November 12, 2010

LA NADA QUE ME VISITA EN INVIERNO

la banalidad de la muerte, ya no valoramos la vida, lloremos tantas muertes si hay algo que tenía valor, cuál es la medida que nos significa, cómo dar más vida, cómo con humor la vamos soportando, desapareció en la nada nunca presente, tantas vidas inútiles, que es otra forma de morir, del agujero con la ayuda de Dios se sale fácilmente, me faltan sentimientos en la cúspide, quiero acelerar la despedida, no me doy cuenta que todo el mundo tiene derecho a estar vivo, atrevido no le doy valor, Dios está en el corazón de cada uno, tanto pesa tanto vale, algunos llorones no pueden ni andar, ser gracioso es ser veloz, es un da igual la vida que se mira desde la ventana en un día de neblina, la vela se va apagando, ya no salen palabras de nuestro interior, la mirada es cruel y burda, suicida en un árbol, el amor es más duradero que el sexo, el alma encerrada en un cuerpo decrépito que no dominamos con mano firme, carcajadas de locura no son razón, vino la crisis se escondió el dinero y respiró el espíritu gaélico, recuerda la infancia de los hechos, cómo pasó la familia, cómo vino la soledad, mas no maldigas el tiempo que pasó sin hacer nada, todos se han ido, quedan los pueblos debilitados por el hambre y el sueño, yo corría porque detrás venía el paso de la muerte, y ya me alcanzó, y sigo avanzando, ya no tengo que correr más porque estoy muerto vivo...

y qué se espera de mí mientras me mantenga muerto en vida, que acierte en el blanco, aunque no me salvaré del infierno, mi alma la tiene ocupada el diablo, pero más vida puede pagar la deuda, así Dios lo quiera y provea, si en algo falto ahora a mi ser me pierdo, pero sí es verdad yo ya no estoy aquí...

hace tiempo que jugué a perderme y me perdí, y salí del laberinto muerto...

no respondo de mi vida, pero sí cuando se produzca la muerte, que siempre será vana e inesperada, veré caer a mi derecha, veré caer a mi izquierda, pero yo seguiré...

siempre abunda en la raza humana lo efímero inmediato, se oyen las voces cálidas de una mujer que nos quiere, en su dulce sueño quiero dormir, estoy solo y muerto, y no respondo más que a la bondad y la verdad, que dar pie a la belleza es mucha locura, cuántas tonterías he hecho...

No comments:

Post a Comment