April 09, 2018

¿QUIÉNES HACEN LA HISTORIA EN ESPAÑA?¿QUIÉNES SON VERDADERAMENTE SUS PROTAGONISTAS?¿PARA QUÉ SIRVE LA HISTORIA?LA HISTORIA, EN SUMA, PESA CON FUERZA SOBRE NUESTRA VIDA COTIDIANA.

I

¿Cómo viven los hombres en esa sociedad?¿De qué viven?¿Cómo organizan sus relaciones y de qué género son éstas?¿Qué agrupa y qué divide a esos hombres?¿Cómo entran en conflicto?¿Qué idea se hacen dellos mismos?

Cada hecho, cada institución, estructura o realización quiere ser vivida y comprendida DESDE SU TIEMPO.


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Por leyendas bíblicas Túbal, hijo de Jafet y nieto de Noé fue el primer habitante de Iberia. Según los textos clásicos los íberos y los celtas fueron los primeros habitantes de España.

Las fronteras actuales apenas tienen que ver con el pasado antiguo. Los prehistoriadores no tienen términos claros y estables.


EN EL PALEOLÍTICO

Las hachas de mano en la zona central de la Meseta: valles del Manzanares y del Jarama.

Son numerosas las terrazas cuaternarias en ríos como el Tajo y el Guadalquivir donde aparecen en cantidad la presencia de útiles abbevillenses y chelenses (cazadores de animales mayores, 80% de elefantes).

En el Paleolítico Medio disponemos del conocimiento de restos antropológicos del hombre de Neandertal desde las cercanías del Pirineo (Banyoles), la zona valenciana (Cova Negra de Xátiva) y Cueva del Piñar en Andalucía (Granada). Se conocen 150 yacimientos desde Gibraltar al litoral cantábrico desde el año 100.000 al 35.000 a de JC. (con puntas de dardo o de lanza, raederas para trabajar la piel o madera, cuchillos, buriles para perforación).

En el Paleolítico Superior aparece el Homo Sapiens Sapiens, un tipo humano antropológicamente ya muy próximo a nosotros, el hombre de Cro-Magnon, en diversas variantes y el arte rupestre. Definido como la época de los grandes cazadores. Nuestra Península Ibérica se dividía dos grandes zonas (en la norte desde Gerona a Asturias con tres grandes culturas occidentales identificadas en Francia la auriñaciense, la solutrense y la magdaleniense; en el resto en 3/4 partes la capsiense originaria del norte de África). La etapa magdaleniense corresponde a un momento climático frío, la última glaciación (con el hueso por encima del sílex). Las cuevas con pinturas de animales mayores lejos de la entrada y de la luz del día con carácter secreto (pintas planas de relleno unicolor y policromía). El arte ruspestre durante 20 mil años de vida hacia el 15.000 y 10.000 a. de JC. En el final del Paleolítico Superior desaparecen los animales mayores y la alimentación se concentra en los pequeños salvo los cérvidos y los cápridos.


EN EL MESOLÍTICO

Fabricación piezas muy pequeñas de sílex (microlitos) con formas geométricas de trapecios y triángulos.


EN EL NEOLÍTICO

Paso de la economía de la recolección y la caza... a la agricultura y ganadería. La cocina del hervido y la cerámica (la supervivencia de niños, enfermos y ancianos).

Cerámica montserratina o cardial o impresa de los habitantes de las cuevas con cerámica de estilo barroco (Cataluña con la cultura de los sepulcros de fosa y La Carigüela de Piñar en Granada). Objetos de adorno como collares de conchas o con cuentas fabricados con la piedra calaíta o de callais.


EN EL ENEOLÍTICO

Empleo del cobre y del bronce (añadiéndole estaño) durante más de mil años de nuestra historia. Se crean elementos diferenciados en la escala social. Sociedades muchos más duras y belicosas. La aparición de dólmenes (mesas) de megalitos (piedras grandes). La presencia del vaso campaniforme de manera limitada. Las hoces primitivas de la cultura de El Argar. Andalucía destaca por los yacimientos metalíferos frente a la anterior cultura del litoral mediterráneo y suratlántico.


LA PENETRACIÓN INDOEUROPEA

En el siglo IX a. de JC en principios de la Edad del Hierro Pueblos hallstáticos (de origen austriaco).


LA ENTRADA EN LA HISTORIA

Las Columnas de Hércules en el Estrecho de Gibraltar señalaban el Non Plus Ultra (nada más allá del Mediterráneo que los españoles estarán destinados a desmentir en el s. XV).

A partir del año 800 a. de JC fenicios y griegos navegan por nuestro occidente. Por el lado fenicio se desarrolla en la costa andaluza con centro en la ciudad de Cádiz y y la norteafricana Lixus. Asimismo la proyección de los griegos por la costa meridional catalana y las de Valencia, Murcia y Andalucía. Y lo mismo Mallorca y Menorca. 

Los metales son el principal elemento de atracción: demanda asegurada, facilidad de transporte, y valor en relación con el volumen. Tartessos (o Andalucía) fue El Dorado de la antigüedad mediterranea (las minas de Riotinto prerromanas). Las producciones alfareras fenicias y cartaginesas a diferencia de las griegas nunca se destacaron por su gran calidad ni eran fácilmente convertibles en objetos de intercambio. La acuñación de moneda de los fenicios es tardía hasta principios del siglo IV a. de JC en Ebesus (Ibiza) y Gades (Cádiz). Pero había otros capitales como base para el intercambio comercial y se crean nuevas fuentes de riqueza (las pesquerías y salazones, la industria de la metalistería y la orfebrería...). En el siglo I a. de JC se inicia su máxima expansión con la apertura de mercados por la pax romana de Octavio Augusto (el garum gaditado se exporta a Grecia y llegaba a Atenas).

Los comienzos de la navegación de los fenicios se colocan en torno a la Guerra de Troya en el 1100 a. de JC (en el islote norteafricano de Mogador se ha encontrado su cerámica de barniz rojo tendiendo al marrón). Tenemos ciudades como Gadir (Cádiz), Sexi (Almuñecar) y Abdera (Adra) y en torno a Vélez, Málaga y Huelva generalmente como factorías.


LOS GRIEGOS


En Cataluña a nivel urbano tenemos en el Ampurdán, en Empúries y Roses que quizás fueran colonizaciones provenientes de Massalia (Marsella).


LA CIVILIZACIÓN IBÉRICA


Ciertas similitudes, concretamente en la pintura cerámica, hicieron pensar que el mundo ibérico podía ser un reflejo de Micenas, resultado de hipotéticas influencias derivadas de una acción colonial o de viajes marítimos.

Los límites territoriales de tales pueblos o tribus fueron móviles e inestables como los reinos de Taifas en la Edad Media. Jefes efímeros, sin que tuvieran la verdadera condición monárquica, personajes que emergían como consecuencia de un empuje victorioso o reyezuelos, pues tal acción podía resultar efímera, si a su muerte o a su decadencia los vecinos eran capaces de reaccionar.

Más de 30 pueblos ibéricos con organización social en poblados o necrópolis. No se trata de ciudades comparables con la época de la romanización. Los establecimientos ibéricos en llano abierto son raros. A la defensa natural se añaden las murallas que jamás faltan.
De calles estrechas y casas pequeñas con adobe (no usan las tejas de la romanización). Tampoco tienen edificios públicos ni templos con santuarios fuera de los poblados como en los casos de la Serreta de Alcoy o del Cigarralejo de Mula (siguen el rito de la incineración del mundo mediterráneo de la época, tienen a ello valor de ofrenda o exvoto las esculturas de figuras femeninas como la Dama de Elche y la Dama de Baza). También tienen santuarios en cuevas o abrigos rocosos sin llegar a ser profundas. Cultivan los cereales (la vid y el olivo y el regadío vienen con la romanización). Utilizan calizas y piedras locales (frente al mármol grecorromano). Tienen la serie animalística de bichas como la de Balazote en la zona de Albacete (leones o leonas y toros, o bien simbólicos, como esfinges, grifos...Cabeza de toro de Turis cerca de Valencia y toro de Sagunto). Terracotas.


LOS PUEBLOS DEL CENTRO Y DEL NORTE DE LA PENÍNSULA

Las fuentes grecolatinas dividen tradicionalmente la Península en dos grandes espacios: los íberos en el sector mediterráneo, y los celtas y celtíberos en el interior (la estructura tribal con predominio ganadero sobre el mundo agrícola, la falta de ciudad en término sociológico, y la tendencia al desplazamiento o nomadismo pero rompe con este esquema de grupos muy primitivos el hecho de una técnica metalúrgica suficientemente avanzada del hierro). Los vacceos sí tienen una clara vocación agrícola. Y tenemos un grupo con personalidad propia muy clara como los galaicos al lado del cantábrico. En la Meseta el conocimiento es muy superior a los del norte.

La base económica de los celtíberos era ganadera. En el año 140-139 a. de C.:
Numantia (Numancia) y Termantia (Termes) entregaron a los romanos 3000 pieles de buey y 800 caballos, lo que es una gran cantidad para solo dos ciudades
(los soldados romanos se ven obligados a una dieta de carne sin pan).

Una buena parte de la Meseta occidental estaba ocupada por los vettones desde las proximidades del Duero (Salamanca) al norte hasta el levante de Mérida al sur (Mérida es ya para los lusitanos). La frontera del este alcanzaba cerca de Ávila y comprendía Talavera de la Reina mientras que la del oeste se aproximaba a la actual portuguesa (cultura de los verracos, toscas esculturas de animales (jabalíes, osos, cerdos y sobre todo toros) relacionados con cultos ganaderos. No pusieron resistencia a la penetración romana. No se mencionan acciones de guerra en territorio vettón y sus poblados se transforma paulatina y pacíficamente romanizándose.

Llama la atención el colectivismo agrario de los vacceos (se repartían los campos por suertes a las familias que los trabajaban y se repartían las cosechas según necesidades). Ocupaban la zona central de la llanura del Duero (las provincias de Palencia y Valladolid).

En la Meseta norte una cultura del Bronce e incluso hallstática de centro oeste europea con la cultura de los Túmulos.

La destrucción de Sanchorreja constituiría un episodio en el proceso de vitalización de los vacceos en el oeste de la Meseta que les llevaría hasta el dominio de Salmántica y a la fuerte presión sobre la submeseta inferior vettona. Los vacceos tampoco eran exclusivamente agricultores (los de Intercatia entregan al pretor romano Lúculo 10 000 ejemplares de sagum, vestido fabricado con lana, lo que indica un buen desarrollo de la ganadería ovina).

En la Meseta sur los carpetanos se extendían por el norte hasta la Alcarria (se les atribuye Complutum, Alcalá de Henares y Toletum, Toledo) sin extenderse sus dominios mucho más aguas abajo del Tajo mientras que el sector meridional comprendía la Mancha hasta las fuentes del Guadiana. 

Los oretanos en el extremo superior del Guadalquivir hasta la parte alta del curso del Segura (habrían ocupado las sierras Béticas con extensiones hacia la Meseta y hacia Andalucía).

El bandolerismo y la guerrilla fueron los males endémicos de la sociedad lusitana.

Los celtíberos apoyándose en las producciones de hierro ricas y abundantes del Moncayo se hacía unas prestigiosas armas para asombro de los romanos (flexibles y duras a la vez, láminas de metal de las llamadas espadas celtas e hispanas)

El grupo galaico es conocido por sus poblados o castros (unos cinco mil para el conjunto o un castro cada 10 km2). En sus inicios la casa de piedra no existía.


ROMANIZACIÓN A. de C.

La conquista tiene lugar en tres etapas: aproximadamente hacia el año 200 Roma ha conquistado y domina todo el litoral mediterráneo desde el Pirineo hasta la Andalucía occidental. Una segunda etapa viene representada por la conquista de la Meseta para cuya fecha final podemos fijar la toma de Numancia en el año 133. Una última fase viene representada por la conquista de los territorios cantábricos que tiene lugar en la época de Augusto y que puede darse por terminada en torno del 25 a. de C.

Cabe señalar que algunos de estos poblados ibéricos se convierten en ciudades romanas (situados en lugares no difíciles, en el llano o sobre lomas suaves... desaparecen los de altos de cerros difíciles). Tales núcleos obtendrán el estatuto de municipium generalizado en la época de los Flavios.

Las Canarias o Islas Afortunadas presentan la condición excepcional de prehistoria con rasgos del Neolítico o en las primeras fases de los metales (variante de la raza de Cromagnon).


HISPANIA ENTRE LOS INTERESES DE CARTAGO Y ROMA

Cartago queda recluida a sus dominios del norte de África. En este contexto se produjo la expedición de Amílcar hacia Gades (Cádiz) con el fin de reconquistar las antiguas posesiones de los cartagineses en la Península Ibérica (año 237 a. de C.).

El pillaje y bandolerismo eran extensivos en la Península por la carencia de tierras en propiedad.

La ciudad de Cartago fundada por la fenicia Tiro en el año 814 a. de C. al noroeste de la actual ciudad de Túnez llegó a ser el centro de la política fenicia en el occidente del Mediterráneo. La caída de Tiro dejó a Cartago total autonomía que aprovechó para extender su influencia en el Occidente. Además de poseer las ricas tierras de sus entornos distribuidas entre sus ciudadanos había sometido a varias ciudades y aldeas del norte de África que pagaban un elevado impuesto de hasta el 50%. Esta expansión colonial solo fue posible debido a un imponente aparato militar de ciudadanos y mercenarios en activo.

Las casi dos décadas que median desde el 237 al 218 fueron aprovechadas por los cartagineses para constituirse un auténtico imperio en la Península Ibérica. Al frente del ejército cartaginés se sucedieron Amílcar, Asdrúbal y Aníbal, quienes se sirvieron de campañas militares y de gestiones diplomáticas para vencer la resistencia de los régulos indígenas. Adrúbal, por ejemplo, se casó con la hija de uno de estos régulos.

Dos acontecimientos importantes desvelan la creciente preocupación romana: el envío de una embajada para recordar a Amílcar la existencia del primer tratado de Cabo Farina (Kalon-Akroterion) de 348 (salvaguardados los intereses de Marsella y de las otras colonias griegas aliadas de Roma), y el tratado segundo romano-cartaginés o Tratado del Ebro del 226 a. de C. El convenio era altamente beneficioso para Cartago pero Roma no estaba preparada para imponer condiciones más enérgicas porque las tribus galas amenazaban con invadir Italia. Se abren hostilidades ante la toma de Sagunto (al sur del Ebro) por Aníbal.

Aníbal actuando con gran rapidez impone su estrategia siendo Iberia e Italia el escenario de las batallas. Pero en el 209 Publio Cornelio Escipión toma por sorpresa Cartagena (Carthago Nova) que era el arsenal militar de los cartagineses y libera sin rescate a muchísimos rehenes de importante familias indígenas ibéricas.


LAS GUERRAS CELTIBÉRICAS Y LUSITANAS

Este segundo período de la conquista romana se inicia poco después de terminada la segunda guerra púnica y se prolonga hasta el momento en que Hispania pasa a ser escenario de las guerras civiles, primero por la rebelión de Sertorio contra el régimen de Sila, y después por el enfrentamiento entre cesarianos y pompeyanos.

La guerra ofrecía soluciones para beneficiarse de la riqueza de las provincias.

Roma disponía ya de cuatro provincias: las dos de Hispania (en el año 197 partiendo de la división militar de P. Cornelio Escipión en el Ebro y en la Bética), Cerdeña y Sicilia.

La rebelión indígena de Ulterior y en la Citerior, por los constantes abusos de los administradores romanos costaron la vida de muchos soldados de Roma. Catón aplicó acciones militares con el terror y la represión.

T. Sempronio apaciguó el problema al pactar la prohibición de fortificar ciudades indígenas, obligación de pagar a Roma un tributo fijo anual, posibilidad de que los indígenas se integrasen en el ejército romana como tropas auxiliares y el derecho a percibir una parcela de tierra. La Hispania tuvo un tiempo de paz de unos 30 años.

Los lusitanos presionados por la necesidad realizaban periódicas incursiones en las ricas tierras de la Bética para regresar cargados con el botín.

Conviene recordar que una de las primeras acciones de Escipión Emiliano al tomar el ejército de Hispania fue expulsar de él a prostitutas, mercaderes, buhoneros y adivinos... y obligar a un entrenamiento sistemático de las tropas. En el 133 los numantinos se vieron obligados a entregarse.

En el 151 los lusitanos aceptan firmar la paz con los romanos, en el momento que se hallan reunidos para el reparto de parcelas,Galba utiliza su ejército para matarlos, pero Viriato escapa (en el 139 es asesinado).

Después de una cruda estrategia de la guerrilla lusitana la conquista romana de Décimo Bruto cruza el Duero y llega hasta el valle del Miño como una expedición militar con un considerable botín de guerra.

Q. Cecilio Metelo conquista las islas Baleares en el 123 a. de C.

La Península Ibérica comienza a ser escenario de las guerras civiles del 133 al 82 a. de C. Las condiciones de los indígenas se modifican gravemente (C.Valerio Flaco mata a unos 20 000 celtíberos y los habitantes de la ciudad de Colenda fueron vendidos como esclavos...)


LAS GUERRAS CIVILES ROMANAS

La sociedad se divide en optimates (oligarcas) y populares (mayores derechos al pueblo y de atender sus justas reivindicaciones).

La ciudad de Osca (Huesca) es un centro político de irradiación cultural romana para los hijos de las familias indígenas mejor acomodadas (podían incluso vestir la toga praetexta y llevar la bulla como los jóvenes romanos).

La reforma militar de Mario posibilita que un importante general con el apoyo de sus ropas y su clientela se impusiera al senado (etapa del 71-49 a.de C.). Las provincias de Hispania quedan bajo la fidelidad de dos generales (la Citerior de Pompeyo y la Ulterior de César).


LA VIDA EN LA REPÚBLICA

En la familia romana el pater era la máxima autoridad y podía disponer hasta de la vida de los miembros de la familia,no reconocer al recién nacido y vender a los hijos hasta tres veces... La estrecha vinculación entre familia y propiedad hacía que los esclavos no pudieran tener familia (nota de Jg: fijaros lo que representa la evolución del cristianismo). El hijo de una esclava nacía esclavo y el de una libre nacía libre.

Surgen en base a diferentes fines asociativos los collegia (religiosos, funeraticios, militares, profesionales y de jóvenes).

El sector social de los caballeros o ordo equester el segundo en la escala jerárquica tenía una mayor representación en provincias (decenas de miles frente al millar de senatoriales). Para ser encargados de curatelas, procuratelas, prefecturas u otros cargos tenían preferencia los del occidente del Imperio.


ROMANISMO Y GERMANISMO

En las Navidades del 406 las huestes bárbaras atraviesan el cauce del Rin. Europa vive la Edad oscura entre los siglos V y X. En el siglo VI el centro político visigodo de traslada a la Península Ibérica.

Con la desaparición del emperador Alejandro Severo (222-235) se inicia la gran crisis política del siglo III que toca techo al terminar con Diocleciano.

En el año 409 la Península Ibérica se vio invadida por suebos, alanos y vándalos. Solo la Tarraconense quedaba fuera de control bárbaro y bajo obediencia romana. Los visigodos entraron en la península en calidad de federados de Roma.


Es algo evidente que en la penetración e implantación del poder del reino visigodo de Tolosa en la península Ibérica tiene dos épocas. Hasta la definitiva anulación del poder imperial en Occidente (en que defendían los intereses de la clase dirigente hispanorromana, contrarrestando el problema germánico de los vándalos que saqueaban la rica Bética, pero está la derrota del nuevo generalísimo occidental Castino y la muerte de Honorio en el 423, no obstante en el 429 los vándalos se pasan al norte de África, en el 460 las fuerzas visigodas ocupan la importante plaza de Santarem en la defensa de Lusitania) o sea hasta los primeros años del reinado de Eurico (c. 466). Y hasta el desastre de Vouillé del 507 con la muerte de Alarico II con la desaparición del llamado reino de Tolosa y la pérdida de la Galia replegándose a la península.

La situación geográfica de Hispania, alejada de las primeras líneas de enfrentamiento con los bárbaros, la libraba de la violencia que se veían forzadas a sufrir las provincias fronterizas.

Cambian la producción basada en la esclavitud por las relaciones de colonus o colonato (los pequeños propietarios libres se ponen bajo la protección de un señor o dominus a quien entregan la tierra, que se las devuelve en precario y obtiene una parte del producto). El colonado surge para asegurar la producción agrícola a nivel estatal y para solucionar el problema de la mano de obra de los terratenientes. Las malas condiciones de trabajo y vida provocaban frecuentemente la huida de los colonos y el abandono de las tierras asignadas.

El poder sobre la tierra y los hombres (feudalismo) y la ruptura múltiple de las fronteras del Imperio y descomposición de su sistema imperial.

A finales del 554 la situación de Italia gira favorablemente a Bizancio que podría ahora enviar tropas de refuerzo a Iberia, por lo que termina la guerra civil visigoda en la península con el asesinato en marzo del 555 de Agila por sus partidarios que se pasan en bloque a Atanagildo que logra tomar Sevilla pero fracasa con Córdoba.

Tres reinos sucesivos de abuelo, hijo y nieto hacen un desarrollo histórico unitario: Leovigildo (569-586), Recaredo (586-601) y Liuva II (601-603).

Tolerancia hacia el catolicismo que en Iberia se adopta como religión del Estado por visigodo Recaredo en el 587. La importancia de la Iglesia en la neolatinización y en la administración.

Al comienzo del siglo VI tiene final el reino de los visigodos en Tolosa a manos de los francos de Clodoveo. Se trasladan a Iberia y ante el peligro bizantino les hace poner la capitalidad en Toledo hasta el siglo VII.

La obra de san Isidoro de Sevilla como un esfuerzo gigantesco para salvar una síntesis de todo el saber de la Antigüedad. Los bárbaros son el nexo entre el Imperio Romano y el Imperio Cristiano (con la publicación en el 654 del Liber Judicum y esclavización de todos los judíos en el 694).

No tenemos muchas noticias del reinado de Sisenando (que muere pacíficamente en Toledo el 12 de marzo del 636) ni de su sucesor Chintila pero suponemos fue una continuidad de la poderosa aristocracia fundiaria laica y eclesiástica.

Wamba en el 673 tras evitar en Nimes todo intento de postrer invasión franca y reorganizar el gobierno de Septimania con nobles leales a su causa retorna triunfalmente a Toledo después de una campaña de seis meses. En el 675 intenta controlar más de cerca al episcopado visigodo frenando el aumento de fuerza de trabajo dependiendo de los fundos eclesiásticos (se están formando lazos de dependencia entre los hombres que amenazaban con inutilizar los vínculos de índole pública con la formación de alianzas y conjuras en el seno de la nobleza que ponenen peligro la estabilidad del Estado).

Se produce una terrible epidemia de peste bubónica hacia el 693 sobre todo en Septimania (con nuevos brotes en el 707 y 709).

Al comenzar el siglo VIII (en julio del 711 derrota del rey Rodrigo en la batalla del Guadalete por Tarik lugarteniente de Muza) la expansión del Islam llega a Iberia con la muerte de Witiza llegando en el 714 hasta Astorga. En el 718-22 bajo la dirección de Pelayo se resiste en la batalla de Covadonga. El núcleo de poder cristiano se constituye en el valle del Sella con capitalidad en Cangas de Onís siendo vasallo del Emirato de Córdoba de 768 a 771. La elevación de Alfonso I al poder coincide con una terrible crisis interna en el seno del Islam peninsular (guerra civil entre bereberes y árabes y sirios) añadiéndose una terrible sequía del 750 al 753 (durante 20 años los cristianos asturianos hacen continuas expediciones a Galicia, valle del Duero y alto Ebro). La formación del llamado desierto estratégico del Duero en Tierra de Campos o tierra de nadie con un fuerte y libre campesinado y evitando el ataque frontal del poder islamita (y emigración al norte de amplios contingentes humanos del valle del Duero con fortalecimiento militar por el excedente demográfico para la Reconquista). Solo en tiempo de Alfonso II puede hablarse el reino astur-leonés con la batalla de Clavijo con la acción milagrosa de Santiago Apóstol montado en un caballo blanco (y expedición en el 798 a Lisboa y Luis de Aquitania entra en Barcelona). Ya pasa a ser Oviedo la capital del reino y en el 850 Ordoño I toma la ciudad de León. Castilla aparece en el siglo IX como un hito de faja fronteriza de comunidades rurales libres pero la instalación de una nobleza hereditaria y de monasterios descompondrá la sociedad gentilicia. Pamplona y los condados catalanes sufren la doble presión del Imperio carolingio en el norte y los musulmanes por el sur (Cataluña surge de la unión de los condados de Barcelona, Gerona y Vic a finales del siglo VIII). La contumacia de los ataques islámicos a la zona de Álava para evitar la posible unión entre asturianos y carolingios y los rebeldes muladíes del Ebro. En torno al año 1000 se producen las expediciones de castigo del caudillo moro Almanzor y su hijo Abd-al-Malik (en el 995 aquél se apodera de Astorga, saquea el símbolo religioso del Imperio Leonés en Santiago de Compostela, en el 985 asalta y saquea Barcelona, en el 1001 la destrucción de Manresa, y en el 1003 la última y terrible razzia de éste su hijo).

El cristianismo  había hecho grandes progresos en Hispania. Era un fenómeno exclusivamente urbano en centros localizados junto a las vías de comunicación. 

La plebe del campo estaba sometida a la annona y a la capitatio mientras que la plebe urbana no lo estaba.

Se distinguen dos clases nobiliarias: la alta nobleza es un grupo social muy cerrado por el derecho de sangre y las ramas segundonas o infanzones y por cuantos podían combatir a caballo o milites con lazos de fidelidad,


El nombre al-Andalus ha sido relacionado con el de los vándalos (al-Andalis) que habían dado a la Bética el nombre de Vandalicia en su retirada al norte de África (o las regiones submediterráneas o sea Andalucía con Almería, Granada, Málaga, Jaén, Córdoba, Sevilla, Cádiz y Huelva).

Los españoles que no quisieron adoptar el Islam y conservaron la religión cristiana fueron llamados mozárabes. Constituyeron las comunidades más numerosas y prósperas de Toledo, Córdoba, Sevilla y Mérida a mediados del siglo VIII. También los judíos conservaron el derecho a practicar su culto. Todos obligados a pagar impuestos especiales.

El joven prícipe omeya de bandera blanca Abd al-Rahman que había escapado a la matanza de su familia a manos de los abbasíes en Siria e Iraq después de la subida de éstos al poder en el 750 pisa por vez primera suelo andaluz el 14 de agosto del 755 en Almuñecar. Entra en Sevilla en marzo del 756 (y el 15 de mayo en Córdoba como emir de al-Andalus). Mientras las querellas religiosas desgarran al mundo islámico su hijo Hisam I (788-796) introduce el rito malikí.

Abd al-Rahman III se convierte en califa de Córdoba en el 929. A partir del 951 el califa consigue sacar ciertas ventajas de las luchas de sucesión tras la muerte del rey Ramiro II de León donde se enfrentan sus hijos Ordoño III y Sancho I quienes pagan impuesto y éste rinde vasallaje al califa omeya para recuperar su trono. Hizo levantar el imponente alminar de la Gran Mezquita y la residencia al pie de la sierra cordobesa de Medina al-Zahara.

Unas rebeliones populares acaban con los reinados de los califas Hisam II y III y se suprime de forma definitiva el califato omeya por impotencia de este poder central frente a los elementos étnicos importados a España: árabes, beréberes y eslavones. En 1009 la sedición andaluza da lugar a una veintena de reyezuelos o reyes de taifas (partidos) basados en afinidades de origen y enfrentados en continuas luchas fronterizas que aprovecharán los monarcas cristianos.

En mayo del 1085 un rey cristiano Alfonso VI se anexiona toda una provincia de el- Andalus entrando pacíficamente en Toledo. Piden la ayuda del sultán almorávide (de los nómadas saharianos) Yusuf Ibn Tasfin de bandera negra quien derrota a los castellanos cerca de Badajoz (Zallaqa-Sagrajas, 23 oct del 1086) y regresa a Marruecos. En la primavera del 1090 regresa y toma las propiedades de los taifas. Pero Rodrigo Díaz de Vivar El Cid (su tumba en la catedral de Burgos) campea por toda Valencia.

En Cataluña, Ramón Berenguer IV con la ayuda de los Templarios se apoderó sucesivamente de las plazas de Tortosa (1148) y Lérida (1149) situadas en la Marca Superior. En 1147 Almería había sido conquistada después de tres meses de asedio por las fuerzas conjuntas de Castilla, Aragón, Génova y Pisa.

Córdoba mantuvo su fama de ciudad consagrada al estudio. Sevilla alcanzó su máximo apogeo cuando los almohades la convirtieron en su residencia española preferida y la dotaron de numerosos edificios religiosos y civiles. La guerra santa se reanudó en tiempos de los almohades.

En la España cristiana parecía que tras la victoria de Alarcos el Islam había recuperado su fuerza ofensiva en tierras ibéricas. Los máximos paladines de la Reconquista, Alfonso VIII y el arzobispo de Toledo, Rodrigo Jiménez de Rada, preparaban la venganza. El arzobispo consiguió la unión entre los estados del norte de España; recorrió la Provenza y en 1211 logró del papa Inocencio III la proclamación de la cruzada. Muhammad al-Nasir, cuarto califa almohade, concentró sus tropas en el extremo norte de Andalucía al abrigo de Sierra Morena para prevenirse contra el peligro cristiano. Las fuerzas aliadas de Alfonso VIII de Castilla, Pedro II de Aragón y Sancho el Fuerte de Navarra engrosadas con elementos portugueses, leoneses y franceses partieron de Toledo, lograron atravesar la cadena montañosa e impusieron una derrota total a las tropas almohades en Las Navas de Tolosa el 16 de julio de 1212.

El estilo gótico pleno, nacido en Francia, triunfó en el reino castellano-leonés en el siglo XIII. En Burgos, León y Toledo se levantaron portentosas catedrales que ponían de manifiesto la validez de las nuevas soluciones arquitectónicas. También se desarrolló en estas tierras una arquitectura eminentemente popular que combina aquellos estilos con los de la tradición musulmana. El arte románico mudéjar fue sustituido por el gótico-mudéjar siendo la amalgama de las tres religiones la sinagoga de Santa María la Blanca en Toledo.

Empezaba a decaer el poderío almohade socavado por las luchas dinásticas que imperaban en Marrakus y que dislocaban la organización gubernamental. Jaime el Conquistador iniciaba la conquista de Levante con el asedio de Peñíscola e imponía al gobernador almohade de Valencia la obligación de pagarle una quinta parte del producto del impuesto en concepto de tributo.

La situación económica de al-Andalus era bastante precaria; una persistente sequía provocó una serie de disturbios y el descontento de la población musulmana considerándola fruto de las negociaciones de los almohades con los cristianos.

Durante el sitio de Sevilla un contingente de granadinos prestó su ayuda a los castellanos de Fernando III contra sus propios correligionarios los cuales se defendían valientemente en la ciudad y no se rindieron hasta transcurridos seis meses (en ramadán del diciembre 1248).

Mientras tanto, se inició la lucha para el dominio del estrecho de Gibraltar. Tarifa fue conquistada en 1292 por un ejército castellano y defendida poco después por Guzmán el Bueno.

Mientras en junio de 1340 las tropas zenetas del ambicioso sultán mariní Abul-Hasan acudían a al-Andalus respondiendo al llamamiento efectuado por Yusuf I. Alfonso XI de Castilla se aliaba con su suegro Alfonso IV de Portugal. La batalla decisiva tuvo lugar a orillas del río Salado alcanzando los cristianos una aplastante victoria frente a los musulmanes.

El reino de Castilla conoció en el curso de los siglos XIV y XV un fractura demográfica. La Peste Negra de 1301-1351-1431 se llevó al 25% de la población por el hambre.

Aprovechando la confusa situación en que se hallaba Enrique II de Trastamara tras el asesinato de su hermano Pedro I, el nasrí consiguió apoderarse de Algeciras.

Una familia árabe los Banu Sarray, que la leyenda haría célebres con el nombre de Abencerrajes, empezó a desempeñar un papel esencial en la vida política del reino de Granada: la guerra civil que desencadenaron desangró y por último arruinó el emirato granadino. Y la anarquía reinaba desde 1458 en Marruecos inentando el último sultán mariní escapar vanamente al yugo de los regentes wattasíes.

En 1469 el matrimonio de Fernando, hijo y heredero del rey de Aragón Juan II, con la princesa Isabel de Castilla, hermana de Enrique IV, anunciaba la unificación de España.

Por el tratado de Alcaçobas (4 de septiembre del 1479) se puso fin a la guerra civil castellana, se selló la reconciliación hispanoportuguesa y se logró la pacificación de Extremadura y la consolidación de Isabel en el trono de sus antepasados. A partir de entonces, los Reyes Católicos consagraron todos sus esfuerzos a la preparación de la guerra de Granada, con el fin de acabar con el último enclave musulmán en España.

Vélez Málaga y Málaga cayeron en la primavera de 1487 sin que Boabdil, fiel al pacto secreto que le unía a los Reyes Católicos (siendo preso Fernando lo puso en libertad, por el tratado de Córdoba se reconoció su vasallo, y se instaló como rey en Guadix), intentara defenderla.Tras un sitio que se prolongó durante cinco meses Baza se rindió en noviembre del 1489.

Los Reyes Católicos tras la caída de Almería y Guadix permitieron la salida hacia África de la población musulmana. No lejos de Granada, en el valle del Genil, Isabel hizo construir a finales de 1491 una verdadera ciudadela sitiadora Santa Fe. El 2 de enero del 1492 Boabdil entregó las llaves de la ciudad en la torre de Comares

El 6 de enero los Reyes Católicos hicieron su entrada en Granada y organizaron allí su administración.


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El 12 de octubre de 1492 se descubre América con las naos españolas La Pinta, La Niña, y La Santa María (nombres femeninos).

Uno de los sectores clave de la ganadería lo constituye la Mesta. La amplitud del fenómeno trashumante perdura durante todo el siglo XVI. Abarca ambas Castillas y Extremadura. Desde el año 1273 las cuatro cabezas de cuadrilla cada una de ellas con cierta autonomía geográfica -León, Segovia, Soria y Cuenca- se unieron en el Honrado Concejo de la Mesta.

El aumento de los precios se debía al oro y plata americanos. Y la fuga para Europa.

Las operaciones contra Melilla -ocupada en 1497- contra Orán (1509) y contra las plazas del norte de África tendían principalmente a atacar las bases de los corsarios berberiscos y a tener segura la ruta de España a Italia por el sur del Mediterráneo.

Se incrementó el número de las clases parasitarias e improductivas (nobleza, clero, ociosos y pícaros de toda clase) que encontraron un medio fácil de mantenerse. El convento para la mujer es el mejor refugio, paz, respetabilidad, labores intelectuales, acceso al poder, pan y dignidad, disciplina, trabajo y decoro... con un precio negativo en libertad. Orden natural de cosas establecido por Dios, sin cambio ni mejora (cosas de arrogancia y orgullo), la paciencia y el sacrificio en la pobreza ("siempre ha habido ricos y pobres"), el valle de lágrimas pero se alcanza la justicia perfecta y administrada por Dios después de la muerte (en la resurrección), la esperanza en el cielo (ventaja psicológica) hace tolerable cualquier sufrimiento o frustración 






(CONTINUARÁ)

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