Hay otras filosofías de la historia que se proponen aminorar la soledad no querida, el descuido, el sufrimiento, el hambre, la miseria y el analfabetismo y que no se pueden trabajar por dinero de ahí la necesidad de los voluntarios que son el otro extremo de la prostitución esclavista y del hampa del vicio.
Quieren que cuando trabajemos que lo hagamos bien y que seamos buenos y que lo hagamos gratis. Y éste va a ser el sexto sector de la economía después de los discapacitados porque por la política del corazón y de la misericordia y de la piedad cristiana da para aguantar mucho al jefe, porque tú no estuviste a mi lado cuando estuve muchas horas trabajando solo para llevarme poco a la casa de los gastos, por lo que el que sea cristiano no debe trabajar en este mundo laboral porque la injusticia será mayor para sus compañeros no creyentes a no ser que quiera convertir y derrumbar a la Dirección.
No hay manera de alimentar a tanta gente ni de dar trabajo digno y de calidad para todos.
Oiremos el sonido timpático de los magnates de la reforma laboral y el sonido estridente de los defensores de la dignidad del trabajador, oiremos hidrógeno, anhídrido carbónico y metano y olerá muy mal, porque al pueblo le faltan legumbres de seguridad por tomar y los empresarios están hartos de comer a la carta, pero solo se van de bareta los que lo pasan mal en los trabajos basura, porque los que tienen el poder hacen las deposiciones perfectas.
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