EN EL LÍMITE DE LA EDAD PASADA LA MEDIANÍA

Yo soy muy sensible y tengo buena vista, veo la gente que es interesante y por sus físicos aunque no sea correcta esta percepción de Recursos Humanos ("la gente no puede dar de sí más que la forma física que tiene...") ya sé lo que pueden dar de sí, por sus formas y gestos, por sus movimientos ágiles, sus pausas y sus expresividades deduzco mucha información no verbal. Veo en los transportes públicos del metro y de los autobuses de Madrid a los necios que van ciegos al destino fatal, a los limitados por el chasis de su metabolismo, a los perdidos empobrecidos sin recursos que viven como del aire... Y sufro mucho porque no puedo hacer nada por ellos (la única manera de hacer feliz a la gente es darla dinero).

Por la mañana trabajo en Acompañamiento de Residencias de Mayores en visitas hospitalarias en taxis y en ambulancias. Veo a personas con más de ochenta años que han perdido a sus parejas, pero que han tenido dinero para costearse una Residencia Privada, que van en sillas de ruedas o andadores, y con pañales, sin movilidad y que se han quedado ciegos y sordos, que se han quedado solos  hacinados con la gente que no ha llegado a la vejez bien de la cabeza (parece genético y ambiental, es muy difícil llegar bien sin dormir bien, tener un buen estómago, y mucho sentido del humor) incluso con gente puñetera, hideputa y malas pulgas donde la convivencia es un infierno en el Hogar de la Tercera Edad, con tratamientos de quimioterapia en el Clínico (en las salas de espera de los hospitales veo que el perfil de estos pacientes es el mismo que el de la gente normal que se ve en el metro y que por tanto somos muchísimos más los que tenemos cáncer), que no tienen dientes y comen con purés, y nadie les visita ni les saca de allí y ni les lleva de vacaciones, con ninguna posibilidad real cognitiva para una buena conversación con los otros residentes... Cuando le pregunto a una de estas personas mayores que ha trabajado mucho y ha realizado su camino por EL SENTIDO DE LA VIDA, que ya han visto morir a sus amigos y conocidos, me dicen: - "Ser buenas personas, y hacer el bien..."

Por la tarde trabajo de Asistente del Hogar, voy a casas de lujo, a limpiar, planchar, cocinar, envolver.. y veo que si no se tiene salud, amor y comprensión la casa no vale nada por muy cara que sea, incluso si no se tiene trabajo y los hijos menores de edad son unos desapegados, maleducados y engreídos, cómodos y egoístas...sin consideración a nadie. Veo todos los cuadros, todas las fotos de celebraciones, todos los recuerdos en las estanterías, toda clase de buenos muebles, los dobles cuartos de baño, el altillo y el solarium y otras originalidades arquitectónicas y de decoración interior, pero si no hay buenas personas que se quieran, SINO HAY AMOR y buena compañía, que sepan estar y amarse, nada vale el lugar por mucha urbanización en la que estén.

Los fines de semana me gusta ir a un Mercadillo a comprar tirado de precio antigüedades y otros objetos (me he llenado la casa de baúles, sillones, jarrones, espejos, huchas, platos, una guitarra española de buena marca con cuatro cuerdas...) Los dependientes cristianos de esta ONG para luchar contra la droga me dicen: -"Se muere alguien y las casas se vacían, nadie quiere sus recuerdos... nosotros las vaciamos".

Encima mi esposa trabaja en la UCI de urgencias de un Hospital Privado y me cuenta todas las noches los casos de enfermos en peligro de vida, de los minutos y segundos que tienen para hacer bien las cosas y que no se les vaya la persona a no sé dónde... a la Vida, o al Cielo o al Infierno, o al Purgatorio.