Los madridistas del Real Madrid se retuercen como los pompeyanos del Vesubio y no ven escapatoria como los catalanes bajo los independentistas de Artur Mas.
Si en vez de la Navidad/ celebrásemos la procesión del apaleo de huesos/ para la nueva entrada del año/ según se fueran recuperando/ para tener trabajo en primavera/ y novia formal en verano.
A los funcionarios les han tocado en su dignidad pero todavía no les han bajado los pantalones con una navaja y sabemos todos que saben cubrirse con muchas capas donde esconden lo que se llevan del Estado.
Las ideas suprasensibles del Estado, las pensiones, los salarios, los alimentos, los transportes, la familia, el aire de la ciudad y otras, están poniendo en riesgo nuestra seguridad anímica y la conducta moral y la voluntad del pueblo español.
Demasiados chorizos de la corrupción, demasiado de supernovas de políticos que no siguen el ejemplo del presidente Rajoy, demasiada impartición de justicia, demasiados despachos de psicólogos, creo que no nos vendría mal un cuelgue de la red, y una desaturización de nuestras ocupaciones, y mandar a paseo y a tomar el fresco, a las actividades de rutina implantadas en nuestra vida queriendo moldear al ciudadano sobrehumano del futuro.
Los corpúsculos de Meissner son muy abundantes en las yemas de los dedos y en la punta de la lengua, y éstos en los populares nos están diciendo que terminó el fin del mundo y el próximo año terminará la recesión y la crisis, y qué hacemos con toda esta gente varada de la oposición, qué crisis personales afrontarán para volver a la marcha conservadora, y cuán muy a menudo se saldrán por la tangente de la normalidad educativa porque la demagogia es muy cómoda en Miraflores de la Sierra de frente a la Ciudad.
Yo ya me he quedado desfasado con la concepción de las mínimas partículas reducidas a lo básico para la tecnología de los móviles así que no sé si mis neuronas están constituidas para la interacción con estos fenómenos sociales, y que el paradigma de pensamiento en los momentos finales quizás no necesite de la Iglesia ni de la Corona sino de un gobierno simple de la estética escandinava de Ingmar Bergman pero que tendré que agarrarme a la cubierta del barco para no naufragar esperando los días con la mar en calma.
Los griegos de Sybaris eran sibaritas por su fama de voluptuosos y dados a la vida placentera a diferencia de los disciplinados espartanos, el caso es que nosotros los españoles no sabemos en qué ocupar los días ni cómo sacar provecho de las horas, sino mantenernos con los requisitos de cada semana y supongo que el pueblo alemán más en formación es capaz de sacar más cosas del ser y del tiempo, y eso me lo pregunto cuando llega el sábado por la mañana.
Cómo sacaremos a esta sociedad del suicidio por la no integración de sus miembros y la ruptura social donde ya no conforta ni el sacar un libro de la biblioteca ni el tomar el aperitivo, ni el disfrutar del campo y del deporte, ni de los viajes cosmopolitas y de las buenas comidas, ni de escuchar las esperadas noticias económicas sino el sentirnos enfermos sin sujeciones ni uniones con los demás para curarnos.
December 29, 2012
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