EL ISLAM III

En Bailén nos costó muchísimo pero también ganamos en la Puerta de Andalucía junto al Puerto de Despeñaperros.

En el cuarto aniversario de ese día moría el Papa Inocencio III que no sabía que la reconquista de la Península Ibérica se retrasaría porque los reinos taifas pagaban impuestos a los cristianos que servían para fortalecer y engrosar la soldadesca.

¡Tiene que acabarse antes del 2012! Como moscas con alas el 5-6 de febrero del 1211 al-Nasir partió en yijad de Marrakech con arqueros con quince tipos de flechas distintas. Las oleadas de la caballería cristiana lo detendrían el 16 de julio de 1212 en las Navas de Tolosa.

Concluida la campaña de Mallorca, en 1232 el rey conquistador Jaime I volvió sus ojos hacia Valencia, aprovechando el desmoronamiento del poder almohade tras la batalla de las Navas de Tolosa y los continuos éxitos de Fernando III de Castilla. El 9 de octubre de 1238 hacía su entrada en Valencia.

A fines del siglo XI, mientras la primera cruzada se dirigía hacia Jerusalén, el empuje conquistador del reino de Castilla con Sancho III, su hermano Alfonso VI (quien lograría el hito de recuperar para la España cristiana la antigua capital goda, Toledo) y su capitán Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid, parecía presagiar...pero los reinos taifas reclamaron ayuda de los almorávides.

La continua lucha de los cristianos contra las sucesivas oleadas islámicas, que a punto estuvieron de agotar la resistencia de tantas generaciones de españoles que nunca veían cesar el aporte de invasores desde la otra orilla del Estrecho, dio por fin sus frutos en el siglo XIII, la centuria de los grandes reyes guerreros: Alfonso VIII, Fernando III el Santo y Jaime I el Conquistador.

Afganistán puede acabar siendo un reflejo de la breve cadena montañosa del Rif. Los luchadores AntiOtan no deben estar en lugares donde no lucharon romanos y cartagineses. De tanto rezar mahometano solo puede venir a Europa una peste islámica.

¿Que el español no tiene razón, ni sentido común y de la libertad? Nosotros no entramos en la Primera ni en la Segunda Guerra Mundial. Ni tampoco entraremos en la guerra contra el Islam. Ni tampoco nos aprovecharemos de ello.

Los mamelucos eran de origen turcoasiático que recibieron influencias iraquíes y persas. Napoleón después de la batalla de las Pirámides los reclutó para su Ejército y como con Franco estos moros participaron en las luchas de Madrid y Barcelona por el botín.

El mahdi es el duodécimo imán chiíta Muhammad al Muntazar supuestamente desaparecido en el 872, que permanece oculto hasta que regrese para revitalizar el islam y dominar el mundo. Los ismaiilitas creen que el hijo del sexto imán regresará como mahdi. En siete años se hará con el mundo. Diversos individuos han surgido periódicamente, incluso en la España medieval, como mahdi.

Los átomos religiosos iraníes se magnetizan en un sentido. Ellos mismos creo que tienen imanes en las mezquitas. Y en La Meca está la Roca Magnética. Así que a los mahometanos hay que llamarles magnetatos. Y el velo no es más que una serie de vueltas de alambre que las corona como un circuito secundario. Y tan contentas.

¿Choque de civilizaciones? Independientemente de la masa y de la carga en reposo del material, en realidad es una manifestación del movimientos de cargas eléctricas. Por ello, no es posible aislar un elemento magnético sino que se observa un campo de fuerzas creado entre dos puntos, occidente y oriente.

La muerte que no el divorcio puede ser el final de un cuatrimatrimonio si te quitas el velo. En España siempre se veía mal que la casada no pudiera coquetear, ¿qué hara la mora de enfrente de Toledo? El mejor espejo de una mujer son los ojos de un hombre. Nos gusta adivinar si tiene el rostro fantástico porque ha hecho cositas sexuales hace un rato.

En el noviazgo conoces a tu pareja. Pero ellos, los moros, son muy astutos y ladinos, te regalan flores y te agasajan todos los días, cuando son novios son los mejores...y luego te casas con ellos y te ponen el velo, y los hijos para ellos. Encima no te fíes del moro que te la juega a tus espaldas con otra.