Al fanatismo islámico religioso que quiere invadir Europa y China más le valdría que en sus revoluciones árabes aprendiese de lo que es la democracia y la política y de las innovaciones no-clásicas para las mujeres del pequeño vestido negro de Coco Chanel porque este Árabe de las Mil y Una Caras no se soporta en lo macabro.
A nuestras relaciones con Alemania habrían que llamarlas tarantelismo porque tras la picadura de la araña germana solo queda neutralizar el dolor que nos inflinge con los vigorosos movimientos semejantes a una danza italiana de los pies ligeros dentro del tanatos hispanoamericano que en el caso inglés sería dame fuerte con un stick europeo para que me haga más fuerte.
Yo nunca he visto una mala historia de los nuestros en el Sáhara a diferencia de los franceses en Argelia y por eso las pateras se dirigen a nuestra tierra de providencia porque no fueron campos de prácticas de las guerras en Europa.
Para mí Italia tiene que ver más con los abanderados y los dandolos que con los romanos mucho más civilizados en Hispania y por lo demás transeúntes y sustituibles en todo el imperio, pero lo que aprecio mucho es la consideración que nos tienen a los españoles y aun diría yo que cierto respeto y aprecio que no encuentro en los altivos y hermanos iberoamericanos, porque ésta es la serenidad que da el Mediterráneo pero a los gafes e inconsistentes hay que buscarlos en otros pueblos como el rumano y a los dañinos entre los otomanos y a los tristes y amargadores entre los rusos.
Si mi empresa estuviera en la corte del rey francés Luis XIV una envenenadora dentro del equipo como la marquesa de Brinvilliers ya nos habría liquidado uno a uno, así que no es de extrañar que ahora utilicen otras técnicas, y que el silencio se extienda sobre la mitad de la gente de la Dirección, porque te mandan a casa para que te caves tu tumba.
Si pones una pecera de colores en la ventana atraerá a los arcos iris, si pones una clínica de neurobiología para ricos atraerá a los locos callejeros del barrio a sus puertas, por eso se dejan el nombre y la escultura de Rhodes para que atraiga la riqueza blanca y la justicia negra, y así los norteamericanos respetan los nombres primitivos de los hispanos como en Cabo Cañaveral para atraerse la suerte de las estrellas.
La inglesa como Bette Davis se alarma cuando ve a un español ibérico transformado en un toro que no va a ser su James Dean y que no va a poder matarlo ni comer de él sino que la va a estropear el traje, su tranquilidad y sus nervios pero entonces por qué esos teje manejes de vendedora a domicilio y de negocio piramidal de Britannia, y para qué vienen aquí si se van a molestar como John Lennon.
April 12, 2013
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