El gran proyecto de la nación,/ en que nos convocamos todos los españoles,/ no sufras,/ ven con nosotros,/ para sacar el país adelante,/ ya nos hemos sacado esa espina socialista/ que inculcaron en nuestras mentes,/ con la complacencia política del voto mayoritario y de democracia/ ahora sí que sí el carro del Estado que nos robaron/ lo hemos encontrado/ y rueda con nosotros un par de metros adelante,/ no creo que haya cuesta que impida llegar a la venta a por provisiones.
El socialismo español ha destacado por no cerrar la circunferencia de sus ideas, adónde llevaría el materialismo de la doctrina sin la tradición unitaria de los pueblos dándoles el cambiazo por el exacerbamiento del nacionalismo y obviando a la raza histórica de la unidad que mantiene el sentido del Estado Español desde el 1474.
Del liberalismo que nació en las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812 surgió la Independencia de los estados americanos desunidos de España y los futuros partidos demócratas socialistas y republicanos así que no me extrañaría que toda esta gente estuviera en la nube metafísica de los bolivarianos y afrancesados a resultas de la cual podría haber culminado en el desmembramiento del mosaico ibérico y cuando Serbia no pudo solventarlo porque ni hizo una buena reconquista a los musulmanes ni dejaron de intervenir en sus asuntos los otros países europeos.
Este gobierno no se hace notar a diferencia del catalán aunque tampoco tiene margen de caudales ni de crecimiento económico pero no padece de insuficiencia de potestad pero sabe que hemos estado a un tris de ser intervenidos y que todavía las bases del Estado pueden estar afectadas por lo que con pies de cautela debe garantizarse que la generación de la transición democrática que ahora tiene medio siglo o cincuenta años después de tocada por los socialistas no sea hundida y borrada del mapa, y esto sí que es enderezar la nueva caja de cambios.
A los socialistas no les gusta el aspecto tétrico de los obispos y a los populares no les gusta el aspecto caradura y borrachuzo de los sindicalistas españoles, qué se le va a hacer yo tampoco estoy conforme con el aspecto mefistofélico de algún banquero ni con el aspecto diablesco de algún patrono ni el de exorcista y brujeril de algún eurodiputado ni con la habitual sociedad desquiciada y enferma que me empuja pegajosa en el autobús y en el metro pero por favor atengámonos a quien facilita las vacunas.
Veamos las infraestructuras del país y entremos en los cuartos uno por uno, y juguemos a las tabas con el personal, y con mucho cariño no subestimemos a nadie ni arrestemos a nadie pero que todo el mundo esté en su puesto y que las inspiración del talento les pille trabajando y facilitemos todos los Madrigales o composiciones polifónicas para las voces ingentes y patrióticas del Rey y de Rajoy.
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