Hay conflictos que no se deben resolver porque fomentan la competitividad. La sangre caliente del toro y la sangre fría del torero. El torero valiente catalán da la sangre con honor.
El toreo es un Arte en escena, en progreso y es además sagrado, donde el toro representa el Mal de las Tinieblas al que hay que burlar y el torero es como un santo.
Si los catalanes quieren ofender a los vascos que pongan un toro vasco con la ikurriña insertado en la Senyera, y si quieren ofender a los españoles que pongan un Sol, y si Castilla quiere escupir al Océano que ponga olas en sus banderas y que por leyes prohíba ir a la playa.
Si prohiben los toros en Catalunya pero no en el Sur de Francia, al menos el torero catalán ya no sufrirá espantosas cogidas y tampoco estará destinado a volver al ruedo.
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