April 11, 2013

LOS BANQUEROS FUGGER O FÚCARES

Familia de comerciantes y hombres de negocios alemanes que tuvo gran relevancia en la historia de las finanzas europeas durante los siglos XV-XVI.

Originarios de Graben (Suabia) y dedicados al sector textil, se asentaron en 1367 en la próspera ciudad imperial de Augsburgo, donde adquirieron poco después la condición de burgueses y crearon su propio taller de pañería bajo la dirección de HANS (m. 1408).

Diversificaron su actividad empresarial, invirtiendo en la explotación de las minas de plata del Tirol por iniciativa de su hijo JACOBO I EL VIEJO (1412-1469).

Desde mediados del siglo XV, se asociaron con el noble Thurzó para crear un verdadero monopolio sobre el tráfico y la producción del cobre húngaro. Completaron este control sobre los metales estratégicos más importantes desarrollando desde 1473 el negocio de préstamo de capital a los Habsburgo, el papado y otros príncipes, en clara competencia con los tradicionales banqueros italianos. Los principales artífices de esta época de esplendor de la familia fueron ULRICH (1441-1510) y JACOBO II EL RICO (1459-1525), que pronto se asociaron con los Welser de Nuremberg para intervenir en el comercio de las especias llegadas de Oriente y diversificar sus redes de negocio. Esto les permitió participar activamente en transacciones comerciales relacionadas con las flotas de Indias portuguesas y en el giro de capital desde la Península Ibérica hacia Alemania y Países Bajos.

Aunque Jacobo II el Rico ya había obtenido del papado LA PROVECHOSA GESTIÓN DE LAS INDULGENCIAS (1517), el negocio más trascendental en la evolución de esta familia de banqueros fue EL PRÉSTAMO DE CAPITAL ACORDADO CON CARLOS DE GANTE PARA APOYAR SU CANDIDATURA a la sucesión del Sacro Imperio (1519) y los gastos generados durante su presencia en la Dieta de Worms de 1521. La deuda que ascendía a 600.000 florines fue enjugada amortizando una hipoteca sobre el condado del Tirol y arrendando la producción de los maestrazgos de las órdenes militares en España entre 1525 y 1527. A estas ventajas se sumaron las licencias de explotación de diversas minas en Almadén (cuyo azogue sería esencial para multiplicar la producción de la plata americana), Sierra Morena y Murcia.

Jacobo II el Rico recibió el título de conde palatino y adquirió varios señoríos. Fue un exquisito mecenas del arte y un reconocido humanista que se mostró claramente contrario a la Reforma protestante, tanto por los intereses económicos que se hallaban en juego, como por sus propias convicciones personales(?)...

A su muerte, sus sobrinos JORGE RAIMUNDO (1489-1535) y sobre todo ANTON (1494-1560) se hicieron cargo de los negocios familiares. Carlos I de España y V de Alemania les concedió el derecho a participar directamente en el comercio americano y en las expediciones castellanas a Las Molucas. Los Fugger y los Welser llegaron a establecer algunas pequeñas factorías comerciales en Santo Domingo, Venezuela y el Istmo que apenas resultaron rentables, pero su respaldo financiero SALVÓ AL EMPERADOR DE SITUACIONES TAN DESESPERADAS COMO SU PROBABLE CAPTURA EN 1552, salvada por su inmediata recuperación militar gracias a un elevado préstamo de 400.000 florines.

MARCOS (1529-1597) negoció las condiciones de compensación que debía recibir la familia por sus préstamos a la corona española tras las suspensiones de pagos de 1557, 1575 y 1596. 

Aunque no salieron muy perjudicados de estas crisis y ajustes financieros, los Fugger habían iniciado un proceso de fragmentación en sus negocios y se escindieron en dos grandes grupos, los fúcares (versión española de su apellido) viejos y los fúcares nuevos. Los fúcares viejos seguían ligados al arrendamiento de los maestrazgos y a la explotación de minas estratégicas, por ello gozaban de ciertos privilegios en su trato con la corona que los exceptuaría de la suspensión de pagos de 1627 y acordaría condiciones más favorables en la contratación de algunos préstamos con ellos. En cambio, los fúcares nuevos trataban de ofrecer cierta competencia a los banqueros italianos, portugueses y españoles que negociaban con la corona los asientos generales y particulares con los que financiaba su política. El volumen de sus préstamos era muy inferior y su capacidad gestora bastante más limitada, porque preferían dedicarse al arriendo de rentas menores. Tal como había sucedido con muchas de las principales familias de asentistas genoveses se integraron progresivamente en la aristocracia de grandes propietarios latifundistas y abandonaron los riesgos de la especulación financiera y los empréstitos.

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