Ya no hay bautizos en Alemania. Resurrección del paganismo. O la indiferencia religiosa. Los alemanes del norte detestan a los bávaros, porque todavía son religiosos. Una muchacha, invitada a una fiesta, le dice, mientras baila, a su pareja, que acaba de enterarse de que su hermano ha muerto en el frente. Los más jóvenes, encuadrados en las distintas organizaciones hitlerianas, son de una asombrosa estupidez, ya no tienen "sentimiento", su formación, es decir, su deformación, se ha logrado perfectamente. Todos los alemanes desprecian profundamente a todo lo que no es alemán. Los rumanos, Guardias de Hierro o no, son los más despreciados. Solamente los austríacos, jóvenes y menos jóvenes, son antihitlerianos y protestan sin esconderse. No son alemanes, dicen, son austríacos.
En Munich no quedan más que una decena de judíos. Todos los demás están en campos de concentración. ¿Por qué esos pocos judíos no han ido a los campos, de momento? No se sabe. No tienen derecho a comprar alimentos, ni ropas. Algunos antiguos amigos les hacen llegar, discretamente, un plato de sopa. La hermana de D. ha visto a dos de esos judíos, pegados a las paredes, sin atreverse a levantar los ojos. Los conservan, sin duda, para que los alemanes se regocijen al verlos humillados. Es el infierno, en el mundo. Ciertamente no es más que el comienzo del infierno.
I Presente pasado, pasado presente
Eugène Ionesco
1945
1
DE MAYO
Esta noche nos hemos enterado por la radio de la muerte de Hitler. El rumor de su muerte llevaba circulando varios días.
Esta noche nos hemos enterado por la radio de la muerte de Hitler. El rumor de su muerte llevaba circulando varios días.
II Diario
Ibérico
Mircea
Eliade
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