HOMBRE SOY DE LOPE DE VEGA

VILLANA ¿Cómo tengo de vender,
si no vendo mi desdicha?
Basta que siempre porfía,
porque su hacienda le importe,
que vaya y venga a la corte,
pues quedarme he algún día.
Bien es que mi madre mande,
y que yo tengo humildad;
más, para andar en ciudad,
¿cómo no ve que soy grande?
Que entre la confusa grita,
ninguno acierta a pasar,
que no llegue a pellizcar
a la villana bonita.
Entre uno y otro galán
me maduran a pedazos;
que tengo abiertos los brazos
de pellizcos que me dan.
Ella bien me puede hacer,
como madre, ir y venir
pero alguna vez he de ir
que no tengo de volver.
URSÓN ¡Oh bellísimo animal!
¡Oh semejanza de Dios!
¡Quién nos juntara a los dos
en una coyunda igual!
el león suelo yo ver
con la leona abrazarse,
y así debe de juntarse
el hombre con la mujer.
¿Qué dudo? A buscarla voy.
VILLANA ¡Ay, desdichada de mí!
¡Socorro, socorro aquí!
URSÓN Calla mujer.
VILLANA ¡Muerta soy!
URSÓN ¿Muerta?¿Cómo puede ser?
VILLANA ¿A quién habrá que no asombre?
URSÓN ¿Es posible que de un hombre
se esconda ya la mujer?
Hombre soy.
VILLANA ¡Oh, grave espanto!
¡Cielo, haced que no peligre!


Ursón y Valentín, Lope de Vega