MEMORIA HISTÓRICA RECIENTE

En el club deportivo militar La Dehesa tenían comunión diaria y por eso tenían a la juventud tan espléndida.

Mi novia era como Carmina Ordoñez con la camisa azul de falangista y no era como Maruja Torres y Montserrat Roig con el cartel de adúlteras.

Tú te debes de creer que los falangistas como los judíos y los moros no dialogan, ni leen, ni escriben cuando pueden dar tanto un gancho de boxeo como un aguijón de abeja y una aguja de jeringuilla letrada, e incluso ni siquiera tener el carné de falangistas porque aquellos no llegaron a estos, entonces es pensamiento de muy diverso cuño al que tú llamas falangista y es aserto de otros indignados contra el pensamiento único de los socialistas y los pasotas de los tiempos ex nihilo.

Es normal ver gente acallada y gente sometida a la versatilidad de los sentimientos, gente a la procura de la vida de sus trabajadores y gente que manifiesta predilección por las novedades, y gente de a mí qué que tira de su foque para adelante, pues si los niños son y los jóvenes son así, y las mujeres y los viejos son así, cuando los maduros se sientan a la divagación será para proveerse de una buena alimentación.

En la transición de Suárez y en la transición felipista la atmósfera y las estaciones y los espíritus de los aires eran otros, los maestros eran otros, la alimentación era otra, la tele era otra y la internet, y las películas y los libros, pero en la transición alta de Rajoy no hay trabajo, ni amor verdadero con raíces en la familia, ni capital, ni fe ni deseos de estar con Dios, y Europa una ficción, me pregunto qué sentido llevará al pueblo más allá de la expedición querejeta al tanatorio al menos no hay terrorismo nacionalista.

A un libro aunque sea sagrado se le puede odiar y no tener en consideración, entonces el libro resulta fatal y acumula todas las malas vibraciones y resulta pesado de leer y pasa al olvido que a veces pasa de repente porque a los libros hay que amarlos pero si no son más que escritura que no evocan algo podemos prescindir de ellos porque un libro puede no decir nada y no refrescar el ambiente pero con la crisis no estamos para más sentires edulcorados ni para ficciones adormecedoras sino para la verdad que real no sucede en ese pasaje de Madrid y cómo se puede amar a una tabla digital que es de muchas ventanas y un saco sin fondo y cómo se puede adorar a un móvil que efervescentemente estrangula a los contactos porque preferiremos tener más llamadas que citas con los móviles amordazados.

Mingote, Forges, El Roto, Caín con el texto de los bocadillos sobre el dibujo cayeron en la cuenta y rompieron con la sociedad y mingotearon con la burguesía y forjaron el pensamiento deformante sobre la realidad cuya verdad está en el Matiz Celeste de los pensadores universales y del pensamiento global a golpes de cincel con la goma xantana de la civilización.