December 05, 2016

AQUÍ HAY POBRES

Iba por la calle maldiciendo a los inmigrantes que no tienen más que precariedad y miseria, me puse duro con los pobres, y Dios se puso duro conmigo, toda mi dentadura se puso a temblar y mis tímpanos a estallar.

No hay fiabilidad para alquilar mi casa en el mercado libre porque nada hay seguro: ni trabajo, ni salud, ni lazos familiares.

A nosotros, hijos de ricos del tardofranquismo, ya nos decían los curas que no íbamos a vivir como nuestros padres. La crisis ha barrido muchas cosas, y ha traído podredumbre. Nuestra manera de comer, de vestir y nuestro corte de pelo se han visto afectados.

El papa Francisco ha dicho que en la miseria se sostiene en la misericordia. El voto de pobreza, "el ayunar para ayudar" brilla por su ausencia en España, si no tienes dinero eres un maldito, es terrorífico, nadie te quiere, salvo tu familia.

Últimamente: El pasado año solo vi ricos en los Centros de Sanitas Millenium, en las damas que suben al autobús en la calle General Yagüe, en la Biblioteca e Iglesia de la Moraleja y de otros barrios ricos, son insoportables burgueses como enfermos mentales, en Notarías y Consejos de Dirección familiares, pero ya no veía a ninguno en mi vida. Se habían extinguido, ocultado o estaban en otros mundos.

Voy a la calle a ver a pobres, los que se trasladan de casa con sus bártulos, si veo a un niño descalzo pasando frío pues me quito los calcetines y se los pongo, los hombres esclavos que para llegar a cualquier cosa, trabajan y velan, mientras los ricos duermen y solo aparecen en escena a cosas hechas reguló san José de Calasanz,

Para Dios es un honor que entremos en sus sentimientos más íntimos, hagamos lo que Él hizo y realicemos lo que Él ha ordenado. Sus sentimientos más íntimos han sido preocuparse de los pobres para amarlos, consolarlos, socorrerlos y recomendarlos. En ellos es en quienes ponía todo su afecto. Y él mismo quiso nacer pobre, recibir en su compañía a los pobres, servir a los pobres, ponerse en lugar de los pobres hasta decir que el bien y el mal que les hacemos lo toma como hecho a su misma persona. No hay ninguna diferencia entre amarle a Él y amar a los pobres...¿Pensáis cristianos que podéis quedaros tranquilos diciendo que no lo creéis?¡Qué dureza de corazón! Porque no os falta nada cerráis la puerta a la compasión, a la ayuda a favor de esos pobres que languidecen... Como dice san Ambrosio: "no lo has asistido, luego le has matado".
(san Vicente de Paul)

En las Casas de Concentración debieran poner el cartel Aquí hay pobres, en un mundo exterior donde los ricos tienen todas las ventajas y ocupan los primeros puestos, donde los pobres están sometidos y parece que no han nacido más que para servirles. En la Santa Iglesia no se admite a los ricos más que con la condición de servir a los pobres, ya que los favores y los privilegios son para los ricos y los poderosos, y los pobres no tienen parte en ellos más que con el apoyo y la generosidad de los ricos, mientras que en la Iglesia de Jesucristo las gracias y las bendiciones son para los que se portan bien y éticamente, no busca a los ricos esos extraños con sus adornos y lujos (con el gran apego a sus bienes y la gran estima que se pagan a sus personajes porque todo el mundo les baila el agua).
(Bossuet)

Según san Juan Eudes, Jesús y los santos tienen su gran gusto en conversar con los pobres, vestirlos, servirlos, consolarlos y defenderlos contra aquellos que los aplastan y oprimen, porque según Mandela los pobres mueren antes porque tienen peores alimentos y sanidad.

En el Barroco y otros siglos miembros de la Iglesia convencieron a los pobres a resignarse a su suerte que se debía a la Providencia y que en otra vida alcanzarían la felicidad o sea cuando se mueran y ya no cuenten en la Tierra. Hay demasiados esclavos cómo disminuirlos, les quitaremos las ansias de revolución con maquinitas audiovisuales, les atiborraremos de comida basura, haremos películas de Hollywood de Guerras Nucleares donde solo sobreviven los ricos y emprenden la aventura, viviremos en residenciales protegidos de guardias de seguridad, con los mejores jueces y hospitales a nuestro servicio, y los mejores y más informados asesores empresariales y bursátiles, porque el dinero paga espías, despojaremos a la viuda y a los huérfanos, a los parados y a los enfermos del pueblo,

La Iglesia atacada por la izquierda se ha autodefendido apoyándose en la derecha, y los ricos han comprado el Cielo con el espíritu del Dinero no el de Jesús. Hay que servir al pobre en su persona próxima, ya sea que un rico o un socialista o un humanista sean quienes te digan la manida frase: "la Miseria engendra miseria moral".

Si amas cristianamente a tu familia
amarás mejor a los pobres.

Al pobre le buscan aún más errores para no servirlo, "con la caridad nos entra la mierda en casa", pero instrumintelizémosles para sacar el mayor rendimiento penoso para nuestro negocio al menor precio posible son tiempos del liberalismo, de la trata explotadora del hombre por el hombre. El liberalismo destroza hasta la igualdad ante la Ley, donde quienes pueden y quieren ganarse la vida con el trabajo no pueden ni lo consiguen siendo como mercancías y números del sistema competitivo de la oferta y de la demanda, y de la manifestación de clase darwinista o del más fuerte con todas las humillaciones de ricos y propietarios ya asentados que miden con el Dinero o el Dios Maligno que lo ordena pero que huele a margaritas cuando se tiene robando u obtiene indignamente con mal olor.

Conversamos y nos detenemos a hablar con la falsa pobreza, damos limosna a las mafias rumanas, a un euro por minuto la chorrada del falso pobre del metro, de la mendiga de Rosario Pino que mea en el parterre de la Castellana y que a última hora del viernes ingresa en el Banco Santander de Capitán Haya mil quinientos euros eso sí impregnando de mal olor la sucursal, del pobre mariquita Antoñito que estaba en la puerta de la Iglesia de la Concepción de Goya que acabó sus días en una Residencia de Navalcarnero con un millón y medio de euros en una cuenta bancaria encima poniéndose en el cuerpo las bolas del Árbol de Navidad, y qué decir de la novela Misericordia de Benito Pérez Galdos.

En África entran muchos millones todos los días de la caridad de Norteamérica pero más montante de evasión de capitales de África sale todos los años destino a las cuentas de esos gurús y jefes tribales negros en Suiza y en los paraísos fiscales.

Trabaja
para amar al pobre.

Es responsabilidad política prever que aumentarán (el Apocalipsis) los viejos sin dinero y que las ciudades se empobrecerán. El mandamiento de Dios es una llamada a favor de los débiles y contra la prepotencia de los fuertes cosa que la comunidad cristiana como religión oficial de la burguesía no sé si comprenderá muy bien.

La pobreza no existe
en silencio.

De la nada
a lo contrario.

La filosofía política renuncia
a las malas compañías.

La religión
trata
de transformarlas.

El pobre que vive
es la Gloria de Dios
como Jesús vive.
(monseñor Romero que no era rojo)

Menuda paciencia
tiene el pobre
no les adoctrinemos
en la conformidad.
Pero nada pueden hacer
ante el poder del mediodía
a la hora de comer
con la policía vigilándoles.

Para amar al necesitado y humillado
al que sufre el escarnio
tanto como a Dios,
amarás al pobre sobre todas las cosas,
déjate de Dios
Si hay pobre,
pero Dios
le da la razón
de persona,
su vida
es Digna 
Criatura
engendrada por Él..

La política y los políticos están vendidos a los poderosos: "La necesidad de resolver las causas estructurales de la inequidad, renunciando a la autonomía absoluta de los mercados y de la especulación financiera del nuevo siglo..." alude el papa Francisco.



(continuará)
(narración extensa, eso quiero, si Dios lo quiere)

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