May 01, 2013

ELLIBRODELINFINITO.BLOGSPOT.COM: LA REINA DE LAS LAVANDERAS


LA REINA DE LAS LAVANDERAS

Siento confesar que el título no es mio sino obra de la autora Carmen Gallardo, pero me ha parecido evocador de la figura a la que rinde homenaje María Victoria dal Pozzo efímera reina consorte de España por su matrimonio con Amadeo de Saboya.
Mucha gente afirma que no cree en el destino, pero entonces como se explica que haya personas que vienen a este mundo con lo que en el mundo del naipe se conocería como "una mala mano".
El destino o la fatalidad a veces reparten cartas marcadas y este es el caso que nos ocupa.
María Victoria nació en París el 9 de agosto de 1847 hija de Enmanuele dal Pozzo príncipe de la Cisterna y de Luisa Carolina Ghislaine de Mérode condesa de Mérode en el seno, por tanto de una antigua familia aristocrática, recibió una educación esmerada gracias a los medios de su familia, hablaba seis idiomas.
Sin embargo la fatalidad hizo acto de presencia en su vida y cuando contaba con tan sólo 17 años su padre falleció y su madre perdió el juicio y se negó a enterrar a su esposo, velando su cuerpo en compañía de sus hijas a las que encerró con ella y con el cadáver  como consecuencia de ello su hija menor de 13 años Beatrice Giuseppa moriría un mes más tarde de tifus, agravado seguramente con esta conmoción.
Esta perdida deterioró aún más la salud mental de la condesa que ordenó cerrar a cal y canto su residencia familiar, rodeando a su hija superviviente de luto y silencio que sólo se rompió cuando Maria Victoria conoció a su futuro esposo el duque de Aosta, el príncipe Amadeo de Saboya, con el que contrae matrimonio el 30 de mayo de 1867.
Fue reina consorte en el efímero reinado de su esposo (1870-1873) y causó en la sociedad española mejor efecto que este, los primeros sorprendidos fueron los diputados españoles recibidos por su nueva soberana en correcto castellano sin apenas acento.
Su comportamiento en todo momento de su vida fue ejemplar, y quizás el haber sido puesta a prueba, de forma tan dura, a tan tierna edad, dio como resultado una mujer culta, digna, sensible y discreta, disimulando, quizás no perdonando las numerosas infidelidades de su consorte, y sobre todo siendo un ejemplo de solidaridad, no es tan conocido como se merece que llegó a inaugurar  gracias a su aportación económica, la primera guardería infantil que se abría en España, para acoger a los hijos de las lavanderas que ejercían su oficio en las riberas del rió Manzanares.
La reina se compadeció de estas infelices que obligadas a lavar la ropa ajena, en los meses más crudos del año acompañados de sus hijos de corta edad, veían como estos sufrían las inclemencias del tiempo con alto riesgo de mortalidad, además del peligro que suponían para unos niños que apenas comenzaban a andar corretear por las orillas de un río, aunque sea un "aprendiz del oficio".
Tras la abdicación de su esposo la reina le sigue al exilio (11 de febrero de 1873), pocos días después de dar a luz a su tercer y último hijo a Portugal y una vez repuesta del parto, el 2 de marzo se embarca hacía la península italiana, residiendo en Turín junto con San Remo hasta su fallecimiento el 8 de noviembre de 1876 a los veintinueve años vencida por la anemia junto con la temida tisis.
María Victoria no dejo desamparados a sus queridos pobres españoles y a través de la escritora Concepción Arenal, que actuó como intermediaria siguió hasta el último instante de su vida enviando donativos con la única exigencia que se hicieran anónimamente.
El pueblo español no olvidó a su benefactora y menos que nadie sus queridas lavanderas, sobre su tumba apareció una corona de flores con la siguiente leyenda:
" En prueba de respetuoso homenaje a la memoria de doña María Victoria, las lavanderas de Madrid, Barcelona, Valencia, Alicante, Tarragona, a tan virtuosa señora". 
Ellas menos que nadie podían olvidar a la que conocieron con el sobrenombre de "madre de los pobres" a la Rosa de Turín  In Memoriam. (para recordar a esta hermosa dama que mejor que el maestro Chapí contemporáneo de la soberana, "La corte de Granada")


Maite de Pablos

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