PANTAGRUEL FUE A MADRID,
Y VIO LOS BONITOS LIBROS DEL CONDE-DUQUE:
La Checoslovaquia de 1988
Impresiones de Alemania del Este (DDR) antes de la Caída del Muro de Berlín
¿Cuántos espías Cantalapiedra hay en Madrid?
Pensamientos continuos del canónico Alberico
La Cierva con sus paletas y ojos grandes
Los dos cosmonautas caminan en Marte haciendo campamento y amando el mapa y la comida
Los sábados por la mañana hay que ir a Marte
Marcia viene los sábados por la tarde y lo cierra a cal y canto
Poemas de Viajes, Pompeya, Venezia, El David de Miguel Ángel y el Fauno de Varsovia
PP tras PSOE III
Pero no nos deshagamos de los relicarios de la crisis
Lucha de género y aborto
El rostro es el espejo del alma
La inteligencia despierta cuando se ve ayudada por Dios
El norte de Iberia siempre ha tenido madrileñofobia
Los catalanes tienen que hispanizarse caballerescamente
El Madrileñazo pero no venenoso madrizeleño
Hay poca gente sana por Madrid
Madrid quiere un speaker´s corner
¿Alguna vez los catalanes son sensatos y otras veces no lo son?
Las bellezas madrileñas no son digitalizables
Napoleón escondía bajo la mano en el estómago un reloj
El agua viva de Madrid es la mejor del mundo
Y para mí todas las palabras y apellidos son como notas musicales
Un tocacampanes és una persona de poca intel.ligencia, que diu coses sense sentit
Estoy tratando de dar con la Ley del Azar
TIN-TAN, TIC-TAC, el Reloj de Dios
No existe la Justicia pero sí los actos justos
La Boda de Ureña en Tierra de Campos, que va de libros y campanadas, con su ermita lombarda La Anunciada
Y sé que todos somos responsables
Y un pájaro se convierte en Dios, y muchos compiten con muchos... ¡PÁJAROS!
Y angustiado límite del punto es
El mareo es propio de los síndromes laberínticos del ruedo ibérico
¡Artillería en la Archivística!
Ja, ja, ja, acelerador y freno para los alemanes
París bien podría ser como Madrid y Barcelona nuestra Marsella
La mitad de los madrileños es inframileurista
Madrid es la comunidad española donde el coste de la vida es el doble más caro
Madrid rebasa cada vez más los límites legales de polución
Los madrileños dormimos poco y mal
Las aceras de Madrid imponen mucho respeto
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