REZARÉ POR MIS ENEMIGOS DE MI CASTILLITO DE AZÚCAR...

Rezaré por ese portero que me tira la puerta encima, rezaré por ese jefe que me esclaviza, rezaré por esa jefa que me hace la vida imposible, rezaré por esa compañera que se burla de mí, rezaré por esa vecina que me toma como si no valiera nada, rezaré por ese hijo republicano que no piensa bautizar a sus hijos, rezaré por ese director que me quiere mandar a casa, rezaré por esa suegra que anda criticándome, rezaré por esa tía y prima que hablan mal de mí como si no fuera nadie... rezaré y rezaré por mis enemigos para que la misma gracia les cambie y les neutralice sus fuerzas de tal forma que si no van ya en verdad que ahora ven los ángeles no puedan hacer nada.

Porque cuando odiamos el diablo hace fuertes a todos los contrayentes en sus puntos, y más fuerte el uno en su odio y más fuerte el otro en su odio, pero si tú te das cuenta de que te hacen la afrenta y no sabes por qué y sufres con ello porque sientes producir ese afecto adverso y maligno en ellos y tampoco quieres hacerles mal, y doble efecto es el mal que te infliges, el de ellos y el de tu culpa, no sabes cómo los ángeles vienen a equilibrar la balanza del justo e inocente y a segar la cizaña.