FELIZ NAVIDAD 13

Allá que te va el comercial arrojado por las escaleras de la Torre Picasso, allá que te van las ambulancias a las bocas del Metro, el terremoto va a la calle de la Corredera de la crisis lorquiana y cuando se atacaba a los indios americanos era para remover los obstáculos a la colonización.

Llega la hora en que el joven se pone iracundo como una cabrita porque empieza la Navidad y las mujeres se ponen firmes y te piden algo más de seguridad para el futuro que el fiestuqui y si en una familia hay tantos demonios maltratadores qué no habrá a la altura del metro Pacífico.

Ya no hay un Dafnis y Cloe con tanto animal económico en Madrid, si por un Euroking te dan una hamburguesa y por un poco más te puedes ligar una chica en la Plaza de los Cubos mira qué bien luce el Árbol de Navidad de la Plaza de España antes de que descubran un nuevo helio.

Había una mujer Mar en el autobús/ que me hacía hablar como una mujerzuela,/ hasta que Dios se la llevó,/ ahora estoy mucho mejor en silencio.

EL CUENTO NAVIDEÑO
Cuento de tu madre,
cuento de mi padre,
cuento de la jefa
y el cuento de todo el mundo.

Estoy del metro hasta la coronilla con las salpicaduras de la gente, he pisado una raíz con abono y eso es lo que se echa en los entierros, he andado detrás de un par de ancianos con bastón, hay calles de Madrid donde yo no me sentaría a tomar un café, y veo la tarde en el Hospital de La Paz con esa luz esperando el alta.

Ya no se ven esos loden verdes de los jóvenes de buenos colegios por la calle Orense que los hacían sentirse importantes pero ahora hay otras prendas de no renuncia al cargo de empresas que les va a seguir.

Creemos que la ciudad tiene un logos que no es más que el del tubo de escape y una larga frase de muerte en la carretera y unos paneles de publicidad colgados en nuestras fachadas y en los corazones.

Todos se han dado cuenta de que tienen que sobrevivir, el jefe tiene que mantener su puesto y te tratará mal, si eres inmigrante y rarito te ponen un tope en el trabajo, y tú tienes que saber lo que es bueno y lo que es malo y no dedicarte a floreturas, empieza a entender el espíritu y el brío de los contables que van por el Registro Mercantil, porque en un régimen capitalista la salvación no es posible y ni podrás tener tiempo para apuntar esto y con esas manos tan sucias no podrás tocar la escritura blanca de los acuerdos sociales.

Que no me den más el peñazo los de la taberna de María por la cual merodea todos los días un coche de la policía de Alcobendas porque no se sabe lo que están fraguando allí los parroquianos desocupados y sin oficio fijo como los drogatas de la Plaza del Pueblo y los del Parque de la Comunidad de Madrid.

En Pan Bendito les verás con esa voluntad desobediente robando el cable del cobre de una farola en plena calle y no sigas a La Peseta y La Fortuna y La Estrella no quieras ver más pobreza de estos madrileños.

A mis vecinos se les oye rezar el Corán por el patio los viernes y todas las noches tienen conectado un desfribilador que dice Alá es grande.

Se te pone la piel de gallina en el Museo de Bomberos de la calle Boada 4 y todas esas coronas funerarias que se ponen en Navidad en las puertas están en sintonía con el cuerpo de Papa Noël entrando por la ventana en la noche de los ardientes sueños y esta gente sí que trabaja cuando entran las llamas del demonio en nuestras casas.