DE ELLAS

EL FILÓSOFO Y LAS MUJERES

Hay tanto sudor de teta en la ciudad que los hombres no podemos ni movernos y a mí me han echado de casa como a Poliziano por criticar a Clarice Orsini la esposa de Lorenzo de Medici y nunca más podré volver porque no aguanta mi presencia por muchos amigos humanistas que me haga.

 DE LAS CASUALIDADES

Era una chica tan guapa que hubiera corrido a coger el autobús con ella pero esperé porque no era el mío ni ella por tanto la mía.

 LA MUJER ENORME

 Vi una mujer de negro que era tan enorme como el de la Orquesta Mondragón.

 PARA QUÉ ESTÁN LOS TACONES ALTOS 
La tiparraca no puede ni andar con esas plataformas que se ha puesto de camino al Shopping Centre de la Torre Europa y más le valdría que los indios de Azca se las aserrarán un poco

 ELLAS

Cuando salen del Banco 
Ellas se dan la vuelta 
para mirar al que lleva dinero.

 LAS REINAS DE ESPAÑA

Se creen que son las reinas pero reina no hay más que una, Letizia.

LA CHINA

Los vagones de metro parecen los de la muerte vemos quien con la crisis ya no puede más si en mi rostro llevara escrito Plaza de España esa china se iría conmigo al baile esta noche al Palacio Gaviria y mientras tanto el vigilante del metro buscaría por los andenes a otro y es bueno quedarse en la casilla del seguro en el parchís.

TENGO SUEÑO En el Petrushka de Stravinsky éste utiliza notas extrañas a la abertura de llaves y resuelve todas las disonancias por eso seduce tanto al espectador y yo estoy harto ya de toda esta cultura de beneplácito que nos adormece y no resuelve las aspiraciones últimas del Auditorio Nacional y del Palacio de la Ópera como cuando en una noche en un cine de verano de Cercedilla las chicas de vuelta a los chalés se me acurrucaron susurrándome al oído junto a las vías del tren si me había gustado Lo que el viento se llevó.

UN CASTIGO

Las ponen el velo.