LA REMONTA DEL CALIFATO

Hay políticos que no son visibles y otros que sí lo son, pero dan tan poco de sí aunque arropen a los de su camada, cómo hacer realidad que Jesucristo está presente, con qué teorías demostrar que es el hilo conductor de todo, que una idea intelectual deja por su fuerza mental y ética huella en el ambiente, y que deja como presencia marcado el sitio y que difícil es vencerlo al Maligno a nivel general para hacerlo benefactor el terreno y más sitio para el cielo del Espíritu Santo.

A un nivel alto la religión le da la razón a los ricos/ y a un nivel bajo también se la da al pueblo/ el caso es darle la razón a todos/ también en el interior del Oratorio de San Felipe Neri se desarrollaron las sesiones de las Cortes de Cádiz/ y algunos curas vascos le han dado la razón a los etarras/ entonces me quedo con mi razón y en mi casa/ aunque tus valores sean amables/ ay Dios mío quien te tuviera en su casa.

Las sustancias no absorbidas en el intestino delgado pasan al grueso a través de la válvula ileocecal y, gracias a los movimientos peristálticos avanzan por él y aun sufren algunas modificaciones, entre las que destacan la absorción de agua, con lo que el quilo se va endureciendo y formando las heces fecales, y algunas fermentaciones producidas por bacterias que habitan en el colon y que actúan sobre los productos no digeridos y originan diversas sustancias, causantes del olor de las heces y de los gases intestinales. Las heces se van acumulando al final del intestino grueso y son expulsadas al exterior mediante el acto de la defecación, a la cual contribuyen los movimientos abdominales sobre el vientre para la liberación del político socialista Griñán y este es el movimiento espasmódico constitucional para todos los políticos con corrupción corporal desde el estraperlo de Lerroux.

La introversión de los socialistas que han descuidado los asuntos andaluces no impide la introspección popular de los propios estados y procesos internos de Andalucía y la intrusión del magma de los extremos alocados izquierdistas de batolitos de la intubación de los jornaleros que intuyen que como el canto de luna lorquiana les han robado la silla y el tiempo de los duelos y quebrantos y así dejemos entrar las reformas en Granada.

Vayan toda la corte de socialistas al templo del Dios Sol Inti y beban chicha y lean el porvenir de las entrañas de una llama negra que encuentren en algún cortijo y suban encima a Griñán y así entren en Sevilla con las papeletas de los votos arrojadas a los pies que pronto vendrán los populares con la fe verdadera para llevar correctamente a Andalucía que el quejío del pueblo andaluz ha llegado a los tacones de la Macarena y hay que limpiar otra vez con lágrimas en retirada los mocárabes de los intradós de la Alhambra de Granada porque los intocables hijos socialistas la han intoxicado con su halo rojizo.

La organización administrativa de lo público debiera aparecer como un cuerpo militar, si tuviéramos que los adalides mallorquines y los almojarifes andaluces fueran guardias civiles los tributos y las cuentas e incluso el botín llegaría a todo el pueblo y no nos haría falta un ministro de economía como el cardenal Richelieu y entonces haríamos el imperio del sol ibérico y de la nación de la Península Ibérica.