Sal y salta del autobús en
Callao,/ e ingrésame el dinero en Gayarre/ y cóseme el roto en Pontejos.
Cómo me gustan las mujeres/
en su forma campaniforme/ qué no ha podido pasar con ellas/ con esos culitos de
fresa/ y esos cuellos de nata,/ esos pechos de meseta, / y esas piernas de
gacela
Escucho lo que el pueblo
dice en las calles de Madrid y otros lugares de Iberia, los periodistas me dan
la información con las noticias, los libros y las enciclopedias me proponen
nuevos pensamientos, luego el enconamiento social me perfila el ribete de las
proposiciones creativas, y el inconsciente añade de sobra y detalle, pero
sobretodo el tiempo con periodos de descanso y de vacaciones y una crisis pueden
ser un medio y un principio de inspiración donde se resuelve la tensión de
oposición del individuo al colectivo.
Los españoles de la Rojita
siempre hemos estado forcejeando con la Fronda francesa y un millonario
parisino paga para que las bandadas de rumanos estén en Madrid y otro ruso para
que no estén en Moscú pero igual que los españoles paseamos con la frente en alto
ellos tienen que disimularla no sea que en la tentativa de luces se la metamos
para dentro y con las orejas gachas como con los mañicos y los charros.
Un cartel de anuncio con una
mujer bikini y otro con una pizza me indican que no estoy en los Emiratos
Árabes sino en un madrileño boulevard de Juan Bravo donde la moda se mezcla con
el gourmet y las señoras acadauladas de Cáritas como si la crisis no hubiera
recorrido las casas opulentas más que para asustar un poco como en los cuentos
de infancia con esos juguetes y esos techos tan altos en los cuartos.
Entró uno en el Ministerio
que tenía pinta de Gadafi y Mickael Jackson y se puso a desbarrar con acento
entre argentino y griego y dijo que en su día él fue del Estado y que por tanto
sus labores se las tenían que hacer otros según le enseñaron en la Enciclopedia
de Ciencias Sociales cuando estudió en la facultad de políticas junto a La
Moncloa y la carretera de El Pardo y que lo de la soberanía popular y lo de la
igualdad civil no lo eran para su caso.
Las hijas de Freud y de
Charlot eran amigas del (futing y fulling: neologismo que quiere decir “follón
mal hecho que se recorre con la alternancia de las piernas para andar y el sexo”)
fluir mental y del fricativo del inconsciente en toda una época de impunidad
criminal y si en esta época de la embajada de Obama las miradas se fijan en
nosotros como escarfios (neologismo que quiere decir “escarificadores garfios”)
por el hormiguero del Metro y si tú eres demasiado judío como para llevar un
traje de ejecutivo y poco sudamericano como para elegir un traje pastel, te diré
que entre un padre fumigador y una mujer feminista y una secretaria inglesa que
no se aseaba acabaré mis días de padre lunecico y miercolino hasta el gorro en el
balneario de Caldea y el Valle de Arán porque si ellos olían a tierra mojada de
playa y a escalopines empanados del Hotel Villamagna yo no voy detrás de ellos
porque creo que a los indios cochiches les hicimos en la historia mucha pupa.
A esa bailarina Miss Loie Fuller la regalaron una falda transparente china de seda y se inventó en Paris la serpentina Danza del Fuego con la que atrajo la atención de artistas tales como Toulouse-Lautrec, Jules Chéret y Auguste Rodin y ella además había nacido en el mismo burgo de su apellido.
A esa bailarina Miss Loie Fuller la regalaron una falda transparente china de seda y se inventó en Paris la serpentina Danza del Fuego con la que atrajo la atención de artistas tales como Toulouse-Lautrec, Jules Chéret y Auguste Rodin y ella además había nacido en el mismo burgo de su apellido.
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