tiene una pequeña cicatriz encima del ojo y le faltan muchos dientes; lleva la letra A grabada en el pómulo y en la frente”.

“Huido el negro Ben. Tiene una cicatriz en la mano derecha; el otoño pasado recibió un disparo en los dedos pulgar e índice, y una parte del hueso quedó al descubierto. También tiene dos grandes cicatrices en la espalda y las caderas”.

“Retenido en prisión un mulato llamado Tom. Tiene una cicatriz en el pómulo derecho, y parece que le hayan abrasado la cara con pólvora”. […]

[…]

“Huida una muchacha negra llamada Mary. Tiene una cicatriz en el pómulo, y la punta de uno de los dedos del pie cortada”.

“Huida mi esclava mulata, Judy. Tiene el brazo derecho roto”.

“Huido mi esclavo negro Levi. Lleva la mano izquierda quemada, y creo que le falta la punta del índice”.

“Huido un hombre negro llamado Washington. Ha perdido parte del dedo anular, y la punta del meñique”.

“Veinticinco dólares de recompensa por mi esclavo, John. Le han arrancado la punta de la nariz de un mordisco”.

“Veinticinco dólares de recompensa por la esclava negra Sally. Camina como si tuviera la espalda tullida”.

“Huido Joe Dennis. Lleva un pequeño corte en una de las orejas”.

“Huido el muchacho negro Jack. Tiene un pequeño corte en la oreja izquierda”.

“Huido un hombre negro llamado Ivory. Le falta un trozo de la punta de cada oreja”.

Ya que hablamos de orejas, me permito observar que una vez un distinguido abolicionista de New York recibió la oreja de un negro, cortada muy al ras de la cabeza, en una carta del correo ordinario. Había sido enviada por el caballero libre e independiente que había ordenado la amputación, y en ella le rogaba cortésmente que añadiera el espécimen a su “colección””.

Podría ampliar este catálogo con innumerables brazos rotos, y piernas rotas, y carne sajada, y dientes caídos, y espaldas laceradas, y mordeduras de perros, y marcas de hierros candentes. […]

Estos anuncios, de los que se podría hacer una colección similar cada año, cada mes, cada semana y cada día, y que se leen fríamente en familias como algo normal, y como parte de las tertulias y noticias habituales, sirven para mostrar lo mucho que beneficia a los esclavos la opinión pública, y lo sensible que ésta es con ellos. Sin embargo, puede valer la pena preguntar de qué modo los dueños de los esclavos, y la clase de sociedad a la que gran parte de ellos pertenece, acatan la opinión pública respecto al comportamiento, no hacia sus propios esclavos, sino hacia sus semejantes; cómo acostumbran a reprimir sus pasiones; cuál es su conducta en privado, si son tiernos o agresivos, si sus usos sociales son brutales, sanguinarios y violentos, o si llevan la impronta de la civilización y el refinamiento.

Para no recibir una información arbitraria por parte de los abolicionistas en esta investigación, me remitiré de nuevo a sus propios periódicos, y esta vez me limitaré a seleccionar una serie de párrafos que aparecieron día tras día durante mi estancia en América, y que hacen referencia a sucesos que acaecieron mientras yo estaba allí. […]

Se observará que no todos estos casos ocurrieron en territorio perteneciente a estados legalmente esclavistas, aunque sí la mayoría de ellos, y los peores, si bien unos semejantes sucedieron en otras partes. Pero la cercanía de los escenarios de los hechos a los lugares en los que la esclavitud es legal, y la enorme similitud entre esa clase de atrocidades y el resto, nos llevan a suponer que el carácter de las partes implicadas se forjó en regiones esclavistas, y se endureció con costumbres esclavistas.

Notas de América, 1842

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