Los catalanes están siempre en estado de revolución insurrepta. No saben lo que es la Resurrección de males endémicos de España pero sí saben lo de la Insurrección. EL CENTRALIZAR les duele, porque ellos están en modo lateral por más que quieran ser un punto céntrico y erijan la Sagrada Familia a lo alto con Gaudí. A ese esplendor de la plaza del pueblo no llegan porque sus plazas son demoledoras como vascas de lema violento. Sus dirigentes son Centrarcos como peces de las profundidades con aletas llenas de espinas y su alimento desairoso como el de la perca que no es cordero ni conejo. El político del centro de Iberia es centrifugador de las autonomías y países nacionalistas que la configuran y no pone un lavado solo para ropa sucia y otro para ropa blanca sino que mezcla a las distintas masas. El Centro es en la Puerta del Sol y nuestro rey Felipe VI es el Centrípeto.
LA FRACASADA CIUDAD-JARDÍN
El plan Cerdá de ciudad-jardín para Barcelona era atrevido y respetuoso con las bellezas artísticas existentes pero fracasó por las presiones de los propietarios particulares. No así en Alcobendas con el plan Caballero...
Los catalanes no se conforman con hacer turismo en Puigcerdá y la Cerdaña por eso viajan al sur de España y al oeste de Iberia.
(¿CONTINUARÁ?)
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