Busquen un joven femenino onnagata que sepa de canto, baile y mímica entre el Teatro Catalanokabuki Socialista y háganlo girar y atravesar la pasarela de dulce albaricoque que conduce al escenario y quítense a todas esas momias de vainilla de la nomenklatura y hagan desfilar a la generación de frikis de pasta italiana que han moldeado a su antojo y veremos si sale algo que se pueda comer de la refundación de los socialistas en la Taberna Moral de al lado que no nos dé diarrea.
Búsquense actores del Teatro Kathakali Sevillano ataviados con trajes coloristas acompañados de música y canto con danza y movimientos de manos y gritos andaluces de benito perojo pero que no digan palabras y que no se signifiquen en gastos y escójanlos de la Venerable Sociedad Socialista de los Hijos del Pueblo que pueda liberar en los próximos años a la Obrera España de la dominación de nuestra derecha tranquila.
Tú te crees que la Chacón es una diosa viviente que como una niña vive en el Palacio de Katmandú y es considerada por los socialistas como una representación de la divinidad de la guerra y la destrucción para arruinar a la otra niña de Rajoy porque la próxima presidencia después de él será una madura y duradera mujer popular en vez de estas pejilgueras y machos socialistas.
También Kaganóvich que construyó el metro de Moscú y que se encargó de llevar a cabo las depuraciones políticas aprobadas por Stalin en el XVII Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética fue desplazado por la corriente renovadora de Jruschov e incluso fue expulsado del partido.
Como Kárpov y Kásparov más fácil hubiera sido el debate sucesorio si Zapatero y Chacón hubieran revalidado sus títulos de posición consiguiendo éxitos y de electorado entonces se podría hablar de la Niña del cambio socialista y no de poner tapas al agujero del empeine que va a durar unos pocos paseos.
El socialista aprendió de Stanislavski todas las técnicas teatrales del espionaje para el Comité de Actividades Antisocialistas pero en vez de miembros fugitivos aparecieron los silenciosos del partido Chacón y Rubalcaba, pero aún más interesante resultaba el final de las ilusiones de cambio social como si Elia Kazan estuviera mostrando en pantalla a la futura socialdemocracia en ¡Viva Zapatero!, Fugitivos del terror rojo, La ley del silencio y España, España.
El mundo está socialista, socialista, socialista y Cara de Palo, Harold Lloyd y Charles Chaplin hacen premisas del gag de la observación de la subversión del partido por desfalco y despilfarro de la realidad loca, loca, loca y a esto se le llama realismo socialista de la locura entre hispanos con resabios republicanos.
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