November 11, 2015

LOS ENEMIGOS DE PLUTARCO

pero un Estado que no produzca envidia, celo o rivalidad, pasiones que son las más capaces de engendrar la enemistad, hasta ahora no han existido.

y oír a Jenofonte cuando dice, no de pasada, que es propio de un hombre inteligente sacar provecho, incluso, de los enemigos

antes bien buscar el método y el arte a través del cual este bien pueda ser alcanzado por aquellos a los que les es imposible vivir sin enemigos

Por tanto, procuraron sacar provecho de ellos, según la necesidad, de unos y de otros: el agricultor, de los árboles que no dan fruto, y el cazador, de los animales salvajes.

pues el fuego quema al que lo toca, pero proporciona luz y calor y es instrumento de todo arte para los que ha aprendido a usarlo. Mira también al enemigo, por si, aunque ser perjudicial en las otras cosas y difícil de manejar presenta de alguna forma, algún asidero y utilidad particular y es provechoso. También la mayoría de las cosas son hostiles, odiosas y enemigas para los que las tratan; pero ves que algunos usaron de las enfermedades de su cuerpo para su ocio, y los trabajos que les sobrevinieron a muchos les dieron fuerzas y los ejercitan.

los necio destruyen las amistades, y, en cambio, los prudentes pueden usar convenientemente incluso las enemistades

El enemigo está siempre acechando y velando tus cosas y buscando la ocasión por todas partes, recorriendo sistemáticamente tu vida, no mirando solo a través de la encina, como Linceo, ni a través de ladrillos y piedras, sino a través de tu amigo, de tu siervo y de todos tus familiares, indagando, en lo que es posible, lo que haces, y escudriñando y explorando tus decisiones.

Sobre todo está pendiente de los yerros y sigue sus huellas. Y así como lo buitres son arrastrados por los olores de los cuerpos muertos, pero no captan el olor de los limpios y sanos, así las cosas enfermas, malas y dolorosas de la vida mueven al enemigo y contra éstas se lanzan los que nos odian, las atacan y las despedazan. Por tanto, ¿es esto provechoso? Sin duda lo es, procurando vivir con precaución y preocupándose de uno mismo... sino siempre mantener cuidadosamente, como en un régimen severo, la vida irreprensible.

Además, toma aún el dicho de Diógenes, muy propio de un filósofo y un político: ¿Cómo me pondré vengar de mi enemigo? Siendo tu mismo bueno y honrado.

Los hombres vencidos están atados con un silencio de muerte, dice Píndaro, pero no sencillamente todos, sino cuantos se ven a ellos mismos vencidos por sus enemigos en solicitud, honradez magnanimidad, humanidad y favores. Estas cosa "retuercen la lengua, dice Demístenes, cierran la boca, ahogan y hacen callar":

tú, por tanto, distínguete de los malos, ya que te es posible.

Si quieres afligir al que te odia, no lo taches de hombre degenerado ni cobarde, ni libertino, ni bufón, ni innoble, sino tú mismo sé un hombre, muéstrate moderado, sincero, y trata con amabilidad y justicia a los que tienen trato contigo. Pero, si eres empujado a censurar, ponte a ti mismo muy lejos de las cosas que tu censuras. Penetra en tu alma, examina tus puntos débiles, no sea que algún vicio desde alguna parte, te diga suavemente lo de aquel escritor de tragedias: estando tú mismo lleno de llagas, eres médico de otros.

Pues así como el viento del Nordeste, arrastra las nubes, también la vida mala arrastra sobre sí misma los reproches.

Pues a ninguno parece la divinidad ordenar tanto su "conócete  ti mismo" como a aquel que va a censurar a otro, para que, por decir lo que quiere, no haya de escuchar lo que no quiere.

Por eso, Antístenes dijo muy bien que los que quieren salvarse necesitan amigos auténticos o enemigos ardientes.

Del mismo modo con frecuencia la injuria que se hizo por ira o enemistad curó un mal del alma, desconocido o descuidado.

Por tanto, siempre que se ha dicho algo que no es verdad, no se debe mostrar desprecio y despreocupación porque es una mentira, sino considerar cuál de las cosas dichas o hechas por ti, de tus ocupaciones o relaciones, ha ofrecido el parecido para la calumnia, y guardarse cuidadosamente de esto y evitarlo.

¿qué nos impide, tomando al enemigo como maestro gratuito, sacar provecho y aprender alguna de las cosa que desconocemos? Pues muchas cosas las percibe mejor el enemigo que el amigo, ya que "el amante se ciega ante el amado", como dice Platón, pero con el odio se halla junto con la curiosidad también el charlar.

Pero, fuera de esto, el dominio sobre la lengua no es una parte pequeña de la virtud, pues no es posible tenerla siempre sumisa y obediente a la razón, a no ser que uno someta con ejercicio, cuidado y laboriosidad.

Pero el silencio es, en todas partes, algo que no tiene que dar cuenta (no es solo bueno para la sed, como dice Hipócrates), sino que en los ultrajes es respetable y socrático, más aun, heracleo, si es verdad que Heracles:

no hacía más caso a las palabras odiosas que a un mosca

Y "puesto que les es necesario a todas las totovías que les nazca una cresta", según Simónides, y cada naturaleza de hombre produce rivalidad, celo y envidia, "amiga de los hombres vacíos de inteligencia", como dice Píndaro.

pues "todo el oro que hay sobre la tierra y bajo la tierra no se puede comparar con la virtud", según Platón, y conviene tener siempre presente el dicho de Solón:

Pero nosotros no cambiamos con ellos
la virtud por la riqueza

pues nada que tenga su origen en el vicio es digno de emulación ni bello.



Moralia, Plutarco

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