December 24, 2013

LA BIBLIOTECA DE FRANÇOIS RABELAIS XXII

PANTAGRUEL FUE A MADRID,
Y VIO LOS BONITOS LIBROS DEL CONDE-DUQUE:


Esa torre suiza con un reloj de la iglesia de Ntra. Sra. de la Moraleja/ un dios para los pobres y un dios para los ricos.

Yo no soy un padre que le lea a mi hijo Pedro Páramo sino que lo acompaño charlando al colegio, yo no soy un marido que le lea a mi mujer Crimen y Castigo sino que la acompaño a probarse ropa de tiendas, y yo no soy un empresario que les lea a mis trabajadores cartas de despido sino que les reafirmo en el antiguo y clásico Estatuto de los Trabajadores.

En su día él fue del Estado y que por tanto sus labores se las tenían que hacer otros según le enseñaron en la Enciclopedia de Ciencias Sociales.

Y los muertos de la Segunda Guerra Mundial ya determinaron lo que somos.

Me gusta conducir por el Pardo cuando cae la tarde y el color es ceniciento y de lejos la momia de Franco está empolvada.

Y me pregunto cómo estarán los servicios públicos de las plazas de Tahrir, Rio de Janeiro y Turquía que seguro no estaría como los del Café Oriente.

Yo debo vencer esta obsesión de incrustarse en mi cabeza semejantes autoridades de los medios de comunicación pero mi mundo es más sencillo y en mis lares a vos no os conozco y que si no quiero no te dejo que me acompañes.

Todos los días veo miniobras de teatro acaloradas de las familias en la piscina, algunas empiezan con el grito del que lleva el grupo con el Me cago en Dios que al rato repite el hijo con un contento que no puede salir sino de lo más profundo del culo tomados por cabeza y la lengua por zurullo, y solo en los porteadores de almacén pueden descargarse tales cagadas que crujen las cajas de los tímpanos del Cielo Republicano de Madrid.

Suprimir la sangre del toro en España sería como quitar el jazz en Carolina del Norte.

Cómo sería la Ciudad donde No Se Consume donde en ningún lugar había tiendas ni maquinitas para consumir y donde estaría prohibido comprar y vender.

Cuando yo era pequeño e iba al colegio no era normal que yo y mis compañeros viéramos palurdos tan grandes como los que se ven ahora por la calle

Espero vivir tantos años como el Edificio Gran Vía y tener un ligue con una negra con un reloj de oro

Antes de que llegue la barbarie y el hastío y el fastidio de todo tenemos diez años para cerrar las puertas luego la crisis empalmará con la vejez de todos.

La gente que no quiere ponerse en traje de baño, luego es a la que mejor le sienta y tiene el cuerpo más bonito

EL CAMBIO DE LA REPRENDILLA Y PASADIZO
Si al devolverte el cambio/ te lo dan muy cambiado/ se equivocarán/ tendrán que contar la calderilla/ y les reprenderás.

El que a la entrada pisa una mierda de perro justo en el momento en que va a entrar en el Ministerio y la restriega por la entrada y los pasillos del edificio.

Yo no compro ni naranja ni rosa.

El sol de la bocana de Sao Martinho en la frente.

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