Y vox quiere pelear.
Los niños son banales no reaccionan ante el ejemplo del mal.
La gente de Vox es gente que de niña saltó ante la injusticia y como Goethe rompió los platos de la casa.
Esta gente siempre ha mirado a la justicia en el Grupo, a que ninguno se erigiera en ser supremo.
Los de Vox rompen los moldes de la pasividad sociata y de la relatividad comunista.
Establecen que hay un orden y una Ley para mantenerlo ante la vorágine caótica de los individuos.
Y que las cosas deben ocupar su sitio óptimo donde se realicen con los valores de toda la vida.
Claro que ahora ya no se trata de pelear sino de boxear porque las afrentas de los enemigos son constantes.
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