CUANDO EL AMOR NO ES CIEGO
El joven solícito la ofreció el brazo mientras se alejaban charlando y riendo
¡Que cantidad de prejuicios vanos se disolvieron en un momento¡ Tendemos a emparejar por iguales, los sordos con los sordos, los ciegos con los ciegos pero por qué no el amor de vidente por un ciego.
En este caso no sólo el Dios del Amor no está ciego sino que ateniéndome a la expresión de sus rostros tiene una buena visión Maite de Pablos
No comments:
Post a Comment