UNA ORACIÓN DE REGRESO A MADRID

Jesucristo es la historia que nunca acaba, nunca muere, pero la juventud pronto se acaba, llega la vejez y se acaba la vida, pero puede que yo muriera y que resucitara dos veces, bajo la pesadez de una nube, pero para qué y por qué, porque seguía siendo graciosamente útil para los humildes y útiles designios de Dios, por eso cuando llega el silencio te vas muriendo, por eso los sardónicos valen y viven tanto, todo empezó con callar y acabárase tu vida, pero de qué se debe hablar, con qué gesto manso e inofensivo y coadyuvador.

Y cuando la mirada melancólica pide más amor, y cuando la mirada explotada pide más libertad, de alguna manera puedo cambiar mi forma que no sea la de un tibio, tomando el pan de los ángeles, mi humildad me hace tibio en vez de ardorosamente trabajador, ahora le llaman trabajo a ir sentado gastando gasolina, qué obsesión por la Cruz como si la gente se dedicara a crucificar, mis cruces es que llevo un demonio dentro encadenado que se libera y hace daño a mi santidad y al bienestar y paz de los que se arrimen a mí, y a Dios si es imagen mía lo tengo por dulce y feliz.

Y en cuanto alegría que sea de risas que dicen no porque en diciendo sí se volverán en muecas de tristeza, querer ser toda el alma de Dios es rendirse, Dios nos dio el alma para algodonar las heridas del mundo, y oh Dios por qué nos hiciste tan sensibles a mi hijo y a mí.

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En la corrala de teatro de Cervantes se ven los diferentes tipos de personajes de la Puerta del Sol con los que yo me confraternizo y por tanto simpatizo con los madrileños y eso que hay individuos del Krakatoa y rumanos buscando alcanzar los miles euros sin tapujos ni vergüenzas.

Hay que tener unas buenas piernas para aceptar las condiciones de la civilización por mucho que te miren mal las Dulcineas y las Maritornes de las ventas, de la misma manera que se creen las leyendas de Krishna así también nos creemos nosotros las leyendas de curación del evangelio como un posible deseable, mi vida se ha concretado en una persona y nos hemos juntado gente buena.

Ya no rezo, grito al Cielo, quiero recibir bien a Dios en la mañana, cuando se muere un rico que fue prepotente y vanidoso sabe que no va al cielo,

Pienso que como Laocoonte puedo morir con mis dos hijos ahora que Apolo me envía a las serpientes de Curissia y de Periboea y me están haciendo daño por mucho que llenen mi casa de hojas de laurel aunque a mí no me alcanzará la maldición si se resiste el invierno de este año y del que viene porque hasta enero del 2014 no pasará todo lo que tenga que pasar con los Lares compitales y Penates.

En el lapidario de las estaciones de metro es difícil no encontrar un doble lapis lazuli que no sea Campo de las Naciones y Casa de Campo como el empalme del Norte y el Sur, Dios y el duende interior me avisan de todos mis olvidos antes de despedirme y de acostarme, tengo un trabajo en invierno que no necesito plancharme las camisas, yo no soy de copas en el dormitorio por una mala experiencia en la infancia.

A disfrutar con los recuerdos del evangelio, canta como un pajarito el pito del policía municipal, si escuchara todas las músicas de Lasso que hacen grande al hombre que cree en Dios me olvidaría de las batallas por venir, de todas las estupideces de los necios y del estupor de los perros locos, impresionante encontrarme con cada uno de vosotros de todos los países, en un mar que se ha llenado de peces y todavía no han empezado a pescarlos, en el último juicio del alma al llegar la muerte, mi corazón estallará en júbilo por lo contenido en prudente no hacer mal, el olor que desprenderá mi alma purificará el mundo por doquier, hasta los límites de los montes de Cipango, en la última cena hubo un niño apóstol al que solo le apeteció tomar un sugus de limón, cuánta fe tengo hoy, si Dios está conmigo quien estará contra mí, si Dios está conmigo cuántas bendiciones y curaciones y salvaciones arrostraré hacia adelante con los pasos de hombre reloj, si fallo que Dios me perdone si todavía tengo tiempo montado en las agujas del reloj bueno y retrasando las del malo, Dios y el Diablo qué cruce de espadas en la hora de los ciudadanos, y cuántos milagros quedan por hacer para que la verdad de Jesús ilumine nuestras casas de invierno y las buhardillas con sus gatos de la mágica calle San Bernardo y la huelga de basuras a la alcaldesa Botella hace que huela muy mal.

Los que han entendido la verdad del evangelio han prosperado, porque el evangelio no está anticuado ni desactualizado, veamos el materialismo y los burdos juguetitos de los móviles de nuestros días, y tengamos la misma valentía conque el esquizofrénico de Jesús dijo que era el Mesías.