June 15, 2015

EL HOMBRE DE BIEN DE ESTOBEO

El hombre de bien, por servirse en todo lo que realiza de las experiencias de la vida, hace bien todas las cosas, lo mismo que prudentemente, sensatamente y según las demás virtudes; pero el hombre vil, por el contrario, malamente.
El hombre de bien es grande, fuerte, alto y vigoroso.
Grande porque puede llegar a las cosas que existen y yacen para él según la elección.
Fuerte porque se ha desarrollado por todas partes.
Alto porque participa de la altura que corresponde al hombre noble y sabio.
Y vigoroso porque ha adquirido la fuerza que le corresponde, siendo invencible y difícil de subyugar.
Por lo que, también, ni es obligado por nadie ni a nadie obliga; ni es impedido ni impide; ni es forzado por nadie ni a nadie fuerza personalmente; ni manda ni es mandado; ni hace mal a nadie ni él mismo es objeto de males; ni cae en el mal NI HACE CAER A OTRO EN ÉL; ni es engañado ni engaña a otro; ni miente, ni ignora, ni se oculta, ni acepta la mentira en manera alguna; es muy feliz, tiene buena suerte, es bienaventurado, dichoso, piadoso, amante de la divinidad, resolutivo, apto para reinar, para ser estratega, político, hábil administrador y hombre de negocios.

Los hombres viles tienen todas las cosas contrarias a éstas.

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