Altísimo, omnipotente, buen Señor,
tuyas son las alabanzas, la gloria y el honor
y toda bendición.
A ti solo, Altísimo, te corresponden
y ningún hombre es digno de pronunciar
tu nombre.
Loado seas, mi Señor, con todas tus criaturas
especialmente el Señor hermano sol,
él es el día y por él nos alumbras;
y es bello y radiante con gran esplendor;
de ti, Altísimo, lleva significación.
Loado seas, mi Señor, por la hermana luna
y las estrellas;
en el cielo las has formado claras y preciosas
y bellas.
Loado seas, mi Señor, por el hermano viento,
y por el aire y el nublado y el sereno
y todo tiempo,
por el cual a todas tus criaturas das sustento.
Loado seas, mi Señor, por la hermana agua,
que es muy útil y humilde y preciosa y casta.
Loado seas, mi Señor, por el hermano fuego,
por el cual alumbras la noche:
y es bello y alegre y robusto y fuerte.
Loado seas, mi Señor,
por nuestra hermana la madre tierra,
que nos sustenta y gobierna
y produce distintos frutos
con flores de colores y hierbas.
Loado seas, mi Señor, por los que perdonan
por tu amor
y sufren enfermedad y tribulación.
Bienaventurados aquellos
que las sufren en paz,
pues por ti, Altísimo, coronados serán.
Loado seas, mi Señor, por nuestra hermana
la muerte corporal
de la cual ningún hombre vivo puede escapar.
¡Ay de aquellos que morirán
en pecado mortal!
Bienaventurados los que encontrará
en tu santísima voluntad,
pues la muerte segunda no les hará mal.
Load y bendecid a mi Señor,
y dadle gracias y servidle con gran humildad.
San Francisco de Asís
November 15, 2012
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