El movimiento de Solidaritat Catalana no pudo solidificarse y salió dividido y a vistas a su disolución porque la carbonilla puede aparecer en los lugares de trasiego del trigo revolucionario y soberanista, y así en las elecciones cuenta donde se tiene la hucha y la cabeza porque no pueden ausentarse ellas como unas cualquieras en todas partes de la región.
Andrés Bonifacio quería la independencia de Filipinas mientras que José Rizal solo quería reformar las leyes españolas mediante un federalismo estudiado en Barcelona, y todos ellos eran inefectivos líderes militares y fueron ejecutados y quemados, y lo mismo pasó cuando el obispo de Londres Edmund Bonner apoyó a los reyes protestantes entonces Inglaterra acabó sin religión y él en prisión.
Los monjes ortodoxos de la isla de Solevki estaban acostumbrados a resistir los ataques zaristas pero luego en su monasterio Stalin estableció uno de los campos más duros e infames del Gulag, así que visto todo esto ya sé lo que espera hacer Mas de Catalunya, y en el colapso que sería de esta autonomía van a necesitar los catalanes que se desplazan por el medioeste y el surdeste de España otro Solzhenitsin que se lo cuente.
El Palau de Sant Jordi pùede escenificar todo el nacimiento de la nación catalana como las edificaciones nazis de Albert Speer disponían la arquitectura al servicio del poder así que prepárense para acoger la monumentalidad depresiva y angustiada que va a afectar a la salud de los propios barceloneses porque no creo que se quede en un simple pavoneo sino en la caza de un enemigo determinado.
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