Deberíamos pasar la luz y las leyes españolas por el efecto Faraday,/ y eliminar las vibraciones de la crisis,/ y encontrar en el círculo de los ilegítimos países farnesinos de Europa,/ el camino de la nueva ola hispana.
Quien pudo mantener Suecia neutral durante la guerra fría casi nuclear entre Rusia y Estados Unidos debiera aconsejar a España a no inmiscuirse en las guerras del Islam por mucho que Marruecos se pueda dividir en dos porque Francia no nos retorcería la mano en la espalda y nosotros las señas de la alpargata y el velo ya sabemos recibirlas en el salón de la mesa ibérica.
Las mesetas europeas son tan bajas que no están a la altura de nuestros zapatos pero tú no puedes hacer nada por nuestro mundo de rastreados y de achuchados ciervos de Riofrío y dadla un apoyo eudemónico y español a Europa y moverá el mundo.
La Europa del Fausto y del fauvismo y el cubismo de los impuestos y con esas pretensiones de europeo tú no puedes caminar por las calles de New York donde todo el mundo tiene un arma y te pueden pegar un tiro y con qué emanación neoplatónica consideraremos que todas las trampas son alemanas y de qué parte del mundo presiona Mefistófeles para que tengamos que apretarnos el cinturón este verano y no intentes estimularte con un cubano con un plátano y un argentino con el polvo que luego queden contigo y no huyas con la bicicleta con la camisa fuera porque va a caer una buena de mil rayos y la familia Adams es hispana porque tiene el pelo negro y no se puede evitar que todos vayan al infierno.
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