En realidad mi vaso es más pequeño/ pero tiene más agua que el tuyo,/ tú lo cogiste por la altura/ y yo lo cogí por el grosor/ y quién ganó,/ los dos nos dimos el trago para celebrarlo,/ tú eras ruso y lo estrellaste contra la cocina,/ pero yo con lo que sobró regué la planta del dinero.
Las tropas francesas saquearon todos los edificios de Moscú. Fundieron las joyas de las iglesias y catedrales, arrojaron al suelo las reliquias de los santos y utilizaron los retablos e iconos como combustible de las hogueras.
Napoléon era como el Anticristo. Así pues, ¿cómo se iba a negociar con el mentiroso y asesino diablo? Moscú no era Viena ni Berlín. Mientras tanto Rusia reclutaba nuevos soldados provenientes del sur y del este para reemplazar sus bajas. Comenzaba la retirada. Después de un siglo y otro, de un Napoleón y de otro Hitler Anticristo. Le debemos mucho a Rusia.
December 20, 2011
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