March 12, 2013

LUCHA DE GÉNERO Y ABORTO XX

En el suburbio de Santa Clara de Coimbra donde Inés de Castro fue asesinada mandó la hija de Sancho I la Beata Sancha construir el monasterio de Celas como si la santidad, la universidad y la corte se alcanzaran en esos tiempos al mismo sentir por mucho que la tuna portuguesa se distraiga en el río Mondego.

Yo me quedé en el pundonor de las comedias españolas de capa y espada de Lope de Vega y de Tirso de Molina de idealizados amores y frustradas pasiones que acaban en matrimonios, y en verdad que así transcurrió mi juventud viéndolas a ellas casarse y a ellos morir a garrote vil, tras las muchas pantomimas y escaramuzas el amor no daba más de sí y todo se echaba a perder en la corrala del auditorio, porque no había un protagonista que estuviera a la altura y eso que yo solo hice el papel que me tocó de gracioso que todo lo ve y sufre en Comedias de Errores de dobles cónyuges.

De tantas mamadas amorosas el varón se cogió una nefritis que se hizo tan crónica como tantas veces duró la obsesión de ella o de él si no le daba asco esa pocilgada que la encumbraba a ella a las alturas del Olimpofalio y a él a caer gravemente enfermo bajo el afelpado monte sagrado del que había que hacer una evacuación como del Fuji.

Cuantos hombres se van a pasear solos porque no aguantan el ambiente asfixiante de sus casas con las mujeres hormonales y el griterío de los niños y como todos los días nos encajonan en cajas de huevos kinder cuando es demasiado complicado abandono el sueño y me despierto.

A la diosa de la escritura Nefzys se la consideraba dotada de poderes mágicos y a ella se le dedicaban los lugares desiertos y en la negatividad de Hegel y en la falsía de un hombre judío como Kafka solo el automovimiento en la cinta del supermercado queda para lo que Sartre sería una serie de nadas como preguntarse qué hago yo aquí como condición de la existencia, y sería una negligencia dimitir de las responsabilidades de cada día.

Una ideología no es buena si no permite al individuo resolver los problemas y si un entrenador de fútbol sala es una muñeca chochona y no es muy hombre y encima las hinchas son madres del Liceo, qué de problemas para los niños metidos a jugadores a lo Ronaldo y que un padre emplee la mañana del sábado en llevarle a ese partido.

Recogías la caña sin coger ningún pez pero te alegrabas de que ninguna hubiera caído en tus garras, como cuando una en el baile invade tu límite la regañas y se molesta y no se mueve ni retrocede importunando a tu pareja, como cuando una en el asiento del metro se agita por el telele y no puede evitarlo, porque amor mío no creo que lleguemos al doble suicidio y yo no soy un padre viejete regañador aunque tú la vecina seas muy bicha.

En aquel cuarto del Barrio de Salamanca vivía con la farmacéutica y así eran los aires que se respiraban por toda la casa, como si la vida dependiera de un más y un menos de una química, pero peor sería que viviera con la policía del barrio con su cinturón de las armas, como si todo dependiese de un más y un menos de la bala, y si hubiera vivido con aquella abogada laboralista todo se volvería del olor de papeles abusados y usados, como si fuese un más y un menos del papel higiénico.

No hay que darle demasiada importancia a las cosas que no llegan a la muerte para pasar este siglo y si tú amada mía te empeñas en meterme un pelo en el microondas o en congelar un papel con mi nombre en la nevera yo te digo que el agua se toma para no deshidratarse y el café para levantarse y que si tú pinchas la rueda de tu coche yo no iré a buscarte ni te dejaré las llaves del mío y a ver quién se despeina antes sobre la frente de nuestra inteligencia y que si me echas y que si te quedas con todo es ya ahora arma de doble filo.

No siempre entre los cocheros de una movida hubo concordia pero se debe en concreto de reinventar el hombre ante las mujeres y los principios de ese movimiento con nuevos aspectos de la imagen personal elaborada a base de buen humor, discreción y aspecto romántico y saludable manteniendo el ritmo de adquisición del dinero, y no las veas venir si caen chuzos en los días sino más que la obstinación y tenacidad de no caer cuando todos sueltan el palo de la vela y la sociedad se llena de masacrados de la crisis y la corriente crítica incita a la misma dejación de funciones de quienes todavía están a salvo.

Qué dolor de cabeza con la rusa cantando en el metro circular del este y de contemplar a esas mujeres que parecen goleadas por el destino y que tienen una cara que es un poema y desbaratadas para hacer daño y esa que no ha sido madre y no ha pasado por donde las demás.




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